Todavía Te Amo

-19-

~3 meses después, día de la boda.

La crema y nata de la sociedad había recibido una invitación a la boda, sería la fiesta del año, la hija del magnate Kim Soomin contraería matrimonio con su joven pupilo y asociado Mark Lee.

Según los allegados y amigos de la familia Minjeong y Mark eran una pareja especial, pues tras una corta semana de haberse acercado luego de caer enamorados a primera vista habían decidido formalizar la relación rápidamente, todo era el destino, decían.

Jihoo y Hyejin habían recibido su tarjeta de invitación pero debido a que ambos conocían o sospechaban de la relación de YooJi con ella decidieron no asistir, sin embargo, quien si asistiría sería Siu encarnando al extraordinario y multimillonario solterón cercano a los Yoo y desde luego un tipo de "samchon" para Jimin.

Escabulléndose entre los invitados, Siu había llegado a la habitación dispuesta para la novia con el pretexto de saludar, se acercó a ella sonriéndole cálidamente y...

-He de decir que te ves hermosa -comentó inclinándose para besarle una mejilla- pero no te ves muy feliz.

Ojitos castaños miró hacia a un lado sin responder...

-Pensé que enviarte a la playa aquella vez sería suficiente pero tal vez me equivoqué.

-Tú lo sabes ¿No? -cuestionó con seriedad la rubia.

-¿El qué? -esquivó.

-Lo mío con Jimin.

-Simplemente lo supuse, todos lo hicimos -rio suavemente- ¿Pensaste que aquella fiesta de año nuevo era solo un capricho de millonarios? -negó con la cabeza- Hyejin lo planeó, Jimin no conseguía mejorar...

-Por favor -soportó las ganas de llorar- no me hables más de ella, quiero olvidarla ya...

-¿Es eso verdad? Creo que no lo conseguirás.

-¿Que te hace decirlo?

-Nunca vi a nadie buscar a alguien con la mirada tan desesperadamente como tú aquella vez buscándole a ella, fue por eso que te envié directamente a su lado -la joven vestida de novia se enfadó y empuñando las manos habló.

-Si solo vienes a hacerme sentir mal te ruego que te retires.

-En realidad vine solo a entregarte una carta de Jimin.

Siu se abrió la chaqueta y sacó un sobre blanco que le entregó a ojos castaños, esta enseguida lo abrió y...

-Au revoir mon amour... -se despidió y salió del lugar.

Minjeong leyó la carta, cada palabra estaba escrita con afecto y sinceridad pero lo que paradójicamente más le hacía sufrir era lo llena que estaba de comprensión y verdad. Quiso destruirla pero no tuvo el suficiente valor, si lo hacía perdería el único recuerdo de ella. Alguien llamó a la puerta, "es la hora" dijeron y se puso de pie para hacer la entrada con la marcha nupcial del brazo de su padre, finalmente él lo había conseguido, dominarle al grado de hacerle perder a su única y muy querida amante.

El hombre le sonrió lleno de orgullo y las puertas se abrieron dejándole ver el gran pasillo que tenía que recorrer, aquel camino no se sentía en lo absoluto como el camino a la felicidad sino más bien como los últimos pasos hacia el patíbulo.

La hermosa rubia inhaló profundamente para darse fuerza, la música empezó y cada paso hacia el altar le pesaba más y más, miró a los invitados y no había ninguno que considerara una verdadera amistad ¿Por qué quería complacerlos si no significaban nada para ella? ¿Por qué le preocupaba lo que dirían si de todos modos hablarían mal de ella?