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Con el paso de los días las chicas se habían acostumbrado a sus propias rutinas, por las mañanas desayunaban juntas, después, Jimin salía a trotar por los alrededores con los earphones colocados y su móvil atado al antebrazo dejando a la rubia a solas en la cabaña sin tener mucho que hacer; cuando volvía, la esbelta pero curvilínea pelinegra se duchaba y preparaba el almuerzo del que también le convidaba a la otra y sin decir nada desaparecía en su habitación hasta reaparecer a la hora del café. Para Minjeong era un misterio pero más que nada estaba muriendo de aburrimiento, aparte de un par de maletas con ropa había sido incapaz de llevar cualquier otra cosa. Estaba tirada en el rústico sofá del salón cuando YooJi apareció...

-¿Te apetece café? -ofreció amablemente luciendo sus gafas de lectura.

Min se quedó en silencio observándola, quizá no era el momento para decir esto pero su "roomate" le resultaba muy atractiva...

-¿Tu silencio significa que no?

-Oh, uhm, sí, es decir, gracias pero no quiero café...

-Bien -se dirigió a la cocina y encendió la cafetera.

Poco después, la chica volvió al salón con una taza de café en mano se sentó en el sillón y antes de beber acomodó sus gafas de armazón metálico y molduras redondas que le daban un aire atractivamente nerd...

-Le agradezco a Siu que pusiera de lujo la cabaña -la rubia volteó a verla- tenemos los mejores electrodomésticos, red wi fi e incluso las llaves del buggy...

-¿Buggy? -se sentó de golpe en el sofá- ¿Cómo el de los 80's? -sonrió.

-No -rio- no el de los ochentas, Siu es viejo pero va a la vanguardia -bromeó aun sonriendo- nuestro benefactor disfruta de los autos así como de las playas de Jeju y por eso dejó su Meyers Manx 2.0

-Oh...-enarcó una ceja e hizo una o perfecta con los labios.

-Las llaves están en el garaje ¿Quieres venir y probarlo conmigo mañana? Solo pasaremos el día, no podemos nadar, el agua es demasiado fría...

-¡¿De verdad?! -se animó considerablemente, tomando en cuenta que estaba por cumplir una semana sin hacer nada ahí.

-Sí, de verdad...

Minjeong le miró con curiosidad y en silencio...

-¿Qué? -dijo tras sorber un poco de café.

-¿No tienes nada de interés en saber por qué me trajeron aquí?

-Saber que estás por la fuerza es suficiente para mí, pero si quieres conversar, soy toda oídos -sonrió cálidamente.

-Eres tan diferente a todos los que conozco... -se echó la rubia cabellera hacia atrás y le miró.

Su suave y dulce mirada castaña símil a la de un cachorrito se posó sobre la otra chica...

-Estoy siendo castigada -confesó.

-Oh ¿Y eso por qué?

-Fui atrapada...

-¿En qué? -frunció las cejas con curiosidad.

-Con Hayun... -se cubrió el rostro con ambas manos y la otra colocó la taza sobre la mesa de madera, inclinándose hacia ella le tomó las manos y se las apartó del rostro...

Todavía Te AmoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora