"¡Harry!"
Una voz que reconocería a kilómetros le saluda efusivamente desde la entrada de la cafetería. Harry está sentado en una silla colocada en el improvisado escenario que ha montado la dueña dele establecimiento para sus esporádicas actuaciones.
Estaba afinando la guitarra y comprobando la salida de sonido por el altavoz desde el pequeño portátil que Zayn sujetaba en sus rodillas a su lado.
No tuvo mucho tiempo para observar la cara de sorpresa de su mejor amigo, ya que rápida y torpemente se levanta y avanza un poco hasta bajarse del escalón que separa el suelo de la cafetería de la zona de espectáculos.
"Hola, Louis. Has venido" Suena un poco incrédulo, aunque en el fondo sabía que Louis cumpliría con su palabra.
Desde ese día que hablaron es su casa, se habían visto varias veces.
Louis siempre era el primero en iniciar la conversación, invitarle a su casa o cualquier cosa. Harry se sentía fatal, porque él se moría por estar al lado de Louis en todo momento y ser él quien empezará cualquier tipo de contacto; pero simplemente las inseguridades le bloqueaban.
Sin embargo, los días fueron pasando y estar con el ojiazul cada ocasión era más y más increíble.
Todo lo que alguna vez se imaginó que podría ser su precioso vecino no le hacia justicia a lo encantador que es en realidad. Es tan inteligente, divertido, atrevido, hermoso, talentoso y todos los adjetivos que están bien en este mundo.
Sabe que cuanto más contacto, más profundo cae. Pero, cada vez que ve esas arruguitas al lado de los ojos del castaño que se asoman al sonreír, tan solo quiere saber si terminaría de enamorarse algún día. No parece ser posible a corto plazo.
Tiene que decir a su favor, que ese contacto durante unas tres semanas también tiene consecuencias positivas.
Ya no tartamudea como un tonto cada vez que lo tiene enfrente, asimila mucho mejor las rápidas e inteligentes contestaciones del ojiazul; incluso puede decir que se las devuelve bastante bien. Algún sonrojo había notado en su bonito rostro después de un comentario un poco menos sutil de lo normal.
Son amigos.
Sí, podrían denominarse de esa manera. Algo es algo.
"Hola, Louis" Le dice cuando llega hasta él y el castaño le da un cálido abrazo. Todavía se queda paralizado cuando eso pasa. Al menos ya controla lo de no soltarle cuando lo hace.
"¿Eres el famoso Louis?" Sus ojos se abre abruptamente mirando a su amigo ¿Qué hace? No entiende porque Zayn siempre quiere dejarlo en ridículo, pero ahora no se atreve a mirar el más pequeño a la cara.
"Bueno" Dice riendo tiernamente "Menos famoso de lo que me gustaría. Si quieres contribuir a mi causa podrías comprarme un cuadro" Zayn se ríe y se inclina para darle un beso en la mejilla como saludo.
Él nunca ha hecho eso. Quiere hacerlo.
"Encantado, amigo. Soy Zayn" Harry traga y decide hablar cuando se da cuenta que es el nexo de unión de esa conversación.
"Vamos a tocar en dos minutos, ¿quieres sentarte en una mesa?" Louis asiente y se despide de ellos.
Cuando se sienta saca de su bolsa un pequeño cuaderno y garabatea en él. Le encanta todo lo que hace y aún más cuando parece que no puede dejar de pintar ni un segundo. Eso, con una taza de té y tarta de manzana, es su plan favorito. Eso le dijo, al menos.
"Un momento, Z" El moreno asiente despreocupado mientras se va posicionando para actuar. Él por su parte, se acerca a la barra de la cafetería.
"Tay" En un momento, la rubia camarera está frente a él.
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Right in front of us || l.s
FanfictionHarry es un tímido músico que está enamorado de su vecino Louis, un pequeño artista adorable que da clases de arte y que, tal vez, sienta también algo por él.