Capítulo 3: The 95th

3.6K 424 51
                                    

-Hola, Harry-, se levantó el ministro y todos los ojos se volvieron para mirar al-niño-que-vivio. -Vengo a ver si podemos dejar de lado el malentendido que tuvimos antes y a ver qué podemos hacer para que vuelvas al mundo de los magos-.
-Gracias Ministro-, Harry ignoró la mano tendida del hombre y se sentó sin esperar la invitación. -Aunque me pregunto cómo va a hacerlo-.

-Bueno-, Fudge luchó con todas sus fuerzas por mantener la sonrisa y se sentó. -¿Mencionaste que te gustaría estar exento de las restricciones a la magia para menores de edad?-.

-Entre otras cosas-, asintió Harry.

-Pues ya lo tienes-, Fudge sonrió como si acabara de entregar las joyas de la corona. -Aunque me temo que no puedo darte dinero...-

-¿Por qué no?- Una voz gritó desde la multitud -A los aurores se les paga y no han hecho ni la mitad de las cosas que ha hecho Harry-.

Fudge miró nerviosamente a su alrededor mientras la multitud murmuraba su aprobación a la afirmación.

-Lo que quería decir es que no puedo simplemente pagar para que vuelvas-, la falsa sonrisa de Fudge se ensanchó. -Estaría encantado de pagarte por luchar contra ya sabes quién-.

-¿Cuánto?- Smythe fulminó con la mirada al Ministro, -el joven señor Potter ya ha arriesgado su vida por usted varias veces y va a necesitar financiación si quiere que pueda volver a hacerlo-.

-Creo que esto le parecerá más que generoso-, Fudge escribió una cifra en un trozo de pergamino y lo empujó por la mesa.

-Creo que ésta le parecerá más realista-, Smythe añadió unos ceros y se la devolvió.

-Es una barbaridad-, espetó Fudge.

-Tienes razón-, asintió Smythe. -Yo tampoco puedo creer que esté dispuesto a arriesgar su vida por tan poco, pero no creo que podamos poner precio a la seguridad del mundo de los magos-.

Murmullos de acuerdo llegaron a oídos del Ministro y sonrió desmesuradamente, -por qué no te damos un poco más de lo que pides y luego por qué no nos cuentas algunos de tus planes Harry-.

-Gracias Ministro-, Harry sonrió. -Estoy planeando reunir un pequeño grupo para defender el mundo mágico y me gustaría crear una pequeña escuela para entrenar a la gente en tácticas defensivas para ayudarles a proteger a sus familias-.

-¿Eso es todo?- Fudge parpadeó.

-Para empezar-, asintió Harry. -Espero poder hacer más con el tiempo, pero como dijiste... nuestros fondos son más bien escasos-.

Fudge añadió otro cero y mostró la cantidad al público. -La seguridad de estas personas vale más para mí que el simple oro-.

-¿Le importaría escribir la Carta de Marqués ahora Ministro?- Smythe sonrió ampliamente, -¿para que la prensa pueda echarle un buen vistazo?-.

-¿Qué?- Fudge levantó la vista, sorprendido.

-¿No esperarás que Harry vaya tras los mortífagos sin algún tipo de protección legal?-. Smythe miró a su alrededor, -después de todo es necesario que los aurores estén autorizados a hacer cosas que la gente normal no puede para que puedan hacer su trabajo-.

-Sí, bueno-, Fudge miró nervioso a su alrededor.

-Y aquí McLain tuvo la amabilidad de redactar el papeleo-, Smythe le entregó un largo rollo de pergamino. -Sólo tiene que firmar al pie y se le enviará una copia a usted y a la prensa-.

-Por supuesto-, esto no estaba saliendo como Fudge esperaba. -Qué tonto fui al olvidarlo-.

-Nos pasa a los mejores-, asintió Harry. -Sólo hay una cosa más que me gustaría que me dijeras-.

OLD SOLDIERS NEVER DIE Donde viven las historias. Descúbrelo ahora