Capitulo uno

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A muy temprana edad, fui entregada a Suleiman. En ese entonces, Suleiman era el príncipe heredero, y su padre; Selim Khan, era el Sultán.

Mi futuro ya había sido planeado por mis padres: Sería la favorita del príncipe, le daría un hijo varón y, cuando Suleiman ascendiera al trono, mi hijo sería el príncipe de la corona. Finalmente, cuando Suleiman muriera, mi hijo heredaría el trono y yo me convertiría en  "Madre del sultán".

Para ser sincera, no estaba molesta con estos planes, era la vida que cualquier mujer desearía; al fin y al cabo, sería una vida con abundancia, al lado de un hombre de mucha importancia, del cual yo sería su favorita, o incluso... Podría ser su única mujer, si lograba enamorarlo lo suficiente de mi.

Mientras el príncipe paseaba con Ibrahim (su halconero y mejor amigo) por el bosque, recibió la noticia de la muerte de su padre y por lo tanto, debía llegar inmediatamente a la capital para evitar que el trono fuera usurpado. Hoy, a la edad de veintiséis años, Suleiman, se ha convertido en el nuevo sultán.

Yo tenía veintiún años y mi hijo Mustafá, el primogénito de Suleiman, tenía seis años en el momento de su ascensión. Ambos fuimos fuimos solicitados en la capital por Suleiman.

Mustafá, no paraba de hablar

- Mamá, ¿Cuánto falta para llegar y ver a Papá?

-Ya falta poco, no te desesperes.

-¡Pero eso dijiste hace cinco minutos!  

-Y si vuelves a preguntar, te responderé los mismo

-Estoy muy aburrido...- dijo y se dirigió a Gulsah; mi criada más fiel- Gulsah, cuéntame otra historia.

-Como usted ordene, mi príncipe- dijo Gulsah con una sonrisa.

Cerca de las cuatro de la tarde, llegamos al palacio Topkapi, el palacio principal y hogar de los sultanes. Apenas estuvimos dentro de la fortaleza, bajé de inmediato del carruaje... ¡ya no lo soportaba!

-¡Que magnifico!- exclamé- ¡Es muy hermoso! ¡Mustafá, hijo...ven a ver!

Mustafá bajo con prisa del carruaje para ver lo que me había impresionado tanto

-¿Aquí es dónde viviremos ahora?- preguntó sorprendido por la inmensidad del castillo.

-¡Si, mi amor. Este será nuestro nuevo hogar!

Fuimos a saludar a la madre sultana y seguidamente, intentamos ir a los aposentos del Sultán. Cuando íbamos por el pabellón dorado ( nombre otorgado por las concubinas), nos encontramos con el Sultán; sus ojos se iluminaron de inmediato y abrió los brazos para recibir a Mustafá. Yo estaba emocionada, pensé que nos diría que nos quedáramos junto a él, pero no fue así.

- Mahidevran,  lleva a Mustafá a su habitación, debe estar cansado.

- Sí, su majestad, pero antes... Me gustaría saber si pasaremos juntos el día de hoy.

No puedo, tengo unas reuniones con el consejo que no pueden esperar, ya habrá otro momento.

Bajó a Mustafá y se marchó sin decir otra palabra. Esto hizo que mi corazón se encogiera a causa de su indiferencia, pero traté de animarme al pensar que lo visitaría en la noche.

Al llegar la noche, me estaba preparando para estar con el Sultán, pero el destino  no tenía los mismos planes.

-¡Sultana... he escuchado algo y tiene que saberlo!- dijo Gulsah con miedo en su su rostro.

-¿Qué está pasando, Gulsah?- le pregunté preocupada.

-He escuchado que...

-¡Dilo de una vez, me estás asustando!

-Escuché que la madre sultana ha preparado una fiesta privada para el Sultán y que esta noche el Sultán escogerá a la concubina que más le guste para pasar la siguiente noche con él.

Salí de inmediato hacia los aposentos de la madre sultana para comprobar si era veraz la información de Gulsah, pero, para mi sorpresa el Sultán se encontraba ahí.

-¿Mahidevran...?

hice una reverencia de inmediato.

-Mi sultán, lamento interrumpir.

-No te preocupes, de todas formas ya me iba. Mi madre ha organizado una celebración para mi.

Quedé atónita al escuchar sus palabras. Es como si evitara pasar tiempo conmigo. Yo sé que no nos amábamos, pues nuestra unión solo se dio por conveniencia; el era el príncipe de la corona y yo la ultima hija de una familia importante, pero aun así me dolía su indiferencia. Solo pude asentir y en el momento en que se marchó, regresé a mi habitación sin dar ninguna explicación.

Pasé toda la noche pensando en cuál y cómo sería la mujer que impresionaría esta noche a su majestad.


La voz de un amor silencioso (Hurrem x Mahidevran)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora