Capítulo 10: No hagas nada precipitado.

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Hoy era uno de esos días.

Cale miró el arete de rubíes en su mano y suspiró. Hoy era uno de esos días en los que recordaba demasiado.

La sangre pintó las paredes del castillo como una obra de terror en la vida real. Los gritos de desesperación inundaron la ciudad mientras los ciudadanos clamaban por misericordia. El sonido de espadas chocando e impactando contra la carne. Todo estaba tan vivido en la mente de Cale que le estaba resultando difícil concentrarse en sus tareas.

Decidió dar un paseo por el jardín, siempre manteniendo el dispositivo de comunicación por vídeo en el que podía ver a Alberu con él. La guerra de ese lado no estaba progresando. Rosalyn se estaba agotando cada vez más y el niño Lobo todavía no alcanzaba su fuerza total. Choi Han y Beacrox regresaban cansados después de estar en primera línea.

Alberu y los Elfos Oscuros estaban resistiendo, usando los Elementales para ganar un poco de ventaja sobre sus adversarios, pero no tanto como les gustaría.

Las fuerzas del Imperio eran temibles, implacables en fuerza y sin diezmar en recursos, el lado del Reino Roan todavía necesitaba un impulso si querían salir victoriosos.

Cale estaba cansado, recibiendo información de la red creada con ayuda de Ron mientras actualizaba informes y armaba estrategias de guerra. Hacer todo esto ahora le recordaba a su tiempo en el condado, cuando pudo haber hecho algo, pero se escondió detrás de las defensas porque no podía sostener bien una espada.

Años sin estudiar sobre estrategias habían hecho que se arrepintiera luego de ver a su familia morir. Por eso había trabajado duro después, ganándose una posición en el ejército incluso si ya era demasiado tarde para que contara como un logro.

Encontrarse con Alberu fue otro salto, el otro lo había hecho olvidarse momentáneamente de todos los dolores que pasó para llegar aquí. Pero Alberu estaba lejos ahora, luchando en el campo de batalla donde podría morir en cualquier segundo. Moriría, y Cale sobreviviría de nuevo.

Era tan patético, pensar que una basura como él se esforzaría tanto luego de la muerte de su familia. Pensar que eso fue lo que necesitó para finalmente dejar de ser basura y ser útil, aunque sea engrasando espadas.

A veces solo quería dormir, dormir y no pensar en nada, pero ahora mismo el reino necesitaba de su ayuda. Alberu necesitaba de su ayuda. Y para Cale, Alberu había sido su salvavidas de ese mundo de soledad que enfrentó en los últimos años, había llegado a liberarlo de sus cadenas para ofrecerle más de lo que sería digno alguna vez.

Cale se burló, guardando el arete de rubíes que perteneció a su madre hace mucho tiempo. Una voz vino desde atrás en ese momento.

"Niño, te estaban buscando en la oficina, Valentino envió un mensaje".

Tarareó en reconocimiento. El problema entre Adin y Valentino podría ser un detonante en esta guerra. Pero tanto Valentino como Eruhaben creían que Adin era demasiado orgulloso para buscar al otro por sí mismo, así que posiblemente todavía podrían descubrir más cosas.

"¿Estás cansado?"

Se sorprendió al escuchar las palabras del dragón, cuando lo miró, encontró que las pupilas verticales estaban mirando hacia las flores del jardín, pero parecía que en realidad estaban viendo otra cosa.

"Duele. Sobrevivir cuando nadie más lo hace. Es solitario, cansado, pero todavía podemos hacer algo, ¿no?"

Cale sonrió, reflejando la sonrisa cansada del Dragón Dorado.

"No podemos rendirnos".

Eruhaben le dio el dispositivo en el que Valentino dejó el mensaje, reproduciéndolo con su magia.

Fuck our Problems || TCF-TBOAHDonde viven las historias. Descúbrelo ahora