En un mundo en donde las familias Zeus y Hera derrotó al Dragón Negro de un Solo Ojo.
La paz gobernó en el mundo y gracias a la presencia de ambas familias, todo resultó más sencillo que antes.
Y años después de la derrota de la última gran misión...
Una escena bastante curiosa se estaba dando en una enorme edificio.
Por las enormes ventanas se podían ver la figuras humanoides que parecían interesado en algo especifico.
Pues en la entrada de la enorme mansión se estaba desarrollando una escena más que emocional.
Dos figuras se estaban por confrontar.
Una de esas figuras era más alta que la otra.
Y no era más, ni nada menos que Riveria Ljos Alf.
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Ella mantenía un rostro serio, pero calmado, a la espera que esa persona encapuchada se presentará y mostrará quien era.
Y aquella segunda figura, más baja que su contraria, finalmente decidió salir del anonimato.
Despojando su capucha que cubría la mayor parte de su cabeza, ahora revelando su apariencia.
Tras esa acción, Riveria había abierto los ojos con clara impresión en ellos, era como si ella no pudiera creer quien estaba frente suyo.
Y a cortos segundos, aquella persona se presentó.
- Me presento, mi nombre es Bell Ljos Alf, ¿O no me recuerdas? Onee-sama. - En un tono educado y suave, Bell se presentó frente a su hermana, ya dejando ver su apariencia finalmente.
Bell era un alto elfo de cabello largo de color jade, ojos del mismo color que su cabello, acompañado de facciones bastantes refinadas y de una estatura corta, 1.59m para ser exacto.
Estaba usando un largo abrigo azul marino y con botones dorados, acompañado de una gran bufanda negra, pantalón de vestir negro, junto a unas botas del mismo color que su pantalón.
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(Esta es la apariencia de Bell y la ropa que estaba usando en ese momento)
Riveria tras escuchar esas palabras y de haber parpadeados un par de veces, su impresión de asombro había cambiado.
Pues ahora se la podía ver que sus labios formaban una sonrisa, una enorme y alegre sonrisa. Mientras que en los lagrimales de sus ojos comenzaban a formarse pequeñas gotas de lagrimas.
