Labios Rotos.

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Agustín miraba al alfa y luego a su niña. Eran tantas las cosas por perder y tantas libertades para conquistar, estaba en un aprieto grande.

La decisión se veía tan difícil pero un mínimo error y el escape podría acabar fácilmente en crímenes de dos alfas violentos.



- A la mierda, vámonos.- Decidió por fin irse a la mierda con ese alfa totalmente desconocido pero que su omega mostraba la panza, toda una perra levantada. 



Marcos sonrió y agarro el bolso de la bebé junto su asiento y con toda la delicadeza del mundo caminaron para que la pequeña no se despierte al paso. 

El corazón de Agustín estaba sufriendo un colapso, mientras que la mente del mismo solo repetía una y otra vez las consecuencias y daños que está causando a futuro solo por querer libertad. Un omega como el no podría librarse tan fácilmente de un Alfa como era Alexis.


Mientras viajaban a la casa del joven alfa el corazón de Agustín se aceleraba, se arrepentía y luego volvía a llenarse de valor. Era un subibaja que su estomago no estaba conteniendo de la mejor manera. El auto se comenzaba a inundar en feromonas de puro terror, de claustrofobia, su omega estaba aterrado. 

Y el intento de mordida, la cicatriz que  con tanto temor llevaba en su pecho ardía en dolor y culpa.


Marcos por supuesto sintió este repentino anidamiento de emociones, comenzó a segregar feromonas para poder calmar al omega, agarrando su mano libre y ponerla en su rodilla. no podía hacer mucho desde su lugar, pero lo poco que hizo fue enormemente agradecido por el mayor, que siempre recibía malos tratos por parte de sus "superiores".





[...]





- Pasa por favor, bienvenidos... Hay un poco de desorden, ya mismo lo arreglo.- Marcos les dio una cálida bienvenida al pequeño y lindo hogar que tenia. La verdad no había tanto desastre mas allá de prendas de vestir en el sofá y sillas, y varias... Muchas bolsas de snacks de todo tipo.



- ¿Acaso tu alimentación es a base de papas fritas y doritos?- Preguntó casi con reproche, chasqueando su lengua como signo de desaprobación. El lado maternal era bastante difícil de esconder cuando tu único circulo social es tu hija y una ex pareja. 



- Ah sí... Es que no se cocinar, mis padres me criaron a base de "El omega se encarga de la casa, El alfa se encarga de los ingresos" así que recién estoy aprendiendo y la verdad... muchas veces me da paja.- Sonrió con total inocencia y de una manera exagerada, lo suficiente como para hacer reír al omega mayor. 



- Ya veo, Marcos pregunta importante, ¿Cuántos años tenés?- El omega estaba intrigado, se veía joven y no coincidía mucho su casa e historia, esa historia de vida parecía de alguien con treinta años, pero todo su ser desprendía hormonas jóvenes. Esperó por la respuesta mientras acomodaba a su bebé, sosteniéndola en sus brazos y acercándose mas al centro del lugar. Una cálida luz amarilla iluminaba tenuemente. El aroma del alfa detallaba el espacio, su omega se encontraba ronroneando.

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⏰ Última actualización: Feb 10, 2023 ⏰

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