Genevieve
Una mañana me arreglé como de costumbre. No quería levantarme, la noche anterior había estudiado tanto para la exposición que tenía que dar en la clase de química. Sólo me puse mi diadema de color negro y gracias al cielo que no tengo frizz en mi cabello.
Llegué un poco tarde al colegio, mi madre no quería dejarme salir antes de acabar mi avena y la verdad quería acabarlo pero ya no puedo seguir llegando tarde al colegio o me harán firmar matrícula condicional. Todos los años es lo mismo y desearía que por fin acabara este año ya que es mi último grado. El próximo año quiero trabajar para poder pagar una escuela de música. Mi único sueño es poder ser cantautora, no me importa si no me conocen en todo el mundo con tal de que en mi país me quieran.
Mi papá quiere que estudie derecho pero aparte de que no me gusta ni siquiera tenemos la plata para pagar una buena universidad y no quiero financiarlo en un banco ya que me endeudaría de por vida con los intereses. Mi mamá si me apoya en mi sueño pero se que le da miedo que en un futuro salga lastimada, ya que es muy difícil ser reconocido en ese medio.
Abro la puerta del salón con mucho cuidado.
Mierda...
- Genevieve ¿Tiene preparada la exposición?. - me pregunta el profesor Walter, el espantoso profesor de química.
- Si profesor. - Le digo un poco molesta.
- Entonces ya que acaba de llegar ¿Por qué no empieza usted?- me dice con aquella mirada espantosa. Inclinando su cabeza hacia el frente mirándome por la parte superior de sus anteojos.
- Deme un segundo.- asentí y fui a dejar mi maleta en mi puesto.
Al terminar mi exposición me senté y me relaje un poco ya que por lo menos tanto estudiar anoche me sirvió para sacar una buena nota. Noté que me estaba susurrando Viviana; mi mejor y única amiga. Nos conocemos desde que tengo ocho años y somos tan transparentes la una con la otra, no tenemos ningún secreto entre nosotras y así es perfecto ya que podemos confiar muy bien nuestros asuntos personales.
- Pss Gen help me, please...!!- me susurró Viviana.
- Dime Vivi ¿Que sucede? - Le dije.
- Me olvidé de hacer la exposición. Puedes prestarme tus apuntes para estudiar algo antes de que me llame. Sabes que voy perdiendo la materia, ¿verdad?.- me dijo con esos ojitos de cachorro.
Le pase mi libreta y le dije.- Estudia lo mismo que yo expuse y si pregunta el profesor, dile que la preparamos juntas.Tomó mi libreta y asintió.
Viviana es muy aplicada en el colegio, pero desde que empezó a salir con el idiota de Eduardo esta empezando a desatender sus deberes.
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Genevieve
-Vivi ¿porqué no hiciste la tarea?
- Anoche estaba hablando por teléfono con Eduardo y se me olvidó.
- Sabes que ahora me debes una. Me tienes que ayudar hoy en la sala de música y no acepto excusas.
-Esta bien Señorita Genevieve. Oye, ¿ya pensaste que le vas a decir a Camilo?.
- Pues le voy a decir que no. Es obvio, no me interesa tener novio, tú sabes que todo mi amor y mi tiempo lo dedico a la música.
- Yo lo sé, pero hace más de un año que no tienes novio y me preocupa que no vuelvas a tener. Podrías terminar como una vieja solitaria viviendo con un perro como hijo en un futuro.
- No, simplemente cuando alguien de verdad me guste te diré y ya. Yo misma le pediré que seamos novios, relájate así como estoy me siento bien.
- Esta bien, pero me dices hoy quien te gusta ¿bueno?.
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Thomás
No puedo creer que ahora vivo en la ciudad de Dentora. Mi padre es un famoso abogado y siempre quiso vivir en esta ciudad por lo hermoso que son estos paisajes; es como una primavera eterna, con campos hermosos y aire fresco. La verdad yo ya me encontraba aburrido de Hirilio es una ciudad muy grande, tan llena de contaminación y concreto por todos lados. Mi madre murió hace 3 años y desde entonces sólo somos mi padre y yo.
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Genevieve
Estoy muerta, hoy tuve tanto que hacer. No puedo creer que los de octavo grado sean tan problemáticos. Ensuciaron el aula de música con la leche del refrigerio y me toca limpiar antes de empezar a practicar canto y piano.
-Gen ¿porqué me castigas así?.- me pregunta Viviana, mirando con asco el suelo sucio de leche.
-Viviana por ayudarte me bajaron la nota. Además, ya habíamos hecho un trato.- le dije recogiendo las baquetas de la batería.
-¿Viste al chico nuevo?
- No. ¿Porque?.
- Se llama Thomás. Dicen que es de la capital. ¿No es asombroso?. - Me dice exaltada.
-Pues normal. De seguro es engreído.- le digo con cierto grado de fastidio. - No me interesa.
-Allá tu. Es super guapo y si es engreído tiene con qué.
-Sabes muy bien que es lo que pienso de las personas que son engreídos. Ellos creen ser el centro del universo, no ven más de si mismos, son egoístas y jamás podría confiar en un persona así.- le digo un poco incómoda.
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Thomás
La nueva escuela se ve genial, tiene una gran cancha de fútbol y al parecer un aula de música. Espero y tengan una batería; me encanta la percusión.
-Papá, puedo ir a ver el aula de música. quiero chequear que tal es la batería.
-De acuerdo, no te demores.
parece ser un aula muy grande, escucho de lejos que alguien canta y toca el piano. ¿Quien podría ser? Es una voz muy linda; Pareciera ser la voz de un ángel, es una voz tan dulce pero a la vez representa fuerza. simplemente es algo que no puedo describir.
Entro al aula y precisamente una chica esta cantando. Ella, es hermosa