Siempre he pensado que soy. paciente, flexible, dulce, amable, en mis 22 años de vida jamás había perdido los estribos, hasta que me enamore de Sam, entre nosotras hay una brecha de edad de 8 años, ella tiene 30 recién cumplidos, es todo y más de lo que desee en una pareja, es sumamente hermosa, atenta, detallista, aunque al principio no sabía expresar sus sentimientos, con el tiempo ha aprendido a expresarse y ser abierta conmigo, es amorosa y a decir verdad muy tierna, aunque para el resto parece fría, indiferente y algo despiadada, conmigo es totalmente lo contrario, tiene actitudes que me inquietan algunas veces, ya que es muy celosa y posesiva lo cual han sido protagonistas de muchas discusiones entre nosotras.
Punto importante ella es mi jefa, Diversity Pop fue fundada por ella, porque si mi chica es muy inteligente, elegante y se me olvido decir que muy poderosa no solo en los negocios sino en la sociedad ya que pertenece a la realeza tailandesa. Hoy empezó muy bien fue una de esas mañanas hermosas, donde desperté al lado de Sam ella aun dormía, se veía tan dulce, con ese semblante de paz que la hacía parecer un bebé, acaricio su cabello negro con la punta de mis dedos, y acerco mis labios a su frente dejando un tibio beso, ella empieza a removerse y abre lentamente sus profundos ojos marrones, sus rosados labios forman una o perfecta.
- Buenos días amor - le susurro.
- Buenos días hermosa - susurra dándome un casto beso en los labios.
Sam se sienta en la cama y se estira, para luego dedicarme una de sus miradas descaradas, haciendo que mi estómago se apriete de la anticipación de lo que está por venir.
- ¿Ducha?
- Llegaremos tarde a la empresa si lo hacemos juntas Sam - Le respondo tratando de ser la razonable en la relación como siempre.
- Ummmm .. Mon cariño sabes que soy la jefa verdad y de que me sirve serlo si no puedo tener algunas libertades.
Trago saliva de forma nerviosa, mientras Sam sale de la cama, camina alrededor hasta llegar a mi lado y me tiende su mano
- Es lindo ver que, aunque llevamos ya casi un año de novias, eres tan tímida mi amor, comenta Sam al ver mi rostro sonrojado.
- Ya deja de molestar Sam, y vamos a tomar esa ducha - Ella no espera a que se lo diga dos veces y me hala hasta el baño, donde nos desvestimos rápidamente, Sam ajusta la temperatura y nos lleva a la cascada de agua, me empuja contra la pared y empieza a besarme intensamente, puedo sentir como su lengua le hace el amor a la mía, luchando por el control, ella gana, muerde mi labio inferior de esa forma sexy que ella hace, desde que al comienzo de nuestra relación con ese tonto pero caliente juego de mordidas, todo lo que hace Sam es tan atractivo para mí, no puedo evitar gemir, sintiéndome húmeda en mi zona sur, y no por el agua que está corriendo por mi cuerpo.
- Sam - digo entre jadeos entre cortados - te necesito amor.
- Tus deseos son mis órdenes, mi princesa.
Mi novia empieza a torturarme con besos con la boca abierta en mi cuello y clavículas, cuando llega a mis pechos empieza chupando el derecho, lo muerde haciéndome sisear de dolor y luego pasa su lengua cálida para aliviar el ardor, procede hacer lo mismo con mi otro pecho, haciéndome retorcer del placer.
- Sam deja de jugar y hazme el amor - demando.
- Alguien está impaciente esta mañana - dice con una risita.
Estaba a punto de protestar, cuando siento que dos de sus dedos largos me penetran con fuerza
- Estas tan húmeda pequeña, tan estrecha, me encanta como tu calor esta tan ansioso por mis dedos.
- Más amor, por favor.... - Digo de forma entrecortada
Sam hace lo que le pedí, y me penetra con un tercer dedo, haciendo que mi vista se vuelva blanca por el estiramiento, Sam une nuestros labios acallando mis gemidos, y luego se arrodilla besando mi pubis, mordiendo mis muslos, y luego sin más pasa su lengua por mi clítoris a estas alturas muy hinchado, lo chupa duro, mientras aumenta sus embestidas haciéndome sentir tan llena, y me hace venir con fuerza, sino fuera porque me tiene sujeta con uno de sus brazos me hubiese derrumbado en el piso.