mil horas

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Aphelios estaba parado al frente de la cafetería 'Monerías de Café' ya que su compañero de clase lo había invitado a una "cita no romántica si es que tu no quieres que sea romántica pero si quieres que sea romántica puede ser romántica", o esas fueron las palabras literales que ocupó Sett. Él chico palido ya había estado esperando un rato, un rato que se sentía como mil horas, pensó en volver a llamar a Sett, pero todas sus llamadas lo llevaron al buzón de voz.

Se estaba empezando a deprimir, ¿acaba de ser plantado en una cita que él no planeo? Tal vez lo mejor era irse a su casa y olvidar todo, hasta los empleados del local y los clientes que salían y entraban lo empezaban a mirar con algo de pena, y para su "gran suerte", estaba comenzando a llover y cada vez se ponía peor.

Por otro lado, Settright estaba ayudando a su madre a armar unos cuantos muebles nuevos, y sin darse cuenta había perdido la noción del tiempo, olvidando lo que estuvo esperando desde que despertó.

- Hey Setty, ¿no tenías una cita hoy? estuviste hablando de eso todo el día y ya es algo tarde... - Dijo la vastaya al ver la hora, algo preocupada de que su hijo fuera a dejar plantado al chico del cual siempre hablaba.

Sett al escuchar esto abrió los ojos como platos, miro la hora, eran las 8:00 pm y había invitado al lunari a las 7:00 pm, sin pensarlo salió corriendo a su habitación.

- ¡Mami, lo siento muchísimo pero tengo que salir de inmediato! - Gritó Sett mientras se arreglaba rápidamente, no tenía tiempo.

Revisó su celular y tenía tres llamadas perdidas del lunari, agacho sus orejas preocupado, aunque ya había pasado mucho tiempo de la hora a la que citó al chico palido, no perdería esta oportunidad, le costo meses pedírle esto al lunari y no iba a fallar.

"PHEL YA VOOOOY ESPERAME!!" Le escribió a Phel mientras se ponía su chaqueta y abría la puerta, estaba lloviendo muy fuerte, al parecer eligió el peor día para invitar al lunari.

- ¡Ya me voy mamá! - Gritó Sett saliendo de su casa.

- ¡Suerte Settright! - Gritó su madre antes que Sett cerrará la puerta, decidió no preguntar nada y esperar que todo saliera bien para su despistado hijo.

Sett corrió con todas sus fuerzas, le valía una mierda si estaba lloviendo, solo esperaba que Phel siguiera allí.

Y Aphelios seguía allí, sentado bajo el techo de la cafetería abrazándose a sí mismo por el frío que tenía, se sentía tan triste que no quería ir a su casa, no quería llegar todo mojado contándole a su hermana que el chico de sus sueños lo dejo plantado en una cafetería super cute a mitad de la lluvía. Subió la mirada al escuchar chapoteos, alguien estaba acercándose; era Sett. Un sentimiento imaginable de alivio y felicidad lo llenó por dentro.

- ¡Aphelios! - Gritó cuando lo vió frente a la cafetería - Me alegro que sigas aquí... - Se dirigió al frente del lunari mientras tomaba boconadas de aire, estaba muy cansado de tanto correr.

"Sett... ¿Qué pas-" - Fue abruptamente interrumpido por Sett.

- Lo siento demasiado, te juro que estuve pensando en la cita tooooodoooo el día y justo mi mami me pidió ayuda y obviamente la iba a ayudar, ¡y perdí la noción del tiempo! Soy una mierda por hacerte esperar tanto, lo sé, no mereces esto, si no quieres pasar no importa, solo quiero que sepas que no es que no me importarás y.... ahhhh...... - Soltó Sett mirando hacía abajo y con las orejas gachas, estaba desesperado esperando que Phel no lo odiara después de todo.

Por otro lado Aphelios se sintió bastante conmovido, Sett se veía como un cachorro buscando algo de cariño al estar empapado por la lluvía. Toda la tristeza que sentía hace un momento se esfumó al tener al vastaya cerca y saber que no era su intención dejarlo allí plantado. Pasó su pulgar por la mejilla del pelirrojo para que este lo mirara.

"Settright, no te preocupes, estoy feliz de que estés aquí de todas formas" - lo miró con una calida sonrrisa - "Me gustas mucho, tenía esperanza de que aún podías llegar" - Agregó algo avergonzado de su confesión

- Wow.... También me gustas mucho Phel... - Dijo sorprendido a la confesión del contrario, no lo esperaba pero sentía un gran alivio al ser correspondido.

"Entonces... ¿Entramos?" - Preguntó el lunari bastante nervioso, era su primera vez en algo de este estilo.

- Ah sí, por su puesto - Dijo Sett para abrir la puerta, inmediatamente alguien los recibió.

- ¡Bienvenidos! Uhh, ¿no te gustaría una toalla para secarte antes de pasar? - Dijo una chica de coletas exageradamente alegre la cual ya los había visto desde adentro hace bastante tiempo, esperando para ver si entraban y poder atenderlos o si solamente estaban haciendo un drama romántico fuera del local.

- Oh, se me había olvidado, lo siento... - Respondió el vastaya avergonzado y Phel soltó una risita asintiendo para que pudieran entrar

Fueron atendidos por Gwen, la sirvienta que los recibió, pudiendo disfrutar del local temático y de la cita que los dos chicos tanto ansiaban. Al final todo esto será una triste y divertida anécdota en el futuro.

mil horas  |  settphelDonde viven las historias. Descúbrelo ahora