Cap 4

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<<Inadvertidamente atraídos>>

Minho no paraba de pensar en que había pasado ese día que los vio tan rojos y sonrientes, quiso descartar la idea de que se habían besado ya que no creía que su hermano fuera fácil, pensó tanto que le dolió la cabeza, entonces dejó de lado el tema para seguir resolviendo los temas de matemáticas

El timbre sonó y todos los estudiantes salían disparados hacía su siguiente clase, en eso, Hyunjin que salía de su quinta clase persibió el olor de un omega muy cercano, lo más raro es que lo sentía asustado, su pecho se encogió al saber que ese olor se trataba de Félix, corrió hasta donde puso sentir su olor, cuando llegó detrás de la escuela se encontró con el pequeño rodeado de alfas que a decir verdad no eran de mucha confianza, Hyunjin llamó la atención de los 3 alfas, se acercó y se enderezó, parecía verdaderamente intimidante ante los ojos de cualquiera

- Que le están haciendo?

- Nada que te importe alfita de clase media-respondió uno de los 3 alfas

- No me quieras provocar estúpido

- Claro! Si tu eres el famoso boxeador de calle! Como era que te llamaban? Prince? – dijo con algo de picardía el mayor

- Oye! Omeguita, sabías que tu ami-

El alfa no pudo terminar la oración pues se encontraba ya en el suelo con la nariz sangrando, los 2 restantes se pusieron al brinco pero no les duró mucho pues Hyunjin usó su voz de mando

- Más vale ni lo intenten pequeñas mierdas

Los tres salieron corriendo como pudieron ya que un alfa dominante no se encontraba todos los días y no eran rivales para el pelirrojo

Hyunjin se acercó al pequeño que miraba estupefacto la escena sin poder decir una sola palabra, soltaba ciertas feromonas que lo tranquilizarían

- Pequitas, bokkie, estás bien? – preguntó el alfa

- Si, gracias a ti, ya llevaban unas semanas siguiéndome – dijo ya algo calmado por las feromonas del mayor

- Sea lo que te vayan a decir, es mentira y si se te vuelven a acercar dímelo y les parto su maldita cara

Félix se sorprendió por esa faceta de Hyunjin pues lo tenía catalogado como alguien sereno y lleno de paz, quería preguntar algo, lo iba a aceptar, es curioso y pues la curiosidad mató al gato dijeron por ahí

- Hyunjin, tu eras peleador de calle?

Hyunjin no sabía que decir, no quería que el pequeño supiera de eso y ,menos quería que le temiera por su pasado olvidado, mientras pensaba en una respuesta se dio cuenta que era mejor simplificar la historia ya que aparte de pelear en calle también hacia otro tipo de cosas de las cuales no quería que pequitas supiera, así que solo aceptó lo que le pregunto y no divago más en el resto.

- Si Félix, yo peleaba en la calle por dinero

Hubo un silencio algo incómodo pues el omega no podía creer que en verdad el peleaba en la calle y por lo que le habían dicho, los que peleaban en la calle eran violadores, ladrones y vendían omegas a otros ricos pervertidos

Hyunjin se dio cuenta que si no hablaba el pequeño se iría corriendo y lo perdería, el no quería, no podía, necesitaba a Félix a su lado, necesitaba del olor de Félix, necesitaba estar con SU omega

- Félix, mira, puede que te hayan dicho mil y una cosas sobre los que peleábamos en calle, muchas son ciertas, pero yo solo lo hacía por necesidad, hubo un tiempo en el que necesité de esa vida y así como lo ves, gracias a esa decisión me puedo encontrar en esta gran universidad junto a ti

El pecoso no sabía que decir, lo escuchaba atentamente, pero en lo único que podía pensar era en lanzarse a abrazarlo, estaba tan confundido y ciertas cosas pasaban en casa, necesitaba de un abrazo y así fue, el pequeño omega de Félix sintió necesidad y por un momento tomó el control absoluto

Félix lo abrazó, enrolló sus brazos al rededor del cuello del pelirrojo y pudo sentir su aroma cada vez más cerca, Hyunjin por su parte quedó sorprendido, pero correspondió, los dos se estaban abrazando tan mágicamente que nadie más estaba con ellos, eran su alfa y omega, chico y chico, corazón con corazón, sentían que era le momento más increíble que pudieron tener, así que el alfa guardo ese momento para meterlo en una cajita de recuerdos y guardar ese magnífico escenario ahí.

My litlle YongbokieDonde viven las historias. Descúbrelo ahora