My litlle Yongbokie

Cap 9

Todos estaban sorprendidos por lo anteriormente ocurrido, Félix se encontraba profundamente dormido en los brazos de Hyunjin mientras Minho peleaba como gato contra Han pues le ardía que le curara sus pequeños rasguños que tuvo por culpa de la riña antes habida.

Chan se encontraba hablando tímidamente con los vecinos sobre los ruidos y la pelea que ubo ya que no quería que llamaran a la policía y se hiciera un gran lio sin contar que los señores Lee se enterarían y ahí sería un gran problema, mientras tanto, Seugmin ordenaba un poco la casa y las afueras pues todo había quedado como un desastre.

Hyunjin llevó a Félix a la habitación de Chan, platicaron un poco, más no tocaron el tema de Exequiel, platicaron hasta que ubo un silencio y después se dio cuenta que el pecoso se había quedado dormido recostado en el hombro del alfa, Hyunjin sintió su rostro arder pero tuvo que tranquilizarse y quedarse completamente quieto hasta que en cierto punto se le durmió su brazo, quiso moverse, Félix gimió en seña de que se sentía cómodo y quería quedarse así, Hyunjin no tuvo opción y se quedo un rato más, ese rato se volvieron 20 minutos y esos 20 minutos se volvieron una hora, los dos habían caído profundamente en os brazos de Morfeo, los dos se sentían tan cómodos con la presencia del otros a tal punto en que se quedaron dormidos.

El tiempo pasó, los demás estaban cenando tranquilamente mientras los dos tortolos estaban descansando en la habitación principal, Han les había ido a echar un vistazo en petición de Minho ya que ya había sido muy poco tiempo el que se quedaron juntos, Han le dijo que no se preocupara y que comiera pues dormidos se encontraban.

Por eso de las 8:15 de la noche, Hyunjin sintió cómo se removía el omega en su hombro por lo cuál se despertó encontrándose con el omega algo despeinado y frotándose los ojitos, solo pudo sonrojarse y mirar hacía otra parte ya que había presenciado la escena más tierna de su vida.

Los dos se acomodaron en la cama para quedar frente a frente y verse fijamente, Félix con ojitos de sueño y Hyunjin con curiosidad, curiosidad sobre cómo podía ser tan lindo.

Rieron tímidamente, y nuevamente se quedaron callados sintiendo la presencia de otro, sus aromas los embriagaban cuando re de repente se acercaron cada vez más, el alfa pelirrojo veía con cariño al pecoso y con un poco de deseo mientras el omega solo quería más cercanía, Hyunjin alzó su mano llevándola justo a la mejilla del omega, acarició suevamente admirando las pecas del pequeño, hasta que se animó y lo besó, le dio un cálido beso en la mejilla, Félix se sorprendió más lo dejo ser pues le agradó la acción, Hyunjin se alejó mínimamente para que los dos estuvieran tan cerca que sus labios se rozaran, el alfa planeaba alejarse ya que no quería asustar al omega cuando una acción lo tomó desprevenido, Félix eliminó todo espacio entre ellos juntando sus labios cálidamente, Hyunjin no tardó en corresponder el beso por lo cuál acunó el rostro del omega queriendo más cercanía de la que ya tenían, Félix se sentía tan clamado y alegre sintiendo como su omega revoloteaba en su interior, podía sentir esa conexión con el pelirrojo, así que enrolló los brazos al rededor del cuello del alfa profundizando el beso cada vez más, Hyunjin tomó de la cintura al omega acomodándolo más.

Por cuestiones de aire se tuvieron que separar, los dos se separaron lentamente con sus ojos cerrados para quedar frente con frente y las narices rozándose entre ellas, Hyunjin solo pudo sonreír ampliamente al igual que Félix, los dos se sentían como uno solo, querían estar así por siempre, Hyunjin llamó al omega:

- Pequitas... eres demasiado lindo, lo sabes no? – Hyunjin le decía mientras se separaba de Félix siempre teniendo sus manos en la cintura del más bajo

Félix solo pudo sonrojarse y asentir sonriente en señal de que lo sabía, el pequeño no tenía idea del porqué, pero Hyunjin, en tan poco tiempo había logrado ser el refugio del pecoso, en unos momentos le llevaba algo de comida, le regalaba materiales para que hiciera sus famosos brownies, lo abrazaba cuando tenía oportunidad y una que otra ves le decía indirectamente lo lindas que eran sus pecas.