ひらがな Hiragana [K- &Team]

0.04

Ok... El lugar no estaba mal. Lo que me trajo a hacer aquí es lo que está fatal.

Ni siquiera contó conmigo para esto. Sólo vio la oportunidad y la usó. Aprovechándose de mí descaradamente.

Así es... Aquí estaba yo frente a su ex-novia haciendo el papel de la nueva amante para espantarla.

Y yo que me había ilusionado creyendo que me llevaría a una cita o algo así y sólo...

── Tienes suerte de ser tan hermosa ──la chica soltó con recelo, y luego de girar furiosamente su cabeza caminó hacia la salida y se fue.

Yo suspiré y miré mis manos mientras mordía mi labio inferior aguantando las ganas de machacar al japonés a mi lado.

── ¿Por qué no me dijiste acerca de esto? Es decir, Koga, ¿perdiste la cabeza? Me usaste para engañar a tu ex y ni siquiera tuviste la decencia de pedir mi ayuda directamente ──le dije molesta.

Ya sé que si lo piensan de otro modo se oye como una total estupidez... Como si fuese en vano mi enojo. Pero no lo es. Me siento timada.

Jugó con mis sentimientos, -los cuáles él desconoce por el bien de la humanidad- y eso no estuvo bien.

── ¿Siquiera por qué estás tan molesta? Es una pequeñez ──minimizó la situación.

── Me usaste, K ──

── Jade, no seas exagerada. Eras mi única opción para sacármela de encima ──

Lo peor de todo yo creo que es la forma en la que habla. "Opción"...  Eso me suena tan ofensivo.

── Claro y yo que soy la única estúpida que iba a dejarse engañar ──di un revuelo de ojos.

Esta es de las situaciones más vergonzosas en las que he estado.

Y lo peor de todo... Él luce tan normal. A veces me dan ganas de golpearlo.

── Me voy a casa ──anuncié, ya cansada.

Sin más me aferré a mi bolso, y caminé unos metros lejos de él.

── Jade, espera... ──

Y ahora estaba detrás mío.

¿Creen que detuve mi paso? Por supuesto que no. Lo hice caminar a rastras al menos una calle.

Por ello cuando decidí pararme y voltearme de una, él no se lo esperó y no le dio tiempo detenerse, y prácticamente caminó unos pasos más conmigo pegada a él.

Es una suerte que al menos me haya sujetado, en caso que me cayese.

Ok, eso había sido una mala idea.

── ¿Eres tonta? ¿Cómo vas a hacer eso de repente? ──me preguntó entre risitas, mirando hacia abajo.

Mi carita escondida en su pecho y... Oh... Me encanta su perfume.

── Sólo... No pensé que ibas a chocar ──me alejé luego de unos segundos, aunque su mano tomó mi brazo.

Sé que lo está haciendo por precaución para que yo no vuelva a irme.

── ¿Qué quieres? ──finalmente hablé.

── Perdóname, ¿sí? Estuvo mal, tienes razón ──su expresión cambió... Así que le creí.

Es que yo me he dado cuenta de que nunca me le puedo negar.

── ... Está bien ──solté rendida, y luego suspiré.

── Te lo compensaré ──dijo con una sonrisa, pasando un brazo por mi hombro.── ¿A dónde quieres que te lleve? ──preguntó.

── Quiero que sea algo genuino, no porque quieres asegurarte de que estás perdonado ──exigí.