ひらがな Hiragana [K- &Team]

0.03

Luego de mirarme al espejo durante un rato sonreí. Me había encantado mi outfit. Definitivamente el azul persa era mi color. El vestido que elegí era bonito, y con el sobretodo gris le daba un toque único.

Tomé mi bolso y le di una rápida despedida a mi gatito que dormía plácidamente en su camita.

Sé que Koga me dijo que podía llevarlo. Pero Yuu parece cansado. Además, no tardaré mucho en regresar.

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El timbre sonó en la casa de los Yudai, una vez lo presioné, y pronto la mayor de las mujeres fue a abrirme la puerta.

── Cariño, hace mucho no te veía ──me estrechó en un abrazo.

La madre de Koga era realmente cariñosa.

── Yo también la extrañé mucho ──sobé su espalda y luego sonreí.

── Estás tan preciosa ──me acarició la mejilla y yo le agradecí entre risitas.── Pasa, linda ──

Sin más entré, y mientras caminábamos rumbo a la sala pude escuchar las voces de varias personas.

Y ahí estaba Koga, hablando con su padre. También estaba su hermana mayor, con su esposo y su hijito de un año.

Vaya, el pequeño Yuma había crecido tanto en el tiempo que me pasé sin venir.

── Hola, buenas noches ──saludé con una sonrisa.

── Jade, estábamos esperando por ti ──

Todos se pusieron de pie para recibirme entre sonrisas y cálidos abrazos.

El papá y la hermana de K me halagaron muchísimo. Fuma, el esposo Sakura me saludó tan cordial como siempre y luego me agaché para sostener al pequeño Yuma que que jugaba con uno de sus juguetes.

── Hola, mi amor ──le hablé tiernamente.

El bebito me miró fijo, como si estuviese analizando mi rostro.

── Oww, ¿ya no te acuerdas de mí? ──pregunté fingiendo estar triste, el pequeñín no tardó en carcajearse y luego acercarse más a mí.

Oh, creo que ya me recordó.

Acaricié su espaldita y sonreí, sintiendo cálido mi pecho al recibir el cariño del bonito bebé.

Sentí la mirada de alguien sobre nosotros, y volteé, obviamente se trataba de Koga. Y esperen... Estaba sonriendo... Dios... Ojalá tuviese una cámara en este momento para captarlo.

Casi nunca sonríe. Al menos no lo hace cuando está en frente mío. Pero sé que lo está haciendo por el pequeño Yuma, todos se derriten por lo adorable que es.

── Hola ──lo saludé, bajándolo de su nube, y él dejó de sonreír al notar que lo estaba viendo.

Agh... Koga, ¿cuándo dejarás de ser tan orgulloso conmigo?

Él sólo hizo un ademán con su cabeza, para que lo acompañase. Yo asentí, y dejé al pequeño Yuma en los brazos de su abuela, para luego de disculparme seguir a mi amigo.