Capitulo 8: Imposible

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Me encontraba solo. Todo estaba oscuro, no habia escapatoria alguna de aquel tenebroso y marginal lugar. Yo corria, tratando de escapar. El silencio me provocaba escalosfrios. Podia oir mis propios latidos. En el fondo, supe que estaba corriendo hacia la nada misma. Me detuve y voltie para ver si ella aun seguia ahi, con su mirada penetradora y su largo y castaño cabello. Ahi estaba ella, persiguiendome hacia un lugar tan desconocido para mi, que hasta mi sexto sentido me decia que estaba corriendo mucho peligro alli. "ALTO! DEJA DE SEGUIRME!" le ordene. Pero sin embargo, ella no hacia caso. La tenia a solo centimetros de mi, extendio su mano con intencion de agarrarme y empeze a rotrecer, hasta el punto de comenzar a correr hacia atras. No podia voltear, algo me lo impedia; mis piernas no respondian a las ordenes que mi cerebro enviaba. Tropeze contra mi propia estupidez y cai duramente en el suelo. Estaba aturdido, completamente desorientado, mi respiracion estaba entrecortada, mi corazon latia a velocidades que ni yo mismo sabia que existian, como si fuera a estallar en cualquier momento. Ella llego, y estaba de pie frente a mi, que por mas intentos que hiciera por levantarme, mi raciocinio no hacia caso. La observe. Ella era realmente hermosa; su piel parecia recientemente bronceada; en el contorno de sus ojos, podia notarse el cansancio acumulado de muchos dias en si; en la comisura de los labios perfectamente tallados, se esbozaba una leve sonrisa. "No me hagas daño", suplique, "Dejame ir y olvidare que todo esto ha pasado. Porfavor". Ella elevo aun mas su sonrisa y nego con la cabeza, estaba comenzando a volverse loca, y, al igual que yo, estaba por largarse a llorar en cualquier momento, aunque yo no sabia por que y dudaba que ella lo supiera. Saco una arma, 'Calibre 22', pense. Me apunto directamente a la cabeza, y comenzo a negar nuevamente, aunque sin su sonrisa, que se habia convertido en una linea recta, y de sus ojos, las lagrimas caian vorazmente. "Lo siento", fue lo ultimo que oi antes de que me dispare.

En ese momento, Bastian desperto con una angustia terrible en si. Temblaba integramente y su corazon estaba mas acelerado que lo normal y lo recomendable. Solo fue un sueño, ya todo paso, se decia a si mismo para tratar de calmarse un poco.

Miro su reloj, que marcaba las 6:40 am, y supo que en una hora, tendria que prepararse para ir a la estacion de München para encontrarse con sus compañeros y asi emprender viaje rumbo a M'Gladbach. Recordo entonces lo que Pep le habia dicho hace tan solo unos dias atras "Si logras hacer 2 goles contra el Borussia, te consagraras el futbolista aleman del año", lo que le provocaba mas presion aun. Sin embargo, se matuvo optimista y se propuso a si mismo, hacer esos dos goles en el dia de hoy.

En la estacion, se encontro con sus colegas y todos actuaron como si nada hubiese pasado en el dia de ayer. Lo que le genero a Bastian una gran paz por dentro. En el viaje, se sento junto con Phillip Lahm, quien le agradecio por la fiesta ofrecida de hacia una semana, pero que anteriormente no habia tenido la posibilidad para hacerlo. Ambos compartieron una muy entretenida charla antes de arribar en dicha ciudad. Todos estaban muy concentrados y espectates por ver que ocurriria hoy no solo con el partido, sino que tambien con el futuro de Bastian. Esto podria cambiar su carrera realmente.

Ya estaban todos en cancha. Esperando a comienze el partido. "¡Suerte Bastian!", "Hoy seras historia, hermano", "Veras que si se puede Schweinsteiger!"; eran algunas de las frases que le decian sus colegas mientras el partido circulaba.

Ya solo faltaban 20 minutos para que esto terminara, y el partido continuaba 0:0. Bastian se mantuvo positivo todo el tiempo, y seguia creyendo en que lograria convertirse en historia. Sabia que era dificil, pero tambien, sabia que alli fuera miles de personas confiaban en el, y eso lo motivo a creer en si mismo. Dante Bonfim, le hizo un gran pase, y el logro meter su primer gol. La tribuna hizo una gran ovacion, y todos en cancha y en el banquillo festejaban. A los restantes 5 minutos que faltaban para que esto termine, Mario Götze esquivo a Herrmann, Kramer y Kruse, y, en vez de convertir el gol, dejo que Bastian lo haga, lo que lo ayudo para convertirse en historia. Pep Guardiola entro en la cancha de juego y corrio directo hacia Bastian, para poder festejar junto con el y los demas jugadores de este inmeso club. "¡Y BASTIAN SCHWEINSTEIGER PASA A SER EL JUGADOR HISTORICO DE LA LIGA EN ALEMANIA, CON UN TOTAL DE 360 GOLES!", era lo que el relator decia para el publico. No habia nadie que no festejara.

La fiesta se realizo esa misma noche en el AllianzArena a puertas cerrada, solo podian estar los jugadores, tecnicos, y todos los que formaran parte del club. Todos se divertian mucho, bailaban, conversaba y hasta inclusive, armaban pequeños partidos de futbol.

La celebracion finalizo a las 3 am en punto, y cada cual se dirigio a su hogar. Bastian, que primero llevo a Thiago y luego a Javi Martinez, llego a su mansion haciendo un poco de equilibrio para no toparse con nada en el camino.

Al llegar a su puerta y tratar de introducir la llave en la cerradura, las tiro sin darse cuenta, por lo que se agacho a recogerlas. Entonces, mientras estaba arrodillado, alguien tapo su cara y lo amordazo. Bastian trato de gritar pero se le hacia imposible, ni tampoco podia ver que quien era, ya que estaba todo oscuro. Entre 3 personas, lo agarraron fuertemente y lo metieron dentro de un auto.

- Hey, despierta. Vamos despierta. ¡TE HE DICHO QUE TE DESPIERTES!- se oyo un fuerte cachetazo.

Bastian abrio sus ojos y miro sus manos, estaban atadas, al igual que sus pies. No se atrevio a mirar hacia arriba, tenia miedo. La habitacion era oscura a no ser por un foco blanco que alumbraba muy poco; el suelo era humedo y el olor hacia notar la falta de aseo en aquella pequeña habitacion.

-Asique por fin te tengo aqui, en donde deberias haber estado siempre maldito idiota. En la peor miseria posible.

Bastian automaticamente reconocio esa voz, y esta vez si levanto su cabeza. Las lagrimas caian de su ojos sin necesidad de que el les ordene hacerlo. Su garganta se anudo de una forma indescriptible, y mas que asco, sentia tristeza. No habia palabras para definir lo horrible que se sentia. Esto no podria estar pasando. No. No podia ser. Todo menos eso.

-Imposible...- dijo Bastian, luego de reconocer, una vez mas, a aquel hombre que estaba frente a el y lo habia secuestrado.

Thomas Müller.

Enamorandome de quien no debo (Bastian Schweinsteiger)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora