La Voz Del Bosque

2. El Café

Jake Anderson

La alarma suena despertándome abruptamente, mi respiración se encuentra un poco agitada después de soñar nuevamente con esa extraña voz.

Me siento a la orilla de mi cama con la mirada clavada en el vacío, mi mente intenta descifrar el significado de ese sueño, los minutos pasan, no puedo permitirme perder más tiempo pensando en esto.

Me dirijo al baño a darme una ducha, posteriormente bajo a la cocina a preparar el desayuno, tengo que darme prisa si no quiero llegar nuevamente tarde a clases.

Comienzo a caminar hacia el instituto, mi mente sigue meditando en ese sueño, ese sueño qué ahora solo son un par de fragmentos, fragmentos de esa voz expresando algunas palabras inaudibles.

Jake –la voz de Rose interrumpe mis pensamientos–.

Hola Rose –respondo con una sonrisa mientras volteo a ver sus lindos ojos grises–

En el Café a las 5pm, tengo que irme –sin decir una palabra más se marcha dejándome nuevamente solo con mis pensamientos–

5pm, ¿Qué tendrá en mente?

Retomo la marcha sin darle mayor importancia al tema de Rose.

El día transcurre sin mayor novedad, la hora en que me ha citado Rose llega así que me dirijo al Café que me indicó.

Llegas tarde –dice con sarcasmo Rose–

Solo por dos minutos –respondo mientras ruedo los ojos– Y bien, ¿Qué hacemos aquí Rose?

Me alegra que preguntes Jake, Thommy está de vuelta.

Una sonrisa se forma en mis labios al oír eso.

¿Hablas enserio Rose?

Sí Jake, hablo completamente enserio.

¿Y dónde está?

–Dijo que quería verte hoy en el lago como cuando éramos niños Jake.

En el lago –mi sonrisa se borra y comienzan a llegar varios recuerdos a mi mente–

Jake –la voz y la mirada de Rose reflejan genuina preocupación–

Mi respiración se comienza a poner pesada, cientos de recuerdos comienzan a invadir mi mente.

Jake tranquilo, no fue tú culpa –dice Rose intentando hacer que me calme–

¿No fué mi culpa? –mi respiración se vuelve aún más pesada–

Jake fué un accidente, no podías hacer nada para evitarlo –intenta convencerme–

¡Fué mí puta culpa Rose!, podía salvarlo –mi voz comienza a quebrarse al pronunciar estas palabras–

Podía salvarlo Rose –lagrimas comienzan a brotar de mis ojos mientras agacho la mirada–

Él confiaba en mí, le prometí cuidarlo siempre y le fallé –Rose solo me observa con tristeza en sus ojos–

Él sabe qué hiciste todo lo qué estuvo en tús manos para ayudarlo Jake –se levanta de su silla y se acerca a mí para abrazarme–

Fué mi culpa qué él cayera al agua esa tarde Rose, me distraje 30 segundos y él cayó –el nudo en mi garganta apenas me permite terminar la frase y las lágrimas se apoderan de mí completamente–

Fué un accidente Jake, intentaste salvarlo, diste todo por salvarlo –me abraza con una calidez qué comienza a tranquilizarme lentamente–

Se qué lo amabas, lo amabas demasiado –dice intentando calmarme–