Lawrence.

I

Todos tienen un origen certero, digo, madre, padre.
Pero él? Él no ha de tener eso.
Luego de que la heroína de un reino acabase con una de las peores amenazas que aquel lugar había conocido en los últimos 30 años, y el cuerpo de aquel monstruo cayó sin vida en el descampado de las afueras, se acercó para ver que aquella, cosa estuviera completamente muerto.

Corroboró lo que quería y retrocedió un poco mientras las tropas reales, y el mismo rey llegaban a la escena.
Fue el momento donde el inmenso cadáver estaba rodeado, que una pequeña cabeza asomó, cubierto en la sangre de aquella criatura.
Era un pequeño bebé, el cual gateaba cuidadosamente fuera del muerto cuerpo.
Tenía el cabello negro, y los ojos de un marrón muy suave.
La heroína entonces se apresuró a alcanzarlo y lo sacó de ahí con cuidado, la piel de aquel niño no era, normal, tenía un tono mas... Grisáceo que la piel humana normal. Un rojo grisáceo claro.
El rey se acercó a ella.
— ¿De dónde salió?
— No lo sé, mí rey, estaba debajo del... Cadáver.
La mujer trató de dárselo al rey, pero el niño empezó a llorar y a aferrarse a ella.
— ...
Aquel rey no contestó, solo acomodó su máscara y le dio la espalda, yendose.

La mujer envolvió al niño, el cual ya no lloraba, en su capa. Y se apresuró a ir a su casa.
Una vez ahí, sola, comenzó a examinarlo.
El infante la miraba confundido.
Suspiró, lo recostó con cuidado en su cama, al estar boca arriba el niño comenzó a removerse hasta darse vuelta y gateo hacia ella.
— Eres demasiado pequeño... ¿De dónde has salido?
Preguntó jugando con el dedo de aquel chiquillo.
El niño simplemente bostezo y se durmió a los segundos en sus brazos, la mujer lo mimaba, siempre había querido tener hijos, pero nunca había podido siquiera casarse.
Comenzó a mirarlo cuando notó unas marcas en el cuello del menor, era un patrón raro que creía haber visto en algún lugar antes.
Se levantó con cuidado y buscó en sus cosas, entonces encontró un viejo pergamino con la inscripción de una leyenda, la leyenda del Wither.
Esas marcas estaban en otro idioma, pero era el mismo idioma de esa leyenda. Sacando sus conclusiones lo entendió, ese niño en sus brazos estaba severamente relacionado con el monstruo del cual había salido... Pero como?
Muchas preguntas se generaban en su cabeza, toda su vida se dedicó a investigar al ser antiguo conocido como Wither... Y ahora tenía a su... Hijo?
No, aún más importante, por qué el niño se quedaba con ella. Por qué había llorado cuando trató de dárselo al rey? No tenía las respuestas que quería, y eso le molestaba.
Cuando iba a dejar al pequeño bebé en la cama, sintió como si el agarrara algo en su pecho.
Su collar.
Era un collar que había heredado, era una estrella del inframundo... ¿Era eso? ¿Eso había atraído a aquel niño?
Suspiró y decidió dos cosas en ese momento.
Número uno. No dejaría solo a aquel pequeño, lo criaria como si ella misma lo hubiera parido.
Y número dos. Investigaría más a fondo para poder entender, porque el niño apareció de la nada, y por qué la había elegido a ella.

Costase lo que costase.