GUERRA DE MUNDOS

3

"EL AMANECER"

Que rencoroso puede llegar a ser el pasado, incluso cuando lo creí perdido entre las cenizas del presente, cuando todo parecía perdido por el pasar del tiempo. Nada desaparece, por más que lo he intentado sin éxito, mis víctimas no permanecerán benevolentes.
Intente cambiar, ser mejor, ser alguien más, una mejor persona para este nuevo mundo al que he llegado de forma repentina.
Pero ellos no me trataron igual, pensé que mostrándoles mis mas sinceras intenciones las cosas serian distintas, en cambio, ¿que he recibido?

-Guerra!- pensé que los mortales serían diferentes, sucumbí ante mi propia ignorancia, pero aún así logré cambiar, ocultar lo que alguna vez fui, no más Meztli o cualquier otro nombre con el que me hayan catalogado a lo largo de los milenios.

Me convertí en yo mismo, en lo que creí perdido, me adoptaron una vez más para cobijarme bajo su calor y llamarme por última vez con un nombre que sería recordado; aún persevera en la actualidad.
"México".

- si muero, espero me recuerden como aquel que brindó felicidad y no como al "comandante de la muerte"-
- si muero, ¿me recordarás? ¿Me extrañarás? ¿Pensarás en mi?, yo espero que si-
Si algo he aprendido a lo largo de mi vida en el mundo mortal es a amar, amar como nunca lo hice.
- aprendí a amarlos tanto que soporte su rechazo, su odio, su decepción, después de todo ¿quien soy yo para negarles sentir?
Después de todo, los amo tanto que moriría por todos.

-podrías caminar más rápido? El tiempo se agota- dijo el mexicano al Dios que lo acompañaba de mala gana tras de el.

- si no me hubieses herido estaría siguiéndote El Paso- con algunas heridas aún abiertas mantenía con firmeza su caminar rumbo al "palacio" de mictlantecuhtli el cual ya era visible.

El ex comandante se detuvo por un momento para observar el alrededor por unos segundos, su "hermano" no era alguien de palabras, no podría solo llegar a saludar o incluso negociar, temía lo peor más no podía rendirse ahora.

- lo estás dudando ahora? Siempre fuiste el más valiente aunque tomabas las peores desiciones- Quetzalcóatl se sentó sobre una roca a seguir regenerándose, no era fácil curar sus heridas después de haber perdido gran parte de su poder a manos de los segundos.

- Esas desiciones te salvaron el culo a ti y a los demás dioses, si tan sólo me hubiesen escuchado nada de esto estaría pasando ahora-

- tal vez, pero eso significa que jamás te habrías convertido en lo que eres ahora México- por primera vez había escuchado que un Dios además de coatlicue lo llamara por su nombre actual.

- camina- solo le dio una mirada ordenándole que le siguiera, tal como en los viejo tiempos; pensó.

Con cada paso que daba podía sentir la presencia de su hermano, sabía que estaba molesto y lo observaba llegar a las puertas de su recinto, una vez ahí solo notó la presencia de un guardia con forma de esqueleto y ojos brillantes que lo observaba -el espía- pensó. El ser desapareció entre los árboles dejando al antiguo meztli más que alerta por lo que se encontraría tras aquellas puertas.

- no tienes que acompañarme padre, esta es mi pelea, solo quería llegar al mictlan con tu ayuda- abrió aquellas pesadas puertas para perderse totalmente dentro de aquel lugar, lejos de la mirada de Quetzalcóatl.