Cap 7. •Inevitable•

142 28 2
                                    

Giraba la perilla de la puerta principal de mi casa, sentía que algo no andaba bien, sudaba frío.
Al abrir la puerta, no había nadie, un incómodo silencio inundaba la sala, entré sigilosamente, como si evitara que algo o alguien me escuchara, miré por todos lados, observando detenidamente cualquier objeto, plantas, las plantas estaban secas, prácticamente muertas, cuadros, los cuadros no los lograba visualizar bien, se encontraban borrosos, o más bien, como si estuvieran derretidos, libros, habían libros dispersos en el suelo, tal como si alguien los hubiese tirado desesperadamente, habían hasta muebles volcados.

La atmósfera del lugar era tensa, oscura, comenzaba a ponerme nervioso, no comprendía nada. Subí las escaleras, iba a revisar las demás habitaciones. El pasillo estaba igual de desordenado.
Miré la habitación de mi madre, ella no se encontraba ahí, por un lado me aliviaba, y por otro no, era raro, la casa se siente tan sola, es como si incluso las presencias invisibles para el ojo humano hubiesen desaparecido, busqué por todos lados y no había nadie, si quiera un insecto.

Esto comenzaba a desesperarme, no entender nada de lo que estaba pasando, era tan extraño, traté de tranquilizar mi pulso, es como si una fuerte presión me estuviera atacando sin piedad. Que mi madre no esté en casa era extraño, que la casa esté desordenada a más no poder, era extraño, que todo este con escasa luz, es extraño, todo era extraño, comenzaba a marearme de la rara sensación del lugar.

Me quedaba solo un cuarto para ver, era el mío, dudé un poco en si abrir la puerta o no, pero después de unos minutos en pensarlo, la abrí.

...

Desperté repentinamente, estaba sudando, respiré un poco, estaba algo exaltado. Me dirigí al baño y me lavé la cara, miré mis ojeras en el espejo, había dormido horrible, miré mi cabello, estaba totalmente desordenado, parecía haber tenido una ardua guerra con la almohada, todo eso fue una mal pesadilla.
Sabía que no podría volver a dormir, después de haberme despertado de esa manera tan brusca, era imposible que volviera a tener sueño, a menos que por obra de magia el sueño me vuelva en un pestañeo. Necesitaba relajarme un poco, para calmarme y poder dormir de nuevo, por lo que fui al balcón de mi habitación y me apoyé en el barandal mientras miraba las estrellas, parece ser que aún era tarde. La fría brisa del viento me encantaba, solo espero no enfermarme.

...

Suspiré triste, estaba recordando los malos momentos que había pasado antes, me sentía mal al no haber hecho algo para evitar todo eso, simplemente me disponía a escuchar, no respondía, no actuaba, solo dejaba que todo pasara, y esperaba que por un milagro todo eso se detuviera de repente, no fue así, algunas cosas ya no me pasan como antes, pero otras siguen sucediendo, yo solo las ignoro en el momento, pero sé que luego no podré ignorarlas, en cualquier momento me pondré a pensar todo lo que me ha sucedido, es inevitable.

Con mis manos tomé el collar sin quitármelo, lo jalé hacia delante para poder mirarlo con más detalle, era bonito, me gustaba. Me alegraba saber que tenía a alguien especial, me hacía feliz verlo sonreír. No me arrepiento de haber ido a ese árbol por curiosidad, por ser curioso, conocí a alguien que me alegraría los días y me sacaría de mis pensamientos, solo espero que estos momentos no se acaben.

Ya comenzaba a sentir sueño, así que fui a mi cama para poder dormir, solo fueron unos pocos minutos en los que tardé en caer dormido.
[• • •]
Volví a despertar, esta vez el sol ya había salido, me sentía algo mal, había agarrado un resfriado, fue mala idea no haberme abrigado antes, pero bueno, pronto se me pasará.

Me levanté con pesadez de la cama, no quería hacerlo, pero debía, me iba a tomar una ducha para calentar el cuerpo. Y lo hice, me tomé la ducha, por un momento casi me quedo dormido.

Ya con mi ropa puesta, bajé las escaleras, mi madre no estaba, por lo que no había desayuno, me daba pereza cocinar así que fácilmente agarré una manzana, exactamente una verde, la enjuague para poder comerla en el camino.
[• • •]
Caminaba sin rumbo alguno, miraba por los lados por si encontraba algo interesante que me llamase la atención, tenía tiempo sobrante. Solo habían árboles, casas, entre otros, no voy a memorizar lo que había visto en el camino.
Daba mordiscos a mi manzana, no tenía ni idea en donde dejar los restos, quizás en el suelo por ahí, total, no es algo contaminante, o eso creo.

De la nada un pequeño gato se me cruzó, era de esos que tienen manchas naranjas y negras. Por alguna razón comencé a seguir al gato, no recuerdo desde cuando, porque siento que lo hice inconscientemente, yo simplemente seguía al gato, hasta que escaló un árbol, ahí fue cuando paré, miré a mi alrededor, no tenía ni la menor idea de donde estaba, me había perdido por completo, aunque, de seguro vuelvo pronto, dudo que me haya ido tan lejos.

[• • •]

...
No fue así, ya estaba oscureciendo cuando logré encontrar un camino que reconociera.
.
.
.

-Desconocidos- (nightmare x male reader) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora