Cap 12. ¿Qué?

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Nuevamente despertaba, estoy comenzando a pensar que soy un completo vago, no dejo de dormir y despertar en varias ocasiones, ni siquiera estoy cansado. De todas maneras, esta vez despierto por casi estar asfixiado, había olvidado que estaba en el sofá y tenía un cojín en toda la cara, al levantarme siento como si mi nariz hubiese sido aplastada por horas, por las dudas me toco la nariz para ver si es que sigue ahí, por suerte sigue teniendo su forma.

Luego de estar sentado y plasmado viendo el suelo como si estuviera ido, claro, tenía una cara de recién haber despertado y posiblemente tenía algún peinado extravagante, o mejor dicho, el cojín marcado; bostecé, y me troné un poco el cuello, últimamente andaba muy tenso.

Ni siquiera me molesté en prepararme algo para comer, tampoco sabía que hora eran, pero no me importaba, así que agarré lo primero que vi, mala elección, era un pan añejo, quizás cuántos días llevaba ahí. Rápidamente lo boté.

Ya había perdido el apetito así que decidí en ir a pasear un rato, ya que estaba vestido no había necesidad de ir a mi habitación y arreglarme. Afuera, el viento corría con tranquilidad y el cielo anaranjado se sentía cálido, una reconfortante sensación de tranquilidad. Solté una sutil sonrisa, la cual parecía una mueca mal hecha, o bien...así lo sentía, así que rápidamente volví a mi expresión indiferente, o mejor dicho, la expresión de un despreocupado. Me encaminé a los pasos sin rumbo, aunque inconscientemente me dirigía hacía la zona que deambulo con frecuencia.

Ya luego de una larga y lenta caminata, luego de haber sido atacado por una bestia salvaje y temible, con las garras de un animal feroz en busca de una presa indefensa...prácticamente un gato, finalmente había llegado a ese enorme árbol, aunque no era mi principal meta, de hecho, no pensé en llegar a este lugar a propósito, de todas maneras, me adentré más, a ver que sorpresa me encontraba hoy. Tal como me lo esperaba, era uno de los guardianes la sorpresa que me esperaba, aunque para ser guardián le falta experiencia, mejor dicho, personalidad. Animadamente lo saludé, levantando mi mano derecha en señal de saludo, meneándola de un lado a otro.

—Hey!, ¿qué tal, Nighty?— Mientras me acercaba por atrás, y como si fuera costumbre, sentándome a su lado, apoyando mi espalda con el gran tronco del árbol. En su respuesta, pude notar un pequeño exalto de su parte, posiblemente culpa de mi repentina bienvenida.

—¿Nighty?...—  Escuché como susurró para si mismo, mirándome confundido, pero rápidamente cambiando esa expresión por una agradable y tímida sonrisa. —Hola  ____, ¿cómo-...qué es ese peinado que llevas?— Vi como se aguantaba una pequeña risilla, ladeé la cabeza hacia un costado, confundido, luego me recompuse rápidamente recordándolo, había olvidado arreglar mi cabello luego de despertar, además del sorpresivo ataque de ese gato malcriado. Con movimientos rápidos, arreglé mi cabello lo mejor que pude, honestamente tener el cabello corto es una especie de maldición.

—Oh!, bueno...jeje, sucedieron algunas cosas— Contesté, con una leve risilla nerviosa entremedio. Él se rió, no de manera burlesca o en busca de molestar, simplemente por la gracia de la situación, yo lo miré sin darme tiempo de reaccionar. —Entiendo. A todo esto, ya estaba esperando este momento...charlar contigo.— Hice una sonrisa orgullosa, o mueca engreída. —Así que estabas esperando mi aparición, ¿eh?— Nightmare rápidamente se sonroja, negando con la cabeza y las manos, rápidamente. —No es eso.— Comienza a explicarse, yo lo miro como si me hubiesen bañado en concreto. —Quiero decir, sí, pero no exactamente eso.— Se excusa, con su voz temblando al principio por los nervios. Con la misma expresión de piedra le respondo antes de que siga hablando. —Estaba bromeando, no te excuses tanto.—

—Lo siento.— Suelta un suave suspiro, ya calmándose y así seguir hablando. —Como estaba diciendo, quería hablar contigo de algunas cosas.— Levanté las cejas, curioso en sus palabras.

—¿Sí?, entonces ve a ello.—

—Para ser honesto, creo que va a ser algo extraño lo que te diré...— Por un pequeño momento miró hacía el suelo, en busca de ordenar sus palabras, mas, no creo que el pasto tenga palabras grabadas en sus hojas o hayan pequeñas hormigas que le digan que decir, pero bueno, cada quien; levantó su mirada, mirándome, yo moví un poco la cabeza, esperando a que continuara.

—Oh...eh, cierto, en realidad es una pregunta, no sé por qué le doy tanto revuelo.— Esperé pacientemente a que continuara, ya estaba haciendo muchas pausas. —Entonces, ¿me lo dirás o no?— Traté de sonar tranquilo, pero en realidad me mataba la intriga, odiaba el suspenso de todo esto.

—¿Alguna vez has sido olvidado por alguien?—



PD: La portada no tiene nada que ver, se me perdió la de antes y no tenía nada para sustituirla (además me causó gracia).

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⏰ Última actualización: Feb 23 ⏰

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