🦉LUZANNE🐸 The Owl House & Amphibia

CAP 11 EL GROM

Anne abrió la puerta del gimnasio de Hexside, encontrándose con una escena un tanto inusual, no es normal ver a un mono con caparazón colgando haciendo de bola disco.

—¿Luz, que son todas estas decoraciones, estos globos y ese “mono”? —cuestionó la tailandesa haciendo especial enfoque en lo último.

—Ni idea, estoy en las mismas que tú, pero me parece lindo esto —respondió Luz con una sonrisa en su rostro.

—Oh, cierto, ustedes acaban de ingresar este año a Hexside —recordó Willow al escuchar las palabras dichas por las humanas.

—Eh, ¿sí?, ¿pero que tiene que ver eso con las decoraciones? —cuestionó Anne con el ceño fruncido.

—Que ustedes nunca fueron al baile del Grom —Gus se unió a la conversación.

—¿Qué es el Grom? —dijeron al unísono Anne y Luz.

—En resumidas cuentas, el Grom es una bestia que vive bajo la escuela y cada cierto tiempo sube a la superficie, por lo cual un estudiante debe de enfrentarlo hasta derrotarlo —explicó la chica con anteojos.

—Guau, eso suena relativamente fácil —comentó la tailandesa.

—Ya quisieras, esa cosa se transforma en tu peor temor, necesitas coraje para enfrentarte a tus miedos —agregó Gus con cierto nerviosismo.

—Por suerte yo, la gran Anne Boonchuy, no tengo ningún temor, solo a los insectos, pero sería sencillo enfrentarme a insectos —la tailandesa tenía una sonrisa egocéntrica en su rostro.

—Yo le tengo miedo a gatos con cara de personas —Luz habló.

—Luz, jamás en tu vida verás a un gato con cara de perso-

Un maullido llamó la atención de todos los presentes. Cuando las humanas voltearon hacia donde se originó el sonido pudieron ver a un gato con cara de Chayanne.

—¡¿Q-Qué diablos es eso?! —preguntó la tailandesa son los nervios de punta.

—¡NO ME DIGAS QUE SON REALES EN ESTE MUNDO!

Antes de que alguien pudiera decir palabra alguna, el gato desapareció sin más.

—¿Desapareció? —Anne estaba incrédula.

—Un momento... ¡¿ERA UNA ILUSIÓN?! —la dominicana gritó para después mirar al chico ilusionista que se encontraba riendo a carcajadas, sin embargo, una mirada amenazante por parte de Luz hizo que dejara de reír en un instante.

—Okey, okey, no lo volveré a hacer. Solo fue una broma de ilusionistas.

—Atención a todos los estudiantes, ya se ha elegido a la reina del Grom —habló por un alta voz alguien desconocido.

—Tremendo, me pregunto quien será —Anne dijo intrigada.

—Me gustaría ser la reina del Grom, si tan solo no tuviera que luchar contra un monstruo —Luz bajó su mirada un tanto desanimada.

—La reina del Grom es Amit —la voz fue interrumpida por un montón de balbuceos indescifrables por parte de otra persona anónima.

—¿Qué dijo? —preguntó Willow mirando a sus amigos en busca de respuestas.

—Me acaban de informar que la reina del Grom no estará disponible por unas semanas, así que, la nueva reina del Grom será... ¡La humana Anne Savisa Boonchuy!

Todos los presentes quedaron mirando a la humana con incredibilidad en su rostro y algunos con una notable molestia en sus rasgos faciales.

—¿En serio, Una humana? —Los murmullos empezaron a resonar por los pasillos.

—El Grom la vencerá fácilmente —más susurros se hicieron presentes.

—Estamos condenados a vivir muestras peores pesadillas —dijeron algunos sin importarle que sean o no escuchados por el grupo de amigos.

—Uy, Anne, parece que la suerte y la confianza de los demás no están de tu lado —habló Willow con cierta inseguridad.

—Bueno, ¡aunque tengas que pelear contra una bestia cambia formas lo harás genial, chica! —alentó la dominicana a Anne.

—Claro, si sales con vida... —comentó Gus con un tono tenebroso.

Las tres chicas miraron a Gus con una cara seria.

—Uff, bueno. Es solo una pelea, ¿no? —Anne miró a los demás, lo cuales no tenían alguna expresión en su rostro—. Ajam, Gus, ¿qué te parece si me ayudas a entrenar? podrías hacer ilusiones de mis miedos y así facilitarme la pelea.

Apenas terminó de pronunciar esas palabras los ojos del chico empezaron a brillar y una gran sonrisa apareció en el rostro de éste.

—Tranquila Anne, ¡yo te ayudaré! —el chico gritó entusiasmado.

—¡Fantástico, después de clases iremos a la casa búho!


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—Oye, Luz, ¿te puedo pedir la opinión de algo? —Anne miró a la dominicana que se encontraba revisando su armario en su habitación en la casa búho.


—Oh, claro, ¿qué necesitas?

—Bueno, es algo tonto... —Anne tragó con nerviosismo—. ¿cuál debería de utilizar?

Anne le enseñó a Luz dos conjuntos de ropa; el primero se basaba en un vestido con la parte superior de un color azul índigo con puntos blancos y el color de la parte inferior de un azul marino, junto con su clásico zapato amarillo. El segundo se basaba en una camisa manga larga azul claro, un moño negro para dicha camisa, un saco blanco al igual que el pantalón y unos zapatos de vestir café.

—Creo que te verías mejor con un traje en lugar de un vestido—respondió Luz después de haber pensado por unos minutos.

—¿Lo crees? —preguntó Anne con curiosidad.

—Sí, además, seguro te hará ver muy atractiva —pronunció Luz con una pequeña sonrisa juguetona en su rostro.

Las mejillas de la tailandesa se calentaron al escuchar las palabras halagadoras de la contraria.

—B-Bueno, el traje será...



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—Sí que tardaron allá dentro —dijo Gus al ver como Anne y Luz salían de la casa búho juntas—. Da igual, Anne, ¿cuáles son tus miedos?

—Los insectos, ya te lo dije antes.

—Anne, seguramente tienes otros temores, debe de haber algo más.

—Mmmm... —la tailandesa empezó a rebuscar por su memoria en busca de otro temor suyo—.  Lo lamento, no sé a que más le tengo miedo.

El muchacho suspiró resignado para luego volver a hablar.

—¡Bien, estás frita! —habló con una fingida felicidad—. Me voy

Dicho y hecho el joven se fue sin más, dejando a las humanas solas.

—Tranquila, Annie, todo estará bien.

—Luz, aprecio tu apoyo, pero no creo que sea la indicada para esto. Ni siquiera sé a que le tengo miedo en realidad, si no sé eso entonces estaré acabada cuando luche con el Grom.

—Que tal si... —la dominicana pensó por un momento para acomodar sus palabras—. ¿Qué tal si yo tomo tu lugar?

—¿A qué te refieres? —preguntó confundida Anne.

—Annie, no debes hacerlo si no quieres, yo podría tomar tu lugar, yo soy consiente a lo que temo —habló Luz mirando los ojos de la tailandesa con una leve preocupación—. Podría ganarle al Grom...

—Lucy —un apodo salió sin querer de los labios de la morena—. Agradezco mucho tu preocupación, pero tampoco quiero ponerte en peligro.

Luz se quedó en silencio, cosa que fue percibida por Anne como un permiso para retirarse del lugar.

—Si me buscas, estaré entrenando en el bosque...



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—Veamos Anne, piensa, es imposible que tengas un solo miedo —habló Anne consigo misma y luego se quedó reflexionando en silencio por un largo tiempo—. ¡Ya sé! temo que Sasha vuelva a traicionar mi confianza.

De nuevo, el silencio envolvió el bosque, Anne se quedó admirando y escuchando cada ruido que se provocaba a los alrededores. La tailandesa sintió un déjà vu, recordó cuando pudo sentir la naturaleza al realizar el baile de caza de los Plantar, todo el ambiente le causaba una increíble tranquilidad.

—¡Annie! ¡Annie! —unos gritos familiares sacaron de su trance a la tailandesa.

—¿Luz, qué pasa? —preguntó Anne al ver la dominicana todavía sin alistarse.

—Tienes que prepararte, ya va a comenzar el Grom. Estuviste aquí por horas.

—Oh, okey, enseguida voy —Anne soltó un suspiro, dándole una última mirada al bosque antes de irse.



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—Guau, casi llegamos tarde —habló una exhausta Luz que ya se encontraba vestida “formalmente”.

—Sigo sin entender porque tú también te cambiaste —Anne preguntó después de tomar un poco de aire.

—Me veo cool, ¿verdad? —Luz empezó a “posar” para enseñarle bien su atuendo a la otra—. Siento que el tutú le da el toque a la camisa blanca y al saco negro con toques morados. Además, las medias combinan con el saco y estas botas son geniales.

Luz empezó a dar una larga descripción de como consiguió, eligió su vestimenta y el esfuerzo que hizo para peinarse. Anne solo soltó una pequeña risa al poder apreciar a la dominicana con aquel conjunto que aumentaba su belleza y a la misma hablar sobre sus intereses sin parar.

—Yo puedo con esto... —interrumpió la tailandesa.