Capítulo 4

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La jornada de clases estaba por acabar, después de una entretenida mañana en la biblioteca Lena y Kara habían decidido ir a sus respectivos salones para no perder más clases que las de la mañana, aunque ninguna de las dos se pudo concentrarse por completo ya que en la mente de cada una estaba la contraria, para Lena no era ninguna novedad que la rubia ocupara la mayoría de sus pensamientos pues desde hacía mucho tiempo sabía que estaba enamorada de ella, estaba totalmente claro que esta semana la terminaría lastimando ya que solamente serviría para satisfacer las necesidades sexuales de su mejor amiga y después todo volvería a la normalidad, Kara volvería a reemplazarla por Mike, pero claramente no podía desperdiciar su oportunidad de hacer suya a Kara nuevamente, la amaba y anhelaba tanto que no le importaba lastimar su propio corazón con tal de satisfacer un poco su cuerpo.

Al fin después de tanta espera la campana resonó por toda la escuela dando anuncio de que la jornada de clases había acabado, rápidamente la pelinegra tomó sus cosas y salió del aula en dirección hacia la de su mejor amiga, lastimosamente al llegar se topó con una escena que definitivamente no quería ver, Mike tenía abrazada la cintura de Kara y susurraba cosas muy cerca de los labios de la chica la cual parecía feliz riendo por lo que fuera que el tipo le estuviese diciendo para después recibir un beso por parte de este, el corazón de Lena volvió a romperse una vez más como cada vez que veía a la rubia junto a su novio, pero lo entendía, Kara era de Mike y ella únicamente era la mejor amiga, claro, solamente la chica que sobraba en la relación, la pelinegra realmente quería gritarle en la cara a Mike que ella había llegado primero, que ella fué la causante de las sonrisas de Kara mucho antes que él lo fuera y que ella había estado siendo la causante de los orgasmos que él no podía darle en los últimos dos días pero optó por únicamente pararse a un lado de la puerta a esperar a su mejor amiga, claramente no podía decir eso, al menos no si no quería perderla para siempre porque sabía que Kara preferiría mil veces a su novio antes que a ella y claramente se lo había demostrado pues justamente el mismo día que se había entregado a ella ahora se encontraba en los brazos de otro chico con los labios de este sobre los suyos cosa que destruía por completo el corazón de la pelinegra pero ella sabía que así debía ser, Kara ya tenía a alguien en su corazón y ella debía conformarse con simplemente ser lo que era, la mejor amiga.

Segundos pasaron únicamente para que la rubia se percatarse de la fría mirada que su mejor amiga mantenía sobre ella y su novio para que se separara de el y caminara en dirección a la pelinegra.

"Bebé perdón, ¿Te hice esperar mucho?" Preguntó Kara notando como la enojada mirada de Lena se suavisaba.

La pelinegra asintió con un puchero haciéndole creer a la rubia que su enojo se debía únicamente al tiempo de espera, no podía dejar que Kara descubriera sus sentimientos hacia ella o su semana de sexo con la chica que la traía loca se arruinaría.

"Vamos a casa".

"¿La tuya o la mía?" Preguntó la pelinegra aún con pucheros.

"Da igual, decidamoslo en el camino" Concluyó la rubia enredando su brazo con de su amiga para comenzar a caminar en dirección a la salida de la escuela.

El camino fué en silencio pero no uno incómodo sino uno realmente agradable, caminando abrazadas sintiendo la calidez de la otra a pesar del frio que había en las calles, al llegar a la calle en donde estaban las casas de ambas decidieron entrar a la casa de la pelinegra puesto que sería más tranquilo estar solas debido a que los señores Luthor se encontraban en un viaje de trabajo dejando a su hija sola como de costumbre.

Ambas entraron a la casa y caminaron en dirección a la habitación de la pelinegra para cambiarse el uniforme, la rubia solía dejar su ropa en la casa de Lena debido a que ese lugar lo consideraba su segundo hogar así que abriendo el cajón que Lena tenía apartado para ella y comenzó a quitarse la ropa de uniforme, Lena no pudo evitar fijar la mirada en su amiga, le encantaba todo de ella, realmente la amaba por completo, su cuerpo le parecía magnífico al igual que su personalidad, era perfecta, era simplemente Kara.

Se había quedado mirando el cuerpo de su amiga en una contemplación absorta que no se dió cuenta cuando la rubia comenzó a caminar en dirección a ella hasta encontrarse frente a frente con la pelinegra quien había dejado su uniforme a medio quitar.

"¿Te gusta lo que vez?" Preguntó Kara con una sonrisa.

"¿Qué? Lo siento yo.."

"No parecias tan tímida esta mañana" Interrumpió Kara quitando lentamente los botones de la camisa de Lena ante la atenta mirada de esta para luego acariciar sus hombros mientras la despojaba del uniforme.

Lena tragó en seco al sentir las llemas de los dedos de Kara arrastrarse también por su abdómen y lentamente subir hasta casi tocar sus pechos, estaba tan hipnotizada por la contraria que no notó cuando esta se alejó y solamente sintió un trozo de tela ser lanzado contra su rostro.

Kara le había lanzado una camiseta holgada para que pudiera estar más cómoda que con el uniforme escolar.

"Hasta que reaccionaste, termina de cambiarte que tengo hambre" Protestó la rubia.

Y así lo hizo la pelinegra, terminó de cambiarse lo más rápido que pudo para después bajar a la cocina en busca de algo que pudieran almorzar.

Después de unos minutos Lena regresó a su habitación junto con dos tazones de ramen para ella y para su amiga.

Ambas comieron en silencio mientras Lena parecía seguir perdida en sus pensamientos hasta que Kara rompió el silencio con una pregunta

"¿Oye estás bien?"

"¿Por qué no lo estaría?"

"Pareces distante desde que empezamos a tener sexo ¿Arruiné nuestra amistad por esto?"

"No, claro que no, son solo cosas mías, tú no hiciste nada" Lena se acercó a Kara para abrazarla y acompletó su frase diciendo. "Te quiero mucho Kara, no quiero perderte".

"¿De qué hablas?"

"No es nada, solo quería recordartelo".

"Okey" Respondió algo dudosa correspondiendo el abrazo de su amiga.

Kara sabía que algo no andaba bien, podía sentirlo pero no se daba cuenta de lo que realmente pasaba, ella no quería arruinar su amistad con Lena pero cada vez la sentía más lejos, realmente la quería y se sentía extrañamente culpable por algo que ni ella misma sabía que había hecho, no sabía que estaba rompiendo cada vez mas el corazón de la persona a quien más quería pero algo en su interior la hacía sentirse culpable de ello.
 
 
 
 
 
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FANTASÍAS (SuperCorp)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora