Nuestro Destino - Loki Laufeyson.

Capítulo 1

Hace varios años.

- ¡Déjame en paz Thor!

- ¡Vamos, quiero jugar contigo!

- ¡Déjame terminar de comer!

- ¡Es que eres muy lenta, apúrate!

- Thor, deja a Amelia tranquila, aún tiene la mitad de su plato- dijo su hermano Loki, el cual apenas había tomado la palabra en toda la mañana.

- Es que es una lenta, además, ¡Siempre la defiendes! - replico aquel rubio.

- Ya oíste Thor, déjala tranquila - dijo Odín, bebiendo de su copa.

- ¡Papá, dile que se calle! - Dijo Loki.

- ¡solo cállense y ya! - dijo en voz alta Amelia.

- Por favor, hagan silencio - dijo con voz paciente Frigga.

Aquella familia junto con Amelia estaba tomando el desayuno, el Rey, Odín, sonriendo y hablando con su esposa Frigga, mientras los tres niños estaban teniendo una pequeña disputa.

Aunque no duró mucho, en realidad, ni cinco minutos.

Luego de todos comer, Thor estaba en sus clases diarias, el pobre no quería ni ver a su maestro, el cual era Heimdall, le enseñaba lenguas, idiomas antiguos y otras cosas las cuales hacían que aquel rubio quisiera desaparecer o que el universo se lo tragara. Aquello le hacía gracia a aquella pequeña la cual se burlaba de Thor, ella reía a carcajadas mientras que el hermano menor acompañaba aquellas risas.

Pero las risas de Loki acabaron pronto, porque, para su suerte, le tocaban clases de magia, aunque eso no era lo que lo ponía de ese ánimo, era por la idea de estar alejado a Amelia por dos eternas horas.

La pequeña Amelia no tenía mucho por hacer, así que se dedicaba a acompañar a Frigga junto con sus alumnas a husmear en sus clases; Amelia era sobrina de Frigga, hija de una bruja la cual falleció el día de su nacimiento, aunque ella no lo sabía.

Amelia guardaba en su corazón bajo llave su amor por la magia, ella pensaba que no tenía nada de especial comparada con las brujas del castillo, las guerreras, hasta incluso con Loki, pero anhelaba algún día aprender de este, o que alguien se dignara a enseñarle.

. . .

Estaba en la biblioteca del castillo, la cual no era muy habitada que digamos, solo por Frigga, algunas de sus estudiantes y Loki con su maestro. Todo estaba en ese instante solo, la pequeña fue corriendo directamente a un rincón, su favorito; un estante completamente lleno de historias de Dioses, Amelia agarra uno, se sentó en un sillón que daba una ventana que tenía una vista espectacular.

Aquel paisaje daba a una colina pequeña, allí practicaban algunos guerreros, Amelia sentía que estaba viendo en vivo y en directo el párrafo de su libro.

Este libro era sobre Dioses, su favorita es Atenea, Diosa de la sabiduría, y este libro era una historia basada en la Diosa.

El único que sabia su cariño por la Diosa era Loki, ya que ambos compartían esos gustos, algo lo cual los unió profundamente.

Mientras tanto, Loki terminaba sus clases, se encaminó a la biblioteca, para leer lo encomendado por su maestro. Al llegar, corre a la estantería, la cual es un poco alta y no alcanza su objetivo, por lo cual, mientras mira por todos lados, usa su magia para bajar este. Pero no se da cuenta que una niña castaña lo mira de lejos con una sonrisa; ella sabe que le es prohibido usar su magia dentro en castillo.

- Imagínate que Thor fuera el que te viera, ten más cuidado la próxima vez.

Loki miro de donde surgía la voz, la voz de la niña la cual quería demasiado, aunque lo negara en voz alta. 

- ¿Tu no deberías estar con mamá? - dice Loki con una sonrisita maldadosa.

- Ella me dio permiso de estar aquí por hoy - dice Amelia cruzándose de brazos, mirando a dirección contraria donde estaba aquel chiquillo, le daban nervios mirarlo a los ojos.

- ¿Por qué será que no te creo? - dice Loki acercándose poco a poco a su amiga, la cual queria desaparecer, fundiéndose en el sillón donde se encontraba.

- Siempre es muy complicado mentirte, todo me sale mal.

- No le diré a nadie, cuenta con eso - Dice Loki mirándola a sus ojos color marrones; sentía que aquellos ojos lo hipnotizaban por completo, no se acostumbraba a esa sensación, pero no lo molestaba en absoluto.

Amelia, con un poco de nerviosismo, le mostro una pequeña sonrisa de complicidad, le alegraba tener ese tipo de amistad con él.

. . . 

- Tienes sueño, se nota Amelia.

- Claro que no, puedes seguir contándome - dijo sonriendo.

Ya habían pasado varias horas en la biblioteca, hace unos minutos, Thor los fue a visitar, pero los vio tan concentrados el uno en el otro que decidió ir a jugar con sus otros amigos.

Amelia y Loki estaban conversando sobre los últimos libros que habían leído, ahora estaba hablando Loki, solo que él pudo notar con Amelia cerraba sus ojos, cabeceando un poco.

- siento que te aburro, te estas durmiendo.

- No es eso - dijo bostezando - me encanta tu voz, como si arrullara, tranquiliza todo mi alrededor- completa Amelia, ni siquiera se había dado cuenta de lo que acababa de confesar.

El pequeño, abrió sus ojos de par en par, sorprendido por lo mencionado, se sintió halagado y nervioso en partes, cerró sus labios mirando fijamente a su acompañante.

Amelia estaba en un sueño profundo, su cabeza apoyada en el cabecero del sillón, ambos estaban sentados en este, compartiéndolo. Loki no pudo evitar no examinar cada una de las facciones de la niña.

Cabello castaño algo largo, mejillas levemente rosadas y suaves, sin ignorar sus pequeñas pecas, que, a vista de Loki, es como si estuviera viendo en cielo, pestañas largas y por último sus labios rosados y pequeños, adecuados a su edad.

Loki estaba encantado con la vista, pero sabía que la posición en la que se encontraba debía ser incomoda. Como por arte de magia, Frigga entro a la biblioteca, mirando a ambos niños, se fijó en su hijo mirando con sus ojos verdes atentamente a Amelia.

- Querido, vas a desgastarla con la mirada - menciona Frigga con un toque de diversión y ternura.

- perdón madre.

- No tienes que pedir perdón hijo, mejor llevémosla a su alcoba.

Primer capitulo

Espero que sea una linda introduccion  de su agrado je,je.

que tengan linda nochheeee!!