MEWTUL

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MEW

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Ayudar a mi mejor amigo a superar su divorcio estaba dentro de mis planes, enamorarme de él era un rotundo NO. Bueno, enamorarme aún más de él no era el plan, porque enamorado ya estaba y desde hace años.

Desde el primer momento en que lo vi en nuestro primer año de la universidad sentí mi corazón acelerarse de una manera poco sana. Él era un coqueto por naturaleza, igual que yo, pero la diferencia era que llegaba a enamorarse muy fácil, tal parece que podía enamorarse de todos menos de mí. Aunque tampoco es que anduviera de pareja en pareja, de hecho su número de parejas ha sido escasa.

La razón principal principal por la que nunca llegue a decirles sobre mis sentimientos fue por miedo. Miedo a que no sintiera lo mismo. Al principio me acerqué a él con la intención de conocerlo mejor y poder pedirle una cita, con el paso de los días nos hicimos muy buenos amigos y ese sentimiento de atracción que sentía por él iba creciendo, pero tal parece que ese sentimiento no era recíproco ya que un día llegó a mí diciendo que tenía una cita con un chico de otra facultad así que me guarde mis sentimientos en ese momento, se lo veía muy animado por ese chico aunque no duró mucho ya que unas semanas después decidieron dejarlo por falta de tiempo.

Con esa noticia la ilusión dentro de mi volvió, sin embargo decidí darle un poco de tiempo antes de confesarle mis sentimientos. Eso no fue un buen movimiento ya que tenía muchos admiradores tanto chicos como chicas y en ese momento decidió darle oportunidad a una de ellas.

Jenna era chica hermosa, podría ser el sueño de cualquiera, iba a nuestra facultad aunque era de una especialidad diferente. Esa relación duró más que unas semanas, tiempo en el que tuve que aguantarme los celos que nacían en mí pero también nuestro amistad iba creciendo hasta volvernos casi inseparables.

La relación con Jenna terminó meses después y la razón por la cual duró tanto era más porque él no encontraba la manera adecuada de terminar con ella sin lastimarla. Era una chica muy dulce y sensible pero también de dió cuenta que la relación no iba a ninguna parte.

Después de eso me di cuenta que quizás Tul no podía verme como algo más porque nunca dió ninguna indicación de que podría sentir algo mínimamente igual a lo que yo sentía, así que preferí conservar nuestra amistad antes de arruinarla con una confesión y un rechazo.

Y siguió así, con nuestra amistad siendo fuerte y Tul aceptando citas que no iban a ninguna parte. Yo por mi parte también tenía mis citas, comprendí que también tenía que seguir hacer el esfuerzo de quizás enamorarme de otra persona, aunque nunca pasaba de la primera cita, quizás por eso muchos me consideraban un jugador, pero nada estaba más alejado de eso

Para nuestro último año de carrera vino un chico nuevo, su nombre era Max y captó la atención de Tul en poco tiempo. Compartían cosas en común como su coquetería innata que los hizo acercarse rápidamente. A diferencia de mi, Max no perdió tiempo en demostrar que sentía interés por Tul y rápidamente también se hicieron cercanos. Sin embargo, tenía la liguera sospecha de que quizás no era del todo agrado de Max, a veces pensaba que solo me hablaba porque era el mejor amigo de Tul, tal vez él sospechaba de mis sentimientos hacia este.

14 de Febrero Donde viven las historias. Descúbrelo ahora