seis

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El lugar era un completo silencio, la fija mirada de aquel pelinegro conseguía intimidar a la joven delante suyo, pero ella sabia disimularlo bastante bien. Ninguno de los dos emitia alguna palabra, mas aquello solo convertia el ambiente mas incomodo. Una guerra de miradas comenzó entre ambos individuos, guerra de la cual ninguno quería perder, y podía notarse a simple vista.

ㅡ ¿Vas a quedarte callada o vas a hablar? ㅡ el mayor en aquella sala se mantenía de brazos cruzados delante de su subordinada.

ㅡ No me parece seguro aceptar trato de personas que conocimos hace unos días ㅡ Sus palabras eran seguras, más en su interior sentía como en cualquier momento colapsaria por completo ㅡ Ninguno de ellos me da buena espina, bueno... Yelena y Onyakopon me podrian llegar a convencer pero no lo se.

ㅡ A mi tampoco, pero es la unica ayuda que tenemos Saori ㅡpellizco el puente de su nariz suspirando con frustración.

ㅡ Lo sé, y se que no soy nadie para decir o dar órdenes.

ㅡ No es eso niña, esta bien que digas lo que opinas, pero necesitamos saber mas de ese lugar ㅡ suspiro apoyando sus manos en su frente, Saori desvío sus ojos hacia la pared sintiendo como un nudo se formaba en su garganta ㅡ Se que lo haces por tu familia y por Armin, pero si realmente los amas, debes mostrar tu fuerza, y tu fuerza Saori, esta aquí ㅡ Golpeó con sus dedos la frente de la joven.

ㅡ Yo... Necesito estar sola.

Levi se retiro del lugar con su expresión monótona, dejándola completamente sola.

Y fue en ese momento en el que Saori se rompió, como nunca antes lo hizo, oculto su rostro entre sus manos apoyando sus codos sobre aquella mesa.

Apretó los ojos con fuerza sintiendo como el mar de lagrimas mojaban sus mejillas.

Se sentía tan cansada, no sabía que más hacer, pero cada día que pasaba sentía como su cuerpo pesaba, sus ojos mostraban cansancio al igual que todo en ella.

Miro sus manos y solo pudo pensar en Armin.

Armin.

Lo necesitaba, pero no quería hacerlo cargar con el peso que ella cargaba, lo único que ella quería era que aquel muchacho de cabellos rubios sea libre, quería que él tenga la libertad y felicidad que ella tanto anhelaba.

Aquella felicidad que se desvanecía lentamente de ella, y solo era disimulada con su monótono rostro.

Los últimos días para Saori habían sido solitarios, no veía a su hermanito ni a su padre, trataba de ignorar a toda costa a Sasha y a Connie, evitaba tener que cruzarse con su pareja o con alguna otra persona, únicamente entabló conversación con su comandante y su capitán, pero no duraban más de un pequeño momento.

Ella sabia que no era justo para Armin su forma de actuar, y se sentía culpable, sabía que llegaría el momento en el que él se cansaría de ella, y simplemente la dejaría.

Pero vamos, es Armin, él jamás podria tratar mal a la mujer que ama.

Aun con lágrimas en sus ojitos, Saori se levantó de su asiento dirigiéndose a la puerta de madera que se encontraba a pasos de ella, tomó el picaporte en sus manos y al abrir aquel objeto de madera, sintió como su llanto volvería en cuestión de segundos.

Una triste mueca se dibujo en su expresión mientras observaba el rostro de su amado a centímetros del suyo.

ㅡ Entra ㅡ Las palabras del varón fueron secas, su rostro era serio y sus ojos no mostraban expresión alguna.

ㅡ Armin... ㅡ Susurró sintiendo como sus pies temblaban y su estabilidad física y emocional se desvanecian lentamente.

El nombrado la tomó de la cintura pegando sus cuerpos, uniéndonos en un suave abrazo, permitiéndole a la joven de oscura melena soltar el dolor y el cansancio que había guardado los últimos meses.

Y aquel llanto había logrado destrozar el corazón del joven Arlert, haciéndole sentir culpable del estado de su pareja, aunque realmente nada de lo que ella estuviera experimentado en ese momento sea culpa de él.

ㅡ Te amo ㅡ dijo el varón llevando una de sus manos a las mejillas de Saori, acariciando su piel con suavidad ㅡ Te amo tanto Saori, y no sabes cuanto me destroza no saber como ayudarte cariño.

ㅡ No es tu culpa Armin ㅡ sollozo tratando de dibujar una sonrisa en sus labios, pero aquel acto no le fue muy
bien que digamos ㅡ Ya no se que hacer, yo... Estoy cansada.

ㅡ Todos lo estamos amor ㅡ su tono de voz había empezado a suavizarse por cada palabra que decía ㅡ Y se que tu llevas mucho peso, pero no me dejes solo, por favor ㅡ tomó sus pequeñas manos llevándola a su pecho ㅡ Mi corazón solo puede decir tu nombre Saori... No te rindas aún.

ㅡ Oh Armin... No quiero ser yo quien te lastime ㅡ reposo su cabeza en el pecho de su pareja cerrando los ojos ㅡ Te amo, créeme que lo hago, pero no puedo permitirte sufrir a mi lado...

ㅡ No vas a deshacerte de mi Saori ㅡ.

ㅡ No pienso hacerlo, no quiero hacerlo, sin embargo se que no soy buena para tí... Pero aún así se que jamás podría llegar a mirar a alguien más, solo a ti, Armin... Soy tuya hasta que mis huesos se vuelvan cenizas y mi corazón deje de latir.

Y en ese momento sus ojos se encontraron con la celestina mirada de su pareja, permitiendole admirar el brillo que emanaba aquel mirar, sus rostros se movieron por sí solos, permitiendoles a ambos sellar sus labios en un beso.

No. No era un beso como cualquier otro beso que ellos se habían dado.

Era un beso que transmitía el amor que ambos se tenían, porque al final de todo solo eran ellos dos, y no había nadie que podría separarlos, nada de nada, pues Armin no permitiría que alguien se metiera en su relación con aquella mujer, jamás podria permitir que alguien lastimara a su mujer...

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⏰ Última actualización: Sep 11, 2023 ⏰

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Mr Loverman | Armin Arlert |Donde viven las historias. Descúbrelo ahora