CAPÍTULO 9

942 67 25
                                    


NETEYAM
Sin darme cuenta han pasado más de dos meses. Con todo lo nuevo que estoy viviendo con Lo’ak, el tiempo ha pasado muy rápido.

La verdad es que hasta a mí me sorprendió lo que pasó esa noche en el bosque. No venía con ningún plan ni nada preparado, solo quería hablar con Lo’ak como antes. ¿Y qué mejor que un paseo nocturno para destensarse? No tenía previsto decirle lo que sentía, y mucho menos besarlo. Fui muy impulsivo, cosa no muy propia de mí. Pero mi cuerpo y boca se movieron por sí solos.

Cuando probé sus labios por primera vez, juro que nunca antes había deseado volver a hacer algo con tanta fuerza. Y hasta hoy en día no puedo parar de encontrar cualquier momento para volver a probar sus labios. Claro que vigilo de no ser vistos por ojos ajenos, pero es un impulso irresistible. Mucho menos si veo como Lo’ak se relame los labios o posa su mirada en los mios.

Estoy charlando con otros guerreros del clan después de la patrulla del día mientras quitamos las monturas y los equipos de los ikrans. Después de guardarlo todo, nos dirigimos al centro de la aldea, donde hacemos las comidas en grupo. Me despido de ellos para ir a sentarme con mi familia. Lo’ak me dedica una sonrisa y me hace un hueco para sentarme. Lo hago y le paso un brazo por el hombro. Veo como aparta la mirada de mi, disimulando. Eso me hace esbozar una sonrisa.

Papá nos mira y sonríe complacido, siguiendo la conversación que tiene con mamá y la abuela. Si solo supiera lo que pasa realmente… Río internamente por lo que pasa desapercibido por papá. Pero cuando vuelvo a pensar en ello se me borra la risa de inmediato. Inconscientemente aparto mi brazo de Lo’ak rápidamente. Al darme cuenta de mi acción, suspiro aliviado al ver que Lo’ak no le ha dado importancia a mi movimiento. Me revuelvo un poco en mi posición. Empiezo a comer pero no puedo deshacerme de la inquietud.

Sí, fue muy impulsivo de mi parte lo que pasó aquella noche en el bosque con Lo’ak. No me arrepiento, pero sí que a veces se instala en mi mente la inquietud de que nos descubran. Que sepan la clase de relación que mantenemos Lo’ak y yo. Que papá y mamá lo sepan. No sé cómo reaccionarían. Pero no creo que les hiciera mucha gracia.

No seríamos los primeros ni los últimos en sentirse atraidos por alguien del mismo sexo, sé que hay precedentes aunque no es muy común, el clan siempre lo acepta ya que si hay unión ante Eywa, no importa el sexo de la pareja, el vínculo es igual de fuerte y válido que cualquier otra pareja.

No, lo que más me preocupa es el hecho de que formamos parte de la misma familia. No comparto lazos de sangre con el resto, pero si descubren lo mío con Lo’ak, ¿me repudiarían como hijo?

- Neteyam, ¿estás bien?- Mis pensamientos son interrumpidos por un Lo’ak que me mira atentamente con una mano encima de mi brazo.

- Sí, sí, perdón que me he quedado en las nubes. 

- Esta tarde la tenéis libre, ¿no chicos?- Dice papá dirigiéndose a nosotros. Yo no puedo evitar apartar mi brazo para soltarme del agarre de Lo’ak, disimulándolo agarrando unos trocitos de fruta para comérmelos de un bocado.

- Sí.

- ¿Podemos ir a jugar todos juntos, porfi hermano?- Pregunta Tuk mientras se lanza sobre mí.

- Claro que sí, hermanita. 

Pasamos la tarde libre, como muchas otras, los cinco jugando por las montañas. A pocas horas del eclipse, emprendemos la vuelta a la aldea.

Ya estando en la aldea Kiri y Spider proponen ir a las instalaciones humanas a pasar el rato y se adelantan. Tuk les sigue el paso. Lo’ak y yo nos quedamos rezagados.

Lo’ak está a mi lado, le miro, cuando me fijo en algo. Me paro y agarro el brazo de Lo’ak suavemente para que se pare. Estamos cerca de las instalaciones humanas, rodeados de cajas y cajas apiladas de artilugios humanos y armas, así que no se nos ve bien. Lo’ak me mira extrañado. 

Oel Ngati Kameie [Neteyam x Lo'ak]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora