Risa irritante | Julián X Enzo

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–Qué?– preguntó, confundido.

–Nada, tenés un pedazito de fideo– dijo con una sonrisa divertida, mirándolo.

El pelinegro pasó su lengua al rededor de su boca en busca de agarrar lo mencionado por Julián, sin éxito.

–Ya está?– ahora él también tenía una sonrisita en la cara, contagiada por el mayor.

–No, sos un boludo– rió y acercó su mano a la cara del otro, sacando con su dedo pulgar el pequeño pedazito de comida, sintiendo con el resto de su mano la suavidad de la piel ajena.

Enzo lo miró, hipnotizado por la sonrisa divertida del castaño, por sus ojos con esas arruguitas en sus costados por la expresión de su rostro, por el tacto contra su cara, la cual repentinamente sentía caliente, ardiendo al rededor del toque del cordobés, se sentía hipnotizado por nada más y nada menos que el momento que estaba pasando con el chico que se dió cuenta que le gusta hace rato, era mucho pedir que el tiempo se congele?

Al parecer sí, porque después de unos segundos que ambos chicos sintieron como poco Álvarez finalmente tuvo que sacar su mano de la zona que sintió tibia y agradable, pero ninguno de los dos borró la sonrisa dibujada en su cara.

O al menos por unos minutos.

Enzo fue cambiando de expresión progresivamente, la que antes dejaba ver sus hermosos dientes ahora mostraba disgusto, o incomodidad, ni él podía saber con exactitud lo que sentía.

–Ju– llamó al otro, recibiendo de forma inmediata atención absoluta y una mirada que lo animaba a continuar con lo que fuera que iba a decir –el otro día que vos te fuiste al baño yo me quedé hablando con los chicos viste– se metió fideos a la boca, haciendo tiempo para pensar en como decir lo que seguía, recibió un sonido afirmativo del mayor, tragó –la cosa es que salió el tema de vos y tu novio– el cambio de voz desconcertó al otro.

–Que dijeron esos?– de los primos no sabía que esperar, esos te re quemaban en dos segundos diciendo cualquier gilada, uno peor que el otro.

–No nada...Va, creo que dijeron que vos y el colo estaban pensando en mudarse juntos, puede ser?– movía los fideos que quedaban en su plato con el tenedor, prestando atención a cada uno con tal de no mirar al castaño, intentando no dejar a la vista su interés en el tema.

Julián casi se caga de risa, definitivamente los Martínez eran como el teléfono descompuesto.

–No, cualquiera entendieron los chusmas– rió, sin poder aguantarse –hablamos de como nos gusta que sean las casas, a lo mejor por eso se confundieron– se encogió de hombros y después se llevó spaghetti a la boca.

Fernández pudo suspirar aliviado mientras lo miraba, un peso dejando su corazón, estaba mal sentirse feliz por saber que no iban a dar ese gran paso? Es conciente de que él se mudó con las minas que salía aún estando mucho menos tiempo que Ju, pero según él era obvio que nunca había sentido por sus novias lo que Julián sentía por Mac Allister. Suspiró, no le iba a dar vueltas ahora, después iba a pensar mejor las cosas y de paso en una forma de vengarse de esos monos por hacer que se le vaya el alma del cuerpo por un par de días.

–Y cómo te gusta que sean?– recibió como respuesta un "Qué cosa?" Por parte de un Julián con la boca llena 'bueno, no podía ser perfecto en todo' pensó –las casas, nunca hablamos de eso nosotros– decir que se sentía celoso porque Alexis compartió primero que él algo con Julián era poco, pero se iba a encargar de que eso no vuelva a pasar.

El resto de la tarde/noche siguieron hablando sobre cualquier cosa -cosas que Enzo pensaba que Mac Allister podía llegar a hablar con Julián- y viendo cosas en la televisión, aunque más que nada miraban diez minutos y de resto quedaba para hacer ruido de fondo.