🍃☕𝕋𝕙𝕖 𝕔𝕠𝕗𝕗𝕖 𝕤𝕙𝕠𝕡 𝕠𝕗 𝕝𝕠𝕧𝕖☕🍃

~.6.~

Como podía estar él aquí? No había una orden de alejamiento acaso?

Entramos a la habitación, allí estaba Leo, mirando su teléfono. Él, dirigió su mirada a nosotros.

L: Madre mía, que le ha pasado?

J: Mi padre... Está aquí... Pero se supone que tenía prohibido venir...

Dejé a Charlie en el suelo, él fue corriendo hacia Leo, subiendo a la cama para abrazarle a él. La cara del chico era de confusión, aún que se relajó y lo sentó en su regazo abrazándolo. Yo en ese momento estaba muy confuso, cerré la puerta con pestillo y me acerqué a ellos, estaba nervioso y tenía miedo de lo que pudiese pasar. Los abracé también, a los dos, dejando besos en sus cabezas.

(...)

C: Eso no vale! Ya es la tercera vez que ganas...

L: Lo siento, pequeño, pero soy un maestro jugando a Uno.

Leo sonrió dejándose caer hacia atrás, poniendo la cabeza y los brazos en la almohada de mi cama. 

J: Charlie, acepta tu derrota...

Me levanté del suelo, estaba escribiendo en mi diario, sinceramente me gusta habérmelo encontrado, ahora podía escribir mis cosas tranquilamente. Me acerqué a ellos y me senté en la cama, sacando mi teléfono. Era bastante tarde.

J: Charlie, tienes que irte a dormir, ya es muy tarde.

Le miré con cara seria.

C: Y él?

Señaló a Leo, el cual estaba sentado aún en la cama recogiendo las cartas.

J: Te quieres quedar?

L: Bueno... Me parece una buena idea, no creo que deba volver a horas tan altas de la noche yo solo.

J: Pero no le vas a preguntar a tus padres?

L: Están de viaje de trabajo... O no se muy bien.

J: Bueno, voy a llevar a Charlie a su habitación, ahora vengo.

L: Ok

Él sonrió, le devolví la sonrisa y me fui con mi hermano. Ya en la habitación de él, se cambió y se metió en la cama.

J: Buenas noches, enano

Besé su frente.

C: James... Tú y Leo sois novios?

Charlie sonrió, yo me sonrojé mucho. 

J: No... Por qué pensarías eso?

Le miré extrañado y me senté a su lado.

C: No se... Por alguna razón creo que eres feliz con él...

J: Es mi amigo, normal que me ponga feliz cuando estamos juntos... Pero ahora, tienes que dormir.

Salí de su habitación cerrando mientras le decía adiós con la mano y cerré la puerta. Al salir, la casa estaba en un casi completo silencio, se escuchaba a todos los ya mencionados, pero charlando tranquilamente.

Entré a mi habitación intentando no hacer mucho ruido. Leo estaba sentado en la silla de mi escritorio, mirando algunos posters de alienígenas y el espacio, cosas que me gustan mucho. Me acerqué a él y me senté en el escritorio, mirándole.

J: Qué pasa?

Él me miró de vuelta. Sentado en la silla se posicionó entre mis piernas, pasando sus brazos sobre ellas y abrazando mi cintura, dejó su cabeza sobre uno de sus brazos. Nos estuvimos mirando con dulzura pero a la vez un poco de tensión por lo menos medio minuto.