-¿Sabes kook? el dinero no da la felicidad, pero prefiero mil veces, que llores en un Ferrari.
.-Le aconsejo a un pequeño kook de 8 años.-
-¡ALGUN DÍA VOY A CRECER MAMI, Y TE VOY A MOSTRAR TODO LO QUE PUDE LOGRAR!.
.-Grito el pequeño castaño.
-Esta...
Habían pasado los meses rápidos, ya íbamos en la Preparatoria taehyung ya tenia 18 y yo 19 ya la íbamos por terminar pero el reto de la guerra de besos no se quedaba atrás en estos meses, nos hemos besado a escondidas ya que no queremos que nuestras madres se enteren, por supuesto yo iba ganando con un total de 89 a 76 cada que tete no se daba cuenta yo le robaba un beso, hoy era viernes y no teníamos clases hasta dentro de dos semanas así que se me ocurrió molestar a taehyung.
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-Ah, ¿ahora que pudo a ver hecho?.-Suspiré cansado viendo el mensaje de kook en mi pantalla.
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💌💋
-Oye, ¿Quién va ganando?.- pregunto taehyung, obviamente yo voy ganando Pero ¿por qué se veía tan desanimado?.
-Vamos aproximadamente, con un total de 90 a 81, ¿por?.- pregunté confuso.
-Por que tal vez, hasta aquí acabé el reto...-Se quedo callado unos segundos.
-¿Ah que te refieres?.- lo mire, y vi que estaba soltando lágrimas.-Hey... ¿Qué pasa? ¿Por qué lloras?.
-Kook... me voy a ir de aquí, en unas semanas...-Soltó lágrimas cabizbajo, me dolía verlo así.
-Pero bebé, no llores ¿por que te vas a ir?.-Lo abracé dándole pequeños masajes en su pelito mientras el lloraba .
-M-Mi mamá dijo que teníamos que irnos a daegu, por unos asuntos y que ya no iba a estudiar la preparatoria aquí.-Empezó a abrazarme más fuerte.
-Bebé, ya no llores, te aseguro que todo va a estar bien, luego van a regresar.-Le Sonreí mientras quitaba las pequeñas lágrimas que estaban cayendo.
-Kook en verdad no me quiero ir, te voy a dejar sólito, y no voy a estar contigo.-Chilló, y dejo salir un pequeño olor a chocolate con fresa.
-Hey tae, tranquilo sabes que siempre vamos a estar juntos, no importa si es a distancia o no, siempre voy a estar para ti.-Sonreí abrazándolo.
-Gracias kook, pero no me quiero ir de aquí.
-Todo estará bien, vas a ver que cuando vengas te voy a estar esperando. - lo abracé como si se tratara de un pequeño y hermoso Osito de peluche.-Te quiero muchísimo tete.
-Yo también te quiero mucho kook.-Me respondió al abrazo, mientras le hacía masajes en su cabeza para que se tranquilizara y dejara de llorar y no pensara en eso de que se iba a ir, y aunque me duela, que se valla lo voy a esperar todo el tiempo que sea necesario.
