𝐿𝑖𝑎 -𝐸𝑛𝑧𝑜 𝐹𝑒𝑟𝑛𝑎́𝑛𝑑𝑒𝑧-

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Las primeras dos semanas de trabajo se habían pasado volando, todos los días almorzaba con Juli quien se convirtió en mi primer amigo en este lugar. No hubo mucho trabajo dos o tres veces vino algún que otro jugador por pequeñas molestias que no desencadenaron en ninguna lesión por suerte y dentro de todo ya conocía a todos de vista junto con sus respectivos nombres gracias a que Juli se tomo el trabajo de presentármelos uno a uno el día después de habernos conocido.

El viernes me dormía sentada en el consultorio, la noche del jueves habíamos salido con mi amiga Clari a tomar unos tragos cerca de casa y la seguimos en el departamento. Recien eran las nueve y cuarenta de la mañana ya había cabeceado un par de veces pero en un momento abrieron de golpe la puerta y me sobresalte.

— Boee te dormís en el trabajo que falta de respeto— era Enzo el que había irrumpido abruptamente en el lugar, no habíamos hablado nunca y se me hizo sumamente confianzudo como arranco a hablarme y se lo hice saber.

—¿No sabes golpear la puerta antes de mandarte?— le digo de mala manera.

No me respondió se sentó en a camilla directamente mientras yo lo seguía con la mirada.

—Perdón, me duele el brazo— lo mire atentamente.

—¿Qué paso?—pregunte levantándome de mi asiento para poder acercarme.

Me explico que hizo mal un ejercicio e el gimnasio y le dolía el lado interno del brazo izquierdo, frente a el le pido que deje flojo el brazo para poder examinar bien la zona. Su rostro chocaba con mi pecho y su respiración o la cercanía me ponía los pelos de punta, como con ningún otro jugador me había pasado.

—AY ahí me duele— exclama el cuando apreté en la zona que afortunadamente no parecía mas que haber sido un mal movimiento.

—Parece no ser nada— le aviso mientras el estaba entretenido leyendo de cerca el gafete que colgaba en en el bolsillo de mi ambo— pero de todas formas anda a hacete unos masajes con esta crema que te voy a dar.

— ¿Sos algo de Pablito Aimar?— pregunta de la nada y lo mire confundida pero entendí que preguntaba ya que en el gafete que estaba en mi pecho tenia escrito mi nombre y apellido.

—Es mi tío— dije sonando un poco tímida y avergonzada, si había algo que no quería era que la gente relacione que tengo el puesto que tengo gracias a mi parentesco con el ex jugador si bien era cierto estoy donde estoy gracias a el no quería que ello me desacredite con los jugadores—Bueno ya esta Enzo cualquier molestia no dudes en volver.

—Gracias Mia— me dijo el chico con su sonrisa burlona cuando se bajo de la camilla.

— ES LIA— le grite mientras apretaba lo que tenia en la mano con fuerza por el enojo, me había dicho así al propósito, lo que apretaba era la crema que le tenia que dar.

Ese pibe me descolocaba.

...

Mas tarde el mismo día y a pesar de no querer, tuve que acercarme a unas de las canchas donde los chicos estaban entrenando para poder alcanzarle la crema que no llegue a darle a Enzo.

Me voy acercando donde estaban todos descansando y tomando agua los saludo y Juli se levanta para saludarme con un beso en la mejilla a lo que todos lo cargaron pero ni nos inmutamos porque sabíamos que lo nuestro era el inicio de una hermosa amistad. Me acerco mas a Enzo que estaba hablando con Bruno de festejar su cumple en un boliche y le tiro el pote de la crema, muy poco profesional de mi parte pero simplemente con el no me salía ser cordial.

—Te lo olvidaste en el consultorio parece que no te dolía tanto.

Mira a mi dirección y con su característica sonrisa y tapando el sol con la mano me dice— Gracias Mia.

Julián que estaba a mi lado me mira sabiendo que me molestaba esa pelotudes y lo corrige.

—Es LIA, boludo.

—Bueno LINDA gracias— ruedo los ojos cosa que odio hacer y el me sigue hablando antes de darme la vuelta— Lia ¿queres venir a mi cumple este sábado lo hago en el un boliche?

Lo miro extrañada porque no tenemos relacion como para que me invite pero teniendo en cuenta que hace mucho no salgo acepto a lo que el me dice que va a estar bueno y que después Juli me avisa donde va a ser, la hora y que podía invitar a una amiga. Ni lo dude le iba a decir a Clara.

Después de eso volví a i puesto de trabajo y mas tarde a casa pensando en que me iba a poner mañana.