❙𝗢𝗻𝗲❙

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La tarde en la Cabaña del Misterio dió su transcurso con normalidad; atrayendo pobres turistas a los que sacarles el dinero de los bolsillos al entrar en esa vieja trampa turística creada por Stan Pines.
Las personas se creían todo lo que contenía esa vieja cabaña con atracciones falsas y gastaban todos sus billetes comprando cosas que le salían un ojo de la cara. Aún así se iban contentos al irse, Stan también terminaba feliz al ver todo el dinero que les sacaba a los visitantes con sus creaciones lo suficientemente buenas como para que cualquiera las creyera por completo.
Dipper Pines; su sobrino nieto sabía que todo era una total y absurda farsa para atraer dinero de tontos e ingenuos que caían en la trampa de su tío con facilidad.

El chico de gorra con dibujo de pino creía que muchas cosas locas ocurría en el pueblo. Confirmó que sus sospechas sobre los misterios del pueblo eran reales cuando halló un diario oculto en el bosque de Gravity Falls y unos gnomos salvajes intentaron hacer de su hermana reina de los gnomos—cosa a la que por supuesto ella se negó—. Desde ese entonces más cosas extrañas comenzaron a ocurrirles a él y a Mabel; su hermana melliza mayor casi todos los días.

Al ya finalizar el horario de trabajo en la cabaña los Pines, el par de mellizos se disponía a simplemente descansar viendo la televisión de la sala de estar mientras disfrutaban de algunas frituras, refrescos y series. En ese momento estaban transmitiendo el programa de Patotective; serie que amaba esa familia extraña ante los demás.

——Niños, uno de ustedes deberá ir a la panadería. Tengo un pedido allí que ya debería estar —exclama el abuelo de ambos desde la cocina para que lo oyeran.

El anciano de la casa recibió unos quejidos por parte de los castaños quienes solo querían relajarse en el sofá en lo que restaba del día.

——¿Por qué nosotros, tío Stan? ¿No puedes ir tú? Estamos relajándonos —se excusa su sobrina; Mabel, haciendo que su tío abuelo se asomara por la puerta de la cocina dejando a la vista su cabeza y parte de sus hombros.

Su hermano menor solo se propuso a asentir con su cabeza dándole la razón a su hermana. En verdad ninguno de los dos mellizos quería despegar su cuerpo del sofá en todo el día.

#𝘽𝒓𝒆𝒂𝒅𝒔 𝒂𝒏𝒅 𝙈𝒚𝒔𝒕𝒆𝒓𝒊𝒆𝒔 ❙ 𝘋𝘪𝘱𝘱𝘦𝘳 × 𝘔𝘢𝘭𝘦 𝘙𝘦𝘢𝘥𝘦𝘳Donde viven las historias. Descúbrelo ahora