Babe.

Kiss factory.

Till Lindemann, Christian Lorenz y Christoph Schneider se encontraban en el bar disfrutando el ambiente mientras los retaban a tomar más shots de tequila/vodka/ron.
Flake casi no se metía en los retos y solo observaba a till con mucho detalle, viendo cada acción de el, su sonrisa, su forma de tomar los shots, para Flake era su hombre perfecto.

— ¿Que pasá por qué no quieres venir a divertirte flaquito? — Doom saco de sus pensamientos a Lorenz y este solo volteo algo desorbitado de la realidad.

— Lo siento Schneider... Estoy algo perdido entre mis pensamientos, al igual que no tengo ganas de beber o algo así, ustedes diviértanse. — dijo Flake algo distraído mientras seguía mirando a Till con mucha atención.

— ¿A caso te gusta? — Doom lanzo una sonrisa pícara junto a una mirada lujoriosa a Flake de broma.

— ¿Q-quien? — Lorenz miro a Christoph y se sonrojo de inmediato ya que seguramente este estaba hablando de Till.

— Jajaja. No te hagas el baboso. — el cabellos castaños cambio su tono a uno serio y desanimado ya que Flake no capto lo que le dijo y se retiró de la mesa de su amigo.

— ¿Que paso?, ¿A dónde mierda te fuiste? — Till exclamó mientras hablaba con una chica en la barra de bebidas y Doom solo torció los ojos.

— Nada importante, Till Lindemann. — al parecer el joven de 25 años se había puesto de mal humor y no quería ningún tipo de pregunta absurda.

Till lo ignoro y siguió hablando con la chica, mientras tanto Schneider salió del bar y se metió a un callejón, enseguida saco su celular y llamo a Paul.

— Basta Richard, me haces demasiadas cosquillas! — Decía Landers mientras lloraba de risa ya que su mejor amigo le estaba haciendo cosquillas ya que Paul perdió un 1v1 en fortnite contra Richard.

Entre muchas risas el momento fue interrumpido ya que el celular de Landers comenzó a sonar.

—Oh, es Doom... Deja veo que quiere. — Dijo Paul para después agarrar su celular y contestar.