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Lunes, 26 de octubre, 2015
6:30 a.m

El día comenzaba normal, conmigo preparándome para ir al colegio.

Yo tenía en mente que sería hasta el baile que volvería, y así era, hasta que el director me llamó diciendo que me perdonaba una semana de suspensión. Decía que era por el baile y yo no entendí la necesidad de que él me comunicara tal cosa.

Con todos estos pensamientos raros en mí, termino de arreglarme y finalmente me dispongo a bajar al comedor, para ver a mi nueva familia.

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Yo- ¡Hola a todos, buenos días! -exclamo con alegría-.

Caroline- Hola, hermana -dice con prisa, yendo hacia la sala-.

Doc- Buenos días, Mary -sonríe-.

Clara- Buenos días -sonríe igual-.

Doc- ¿Ya estás lista para la escuela?

Yo- -dejo mi mochila a un lado de la mesa-. Tengo miedo de ver como será todo... Menos mal que el director llamó ayer para avisarme que la suspensión se había eliminado, a tan solo una semana de finalizar... ¿Qué habrá pasado? -tomo asiento-.

Clara- Digamos que fue obra del destino -ríe un poco y mira al Doc-.

Yo- Podría ser... -veo a Clara, notando de inmediato la risa y mirada-. No entiendo... ¿Qué es tan gracioso?

Clara- Nada, nada -intenta estar seria-.

Yo- No te creo nada. ¿Alguien hizo algo?

Clara- Tal vez... -mira al Doc-.

Yo- No, imposible -veo al Doc-. Doc, ¿acaso usted...?

Doc- Oh, no, no, yo no hice nada. Tal vez alguien más lo hizo -se gira, siguiendo con lo suyo-.

Yo- Ah, entiendo... -vuelvo a ver a Clara-. ¿Entonces sí hiciste algo?

Clara- Posiblemente sea así.

Yo- ¿Posiblemente? Eso no responde mi pregunta.

Clara- Mary-

Yo- ¡No, tú deberías-

Me veo interrumpida por Caroline, que corre hasta la mesa y se sienta alado mío.

Caroline- Hola de nuevo.

Yo- H-Hola, Caroline.

Caroline- ¿Qué hay para almorzar? -sonríe-.

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Su inesperada alegría hace que volvamos a la normalidad y sigamos desayunando.

7:00 a.m

Terminando el desayuno, voy al baño, junto a Caroline, para cepillarnos los dientes.

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Yo- ¿Acaso tú sabes que ocurre con ambos? -me meto el cepillo a la boca-.

Caroline- Más o menos... Tampoco es que me hayan dicho algo directamente -pone pasta en su cepillo-. Tal vez este día va a ser de muchas sorpresas para ti -comienza a lavarse los dientes.

Yo- ¿Sorpresas? -pregunto, con pasta en la boca-.

Caroline- Ajá...

Yo- Que extraño -escupo la pasta y aclaro mi garganta-. ¿No sabes por qué?

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