1-

107 104 6
                                    

(P)

Habíamos llegado a la cafetería, con la actitud muy rara entre ambos por la conversación en el auto.

Por ratos él intentaba decirme algo, pero inmediatamente se retraída, pensando que yo le daría evasivas a todo.

Pasados unos minutos, la mesera nos trae unos sándwiches riquísimos del lugar junto a unas malteadas.

Decido romper la tensión y hablar.

≠≠≠≠≠≠≠≠≠≠≠≠

Yo- Chase, esto no va a mejorar si no hablamos.

Chase- Bien -me ve serio-. Entonces puedes comenzar a contarme, te escucho.

Yo- ¿Por qué tendría que hablar sin saber exactamente por dónde empezar?

Chase- Porque así lo hacemos nosotros, desde siempre, nunca hay preguntas previas.

Yo- Ah, carajo -suspiro-.

Chase- Realmente ha cambiado todo desde esos viajes.

Yo- Ni me lo digas -le bebo a la malteada, intentando guardarme mis comentarios-

Chase- Bien, lo que quiero saber es lo más evidente de todo

Yo- Sobre Marty.

Chase- Bingo.

Yo- Marty y yo tuvimos algo extraño, incluso bailamos en el “taller” del Doc en el viejo oeste.

Chase- Vaya... ¿Y qué sucedió?

Yo- Amm, nosotros... No sé como decirlo.

Realmente no sabía cómo y él con la mirada me insistía.

Chase- Vamos, tampoco es tan-

Yo- Marty y yo nos besamos.

Chase casi grita de la emoción, tapándose rápidamente la boca y evitando que alguien le escuche.

Yo quería reírme, pero necesitaba estar seria para poder responder todo bien.

Chase- Perdóname, de verdad, pero es que wow... ¡Wow!

Yo- Impresionante, ¿cierto? -sonrío y le bebo a la malteada-.

Chase- Créeme, “impresionante” es una palabra ligera para lo que es eso. ¿Cómo rayos ocurrió?

Yo- Pues nada, supongo que fue por todo lo vivido antes. Creo que lo dejé aturdido, en el buen sentido, por el primer beso que nos dimos.

Chase- Un segundo... ¡¿Hubo uno antes de eso?!

Yo- Como 2.

Chase- ¡DOS! -exclama, haciendo ruido por todo el lugar-.

Yo(s)- Shh, shh -quería no reírme por su reaccionar, pero era casi imposible-. Chase, no podemos hablar si vas a gritar así.

Chase- Lo siento, lo siento... -aclara su garganta y el tono de voz-. ¿Cómo, cuándo y dónde fueron esos besos?

Yo- En la casa del Doc Brown, más específicamente en un armario, y luego en la casa temporal que nos prestó Clara.

Chase- Dios mío -se pellizca el brazo, intentando ver si no estaba soñando-.

Yo- Oye, no hagas eso -le tomo la mano y comienzo a reírme-.

Back To F̵͙͈͆̈́͊̀̾̚i̶̮͍̽̓̒͌̐̍̆̎̕̕x̴̯͙͙̘̑̎̂̋̾́̏̆ The ProblemsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora