La forma en que me miras - Gavi

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dos días después...
-Sigo esperando que me cuentes que pasó la otra noche- dijo mi mejor amiga mordiendo su tostada- con detalles

Ayer, Sira y yo pasamos el día con sus amigas, estuvimos en la playa y después fuimos a tomar algo, cosa que hizo que no le pudiese explicar hasta el mínimo detalle de lo que pasó con Gavi.

-Tampoco hay mucho más de lo que te he contado, después de lo que me dijo, estuvimos charlando sobre cualquier cosa que se nos ocurría y pasamos un rato así, abrazados y mirando la ciudad
-¿Nada más? ¿ni un beso ni nada?
-Te he dicho que me dijo que quería hacer las cosas bien conmigo, además quiero ir lento con el, siento que es diferente a los chicos con los que he estado antes- dije sonriendo ilusionada

Sira asintió sonriendo

-Me gusta como os lleváis, espero que estas semanas que estás aquí aproveches y lo veas al menos todos los días
-¿Todos los días? Sira, he venido a pasar tiempo contigo
-¿Y que? conmigo pasas tiempo cuando voy a verte también, además, no tienes que estar todo el día con el, os veis al menos un rato y después seguimos con nuestros planes
-Te quiero tanto- dije abrazándola fuerte
-Y yo más Martutti, pero date prisa que nos vamos
-¿A donde?
-Ya lo verás- dijo sonriendo misteriosa- tienes el ouffit preparado encima de la cama

Miedo me da.

Subí a mirar que me había preparado, vi la camiseta de Gavi encima de la cama y caí en que hoy había partido.

-¡Ostras! Claro, no me acordaba que hoy había partido
-¡Sorpresa!- dijo causando nuestra risa

Me cambié y me maquille un poco, el partido empezaba a las 18, era un amistoso, así que no tenia mucha importancia.

Cuando estuvimos listas salimos hacia el estadio, aparcamos y entramos directamente.
Buscamos nuestros asientos y esperamos a que empezara el partido.

-Voy a buscar algo para comer- dije
-Vale, ¿te acompaño?
-Voy yo, tranquila- le dije sonriendo

Entre de nuevo y subí las escaleras para ir hacia la tienda. Pedí algo para comer y esperé que lo preparasen.
Mientras, miraba por los ventanales esperando el inicio del partido hasta que por fin oí el pitido del árbitro.
La tienda estaba en lo más alto del campo, ya que la de nuestra área estaba cerrada, y al estar tan arriba no distinguía bien a los jugadores pero si veía los números.
Noté como Pedri se acercaba varias veces a decirle cosas a Gavi y ambos gesticulaban mucho.

Me pareció algo raro ya que nunca se paraban a hablar de nada en medio de un partido pero decidí no darle importancia, ya les preguntaría luego que les pasaba.

-Aquí tiene señorita- me dijo el camarero dándome la bolsa con la comida, sacándome de mis pensamientos
-Muchas gracias- sonreí y volví a bajar a nuestros asientos

Luego de varias escaleras y un pasillo por fin llegué.

-Jope, he tenido que subir a lo más alto porque la de aquí estaba cerrada, pero por fin tenemos nuestras hamburguesas- le dije a mi amiga riendo feliz

Mi cara cambio totalmente al ver la cara de Sira. Tenía un semblante triste y serio y me miraba con pena.

-¿Que ha pasado Sira?- pregunté preocupada
-¿No lo has visto?- preguntó mirándome con lástima
-¿El que?- dije muy confusa
Mi amiga volvió la vista al campo y señaló con la cabeza.

Al instante lo vi.

Era Gavi.

Tenía los labios rojos e hinchados, el pelo despeinado con un intento de arreglárselo y el cuello lleno de marcas o chupetones.