OBSESSION(Rubius x quackity)

Cap 1

cap 1
El accidente
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Paso a la casa de Rubén con algo de pena, no tenía planeado que en su día se olvidará las llaves en la cafetería, gracias a dios, Rubius estaba ahí para él, raro que el azabache haya decidido pasar la noche con él y no con otra persona. De un momento a otro, pensamientos negativos inundaron su mente.
Sentía fastidio.
Fastidio de que en algún momento Rubén se cansé de él, ya van varias veces que lo ayuda después de todo, no le sorprendería si ese fuera el caso; un claro ejemplo era el apoyo moral que el mayor le daba, agradece que Rubén siempre haya estado para él, apoyándolo y alentando para que consiga lo que quería, la otra cosa es que lo haya ayudado a conseguir trabajo en la cafetería donde él trabaja, sin duda algún día lo compensaría.
Sintió un calor en su hombro para después poner su mirada en el lugar donde sintió tal tacto.
—Pasa algo Pato?— dijo el mayor de los dos, notó que el contrario llevaba un buen tiempo sin hacerle caso ni vio que se inmutó con sus chistes desde que entró a la casa, normalmente estaría hablando de como se vería la casa o buscar alguna imperfección en la casa solo para molestar al contrario —No dijiste nada desde que entraste, se me hace raro— y si que se le hacía raro, sabía que su amigo pasaba en su mundo pero últimamente se está metiendo demasiado en este.
Quackity solo miro a Rubius con algo de nervios, soltó una pequeña risita de sus labios y puso una de sus manos en la mano del contrario que se posicionaba  en su hombro, salto la mano de Rubius lo más rápido posible una vez ya la había quitado de su hombro, y no porque le cause asco sino porque se encontraba nervioso, aunque no pareciera su corazón latía con fuerza, alzó su mirada para poder ver a la cara al contrario —No pasa nada tetona, solo son cosas de la vida y mamadas asi— lo decía sin interes, no quería darle rodeos a ese tema, tampoco es que fuera tan importante sus problemas existenciales, cosas de la vida, según el azabache.

—Bueno, no te metas tanto en tu cabeza que luego te terminas golpeando con una pared por andar en tu mundo— junto sus labios en una línea para así formar una sonrisa burlona, al ver la reacción del menor solo aumentaba sus ganas de reírse, el pequeño solo fruncia el ceño con fastidio.
—Andate bien a la verga Rubius — lo dijo para después irse al cuarto que le correspondía para pasar la noche ahí, su irá lo segó tanto que no se dió cuenta que la puerta estaba cerrada.

Ya no aguantó.

La fuerte y exagerada risa del mayor resonaba por toda la casa y la cara de Quackity yace estampada en la madera de la puerta, le tomo un poco de tiempo realizar lo que acaba de pasar, al notar la brusca risa de su contrario frunció su entrecejo mientras se sobaba su nariz. —Jaja, claro que sí, ríete pendejo— dijo mientras rodaba los ojos, puso su vista en la manilla de la puerta —No pues, quien vergas hizo está puerta— dijo así colocando su mano libre en la manilla para así abrirla y poder ingresar a la habitación.
—Oye pato ese es- — se exaltó al escuchar el fuerte ruido de la puerta siendo azotada contra su cara, parpadeo varias veces del asombro para luego suspirar cansado —mi cuarto ...—
Dijo en un tono bajo para luego dirigirse a un sillón.
Esa será un noche pesada para él.
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Podía sentir como la luz del sol chocaban contra su cachete calentandolo a la vez, se levantó de la cama para así estirarse se trono la espalda y cuando crujió jadeo satisfecho, suspiro para luego ver la ventana mientras se sobaba uno de sus ojos con el nudillo de su mano; no había dormido cómodamente, y no era por la cama o ruido cerca de la casa, era porque había dormido con las cortinas abiertas.
Grave error

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En la noche podía sentir una mirada encima de él, gracias a eso no podía dormir, hasta que en un momento creyó que simplemente era su imaginación como el típico niño que piensa que la pila de ropa sucia es una persona que quiere asesinarlo, llegó a sentir como sacaban algunos pelos de su cara delicadamente cuando estaba "duermiendo", cuando distinguió el toque se levantó de golpe, pero no había nadie, solo se encontraba el en esa habitación, tal vez fue mala idea haber dejado las ventanas un poco abiertas, si, abiertas, no pensó que alguien se metería a la casa ya que Rubius tenía rejas, y unas muy puntiagudas, cualquier persona pensaría dos veces antes de subir por ahí, así que pensó ¿Esto es una broma? Tal vez simplemente era una broma de su amigo.