ㅡ¿Ah?, ¿Princi...Rey rui?, ¿Q-que es todo esto?
Pronuncio la señorita de apariencia descuidada, tropezando continuamente con sus palabras y tratando de saber que pasaba.. ¿Qué era todo eso?, apenas dias antes el mismo rey la había denigrado. ¿Qué fue ese cambio?
ㅡ Ah, es tu nuevo departamento, ¿Te gusta? ㅡMenciono con una sonrisa, debía decir que no era común que el sonriera, aparte de cuando necesitaba tomar fotos familiares o parecidos.
ㅡRey.. yo, no puedo aceptar esto. ㅡTropezaba una vez más con sus palabras, provocando que estás fueran dificil de creer. Veía incredula las llaves que el mismo rey le esaba mostrando, mientras veía de reojo aquel departamento en un increíble estado, por supuesto que queria aceptarlo pero.. ¿Viniendo del rey?, no, tenia que haber un error. Sus ojos empezaron a cristalizarse a la par que su hijo menor se aferraba a sus ropas con sus pequeñas manos, tratando de averiguar que era lo que pasaba, si tan solo ella supiera..
ㅡOh, claro que puedes. Ambos sabemos que lo necesitas más que nadie. ㅡMenciono con un tono más serio en su voz, casi autoritario, dandole a entender que no cambiaría su opinión. Envolvió la mano de la contraria entre sus manos, depositando la llave del departamento en la misma.
ㅡRey, y-
ㅡEsta fue rápidamente interrumpida por el contrario, el cuál presentaba un leve enfado.
ㅡLo aceptas, no hay más. Ah, por cierto.. Me tengo que ir, hasta luego.
ㅡNo tenía realmente ningún apuro, simplemente era lo suficientemente flojo como para seguir peleando con aquella campesina. Se fue de aquel lugar desapareciendo entre las calles, mientras el viento helado movía su largo y desordenado cabello de un lugar a otro, reflejando su belleza. Claro, podría no tener la mejor actitud, pero nadie podía negar que su belleza era única. Este dejo a la señorita y a su hijo con total confusión, aunque no tardo mucho tiempo en que la campesina lograra entrar a su ahora nuevo apartamento, iniciando una nueva vida.
¡!
ㅡFinalmente, habia llegado a su casa. dirigiéndose hacia el elevador no tan alejado de la entrada principal, para presionar rápidamente los números y esperar a que el ascensor subiera.ㅡ Ah.. Hoy fue un dia bastante agotador. ㅡSuspiro cansado, era verdad. No acostumbraba a salir y mucho menos socializar con personas externas realmente, así que se sentia exhausto, como si hubiesen robado toda su energía.. La poca que tenía, claro, después de todo, energía era lo último que podia presumir. De pronto el timbre resono en sus oídos, ya habia llegado al piso de su habitación, sus pensamientos invadieron tanto su cabeza como para poder darse cuenta rápidamente de que ya había llegado, siguió su paso hasta llegar a su habitación, aun perdido en sus pensamientos ¿Volvería a soñar con aquella mujer de increíble belleza? seguramente no.. Seguramente solo había sido su subconsciente. No tardo mucho en ordenar su cama para acostarse, dandole igual el resto de la habitación, tenia bastante sueño.
<<La imagen no tiene nada que ver con la trama, es solo un divisor! (≧▽≦), Atte: guro>>
Rui. ㅡMencionó una voz femenina a sus espaldas con un tono autoritario, llamandolo, sin ninguna emoción en su voz, aunque sonaba levemente menos estricta que la última vez.. aunque no bastante, realmente. Esto provocó que el de ojos ámbar volteara, encontrando el cuerpo de la chica de suma belleza parada frente a el, con un aire de poder, autoridad, mando, jurisdicción, soberanía y todos sus sinónimos.ㅡ
ㅡHe de decir que: sinceramente, mejoraste desde la última vez.. Pero te falta un gran camino por recorrer, jovencito.
ㅡDijo, recriminando al rey, apesar de ser menor que el, por lo menos, físicamente, poseía mayor autoridad que el. Dio un largo suspiro, y tomo la mano del ojiambar para envolverla con ambas de sus manos, provocando que entre ese lazo, una luz brillante iluminara el salón. Rui pudo ver su habitación aun rodeada con aquella planta llena de espinas y rosas blancas pintadas de sangre, con la excepción de que ahora únicamente un espejo de su habitación se encontraban libre de espinas, la sangre disminuía, ahora habian por lo menos 3 rosas blancas puras y las espinas se veían levemente más debiles y delgadas. La cama era la única que parecía estar fuera de lugar, pues esta seguia igual, pero resaltaba entre las otras, la última vez que la vio pudo notar que resaltaba un poco entre las demas, pues esta se encontraba aun peor, pero penso que era su visión engañandolo, aunque ahora el cambio era notorio.ㅡ
ㅡ¿Por qué... sigue siendo todo igual que antes?, hice una buena acción.. incluso por dos personas..¿No? ㅡMencionó el rey, algo confundidoㅡ
ㅡBueno, sí, tecnicamente... pero no es simplemente ir regalando dinero y cosas por ahí, también es disculparse con total honestidad ㅡDijo Nene, remarcando la palabra "honestidad" con un tono mucho más fuerte.ㅡ con todas las personas a las que les causaste daños, no es simplemente pedir perdón dando cosas materiales. También, deberías de dar una disculpa publica a toda la Nación, y hacer algo para mejorarla, no es simplemente palabras y cosas materiales, tienes que cumplir tus promesas. ¿Le hiciste una promesa a alguien hace bastante? es momento para cumplirla. ㅡAfirmo Nene, mirando a los ojos del rey de ojos ámbar.ㅡ
-Bueno.. supongo que tienes razón, pero.. ¿Qué puedo hacer por mi propia nación?, después de todo, to-
ㅡFue rápidamente interrumpido por Nene, quien ahora tenía un ceño fruncido. "¿Es qué era tan dependiente?", pensaba ella.ㅡ
-Eso lo descubrirás tú mismo. No tengo mucho más que decirte, por lo cual, me despido. Hasta pronto.
ㅡDijó Nene, saliendo de la habitación. Rui por obvias razones no pudo perseguirla, simplemente espero aproximadamente 2 minutos y desperto. Ya era de día, pero se sentía algo extraño.ㅡ
★★★★★★★★★★★★★
¡Disculpen por la demora! se me habían venido muchos problemas encima, y cuando planeaba actualizar tuve problemas de salud. Lo siento por el capítulo tan corto y con falta de coherencia, intentare mejorarlo y alargarlo en el cuarto. ¡Saludos!
ㅡAtte: Guro. ★
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"Consejera en sueños."
FanfictionEl rey muere dejandole la corona a su hijo mayor, el cual es conocido por ser arrogante y caprichoso. Su reino empeoraba por cada minuto que pasaba con la corona, hasta que la conoció. ¿Quién lo diría?, una simple ilusión cambiando a un rey..