Yoongi lleva unos meses usando el chat con su cantante favorito, Jungkook, como block de notas, pero para su mala (o buena) suerte, este responde al mensaje que le envió con el link de compra a un juguete sexual.
》KookGi
《Yoongi Bottom
《Jungkook To...
Yoongi entró al estudio y se encontró con Jungkook sentado en la silla. No lo pensó mucho y se sentó en sus piernas, ganando que el cantante rodee su cintura con sus brazos y deje un beso sonoro en su mejilla.
–No pareces tan caliente como esperaba– Confesó Min haciendo reír.
–Realmente estuve calmando mis hormonas porque quería hacer otra cosa contigo ahora– Confesó haciendo que Yoongi frunza el ceño.
–¿Y para que vine con las medias puestas?– Preguntó ofendido.
–Puedo follarte con ellas luego– Dijo alzando los hombros. –Pero quiero que escuches la canción que le faltaba al album–
Yoongi lo vio curioso y Jungkook comenzó a reproducir Euforia. Por como lo miraba y lo directa que era la letra, supo enseguida que se trataba de él.
Al correr los minutos su corazón había comenzado a latir tan fuerte que sentía que no podía oír la música correctamente.
Solo oía las palabras de Jungkook y sus latidos.
Hablaba de lo duro que había sido pasar por la explosión de la foto y lo deprimido que estaba por perder el control de sus personalidades. Hablaba de lo mal que estaba por las miradas y los comentarios; pero también hablaba del papel de Yoongi en esa situación.
Lo describió como el rayo de sol en su abismo oscuro. Como la mano que lo sostuvo al caer al precipicio. Como el shock de adrenalina para levantarse de la cama. Como la droga más adictiva que podía pedir para alejarse del mundo al que le huía.
Como la esperanza de recomponer su vida.
Jungkook no esperaba una confesión de amor. Yoongi ya había sido muy directo con él desde que lo conoció. Lo amaba pero no en un sentido romántico. Pero tampoco esperaba que se levantara y salga corriendo.
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Estaban ambos tranquilos en el sofá mientras hablaban de la cita con Taehyung cuando la puerta se abrió de par en par.
Yoongi entró agitado y sonrojado porque había ido corriendo hasta la casa de Jimin y su condición física no era la mejor para aquello.
Los dos se voltearon a verlo esperando una explicación pero Yoongi intentaba respirar con dificultad.
–¡¿Qué?!– Preguntó Hoseok preocupado.
–Creo...– Susurró sosteniendo su corazón con su mano. –Que me gusta Jungkook –
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