𝐆𝐨𝐫𝐠𝐞𝐨𝐮𝐬

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La lluvia de medianoche golpeaba contra las ventanas de Grimmauld Place, haciendo compañía al olor del café recién hecho que inundaba hasta la sala de estar de la primera planta.

Ron estaba caminando solo con medias y pantalón de pijama naranja gastado en la cocina de la que alguna vez fue la casa de los Black. Con un movimiento rápido de su varita hizo que la jarra jugo de naranja ubicada en la mesa comenzara a llenar los dos vasos que había sacado antes, de uno de los estantes y volvió a dirigir su atención a la estufa, retiró los huevos revueltos de la sartén para colocarlos en un amplio plato, tomó el pan tostado recién hecho e hizo lo mismo con el y con otro movimiento de varita las tazas de café humeante, antes servidas, volaron solas.

Estaba llevando los platos a la mesa en el momento que escuchó unas suaves pisadas acercándose a él cada vez más, sonrió y se dio la vuelta al instante que termino de colocar lo que llevaba en las manos sobre la plana superficie.

Ella estaba vestida con una de sus viejas camisetas de los Chudley Cannons que llegaba un poco más arriba de sus rodillas, cubriendo sus muslos, y su cabello usualmente rebelde estaba controlado por el agua de su reciente ducha, una sonrisa resplandeciente formada en su hermoso rostro.

No resistió el impulso y la envolvió en un abrazo antes de besarla.

—¿Y eso por qué fue?. — murmuró sobre sus labios.

—¿Necesito una excusa para besar a mi brillante novia?. — preguntó con cierta picardía en su voz.

— Uh, no, creo que no. — su sonrisa ampliándose aún más.

Había pasado poco más de dos años desde el fin de la guerra, las pérdidas golpearon a todos, pero también era una inmensa razón para seguir viviendo, el tiempo iba muy rápido, el estar al borde de la muerte toda la adolescencia y la primera parte de la vida adulta les había enseñado eso, el pensar que en cualquier momento podrían perderse el uno al otro, el terror a afrontar una vida en la que simplemente uno de los dos no estuviera, había puesto todo en perspectiva.

— Huele delicioso. — habló una vez que tomó asiento en una de las nuevas sillas alrededor de la mesa. Harry había remodelado todo en la casa con ayuda de Ron, Hermione y Ginny. La única habitación intacta era la de Sirius.

Él respondió alzando los hombros, restándole importancia, era una cena muy simple después de todo.

Ron amaba comer, por lo tanto, había aprendido a cocinar desde pequeño, el hacerlo no solo daba como resultado un buen festín al final de la tarea, sino que descubrió que de verdad le gustaba cocinar y como Hermione en realidad no tenía ni idea de que hacer en cuanto a la cocina se trataba, él se había encargado enseguida.

Compartieron una cena tranquila, sin hablar mucho, pero tomándose de la mano o mirándose directamente a los ojos de vez en cuando. Harry no volvería hasta mañana por la noche de su visita a Teddy y Andrómeda, así que tendrían todo un día para ellos. Había sido difícil convertirse en una pareja después de tanto tiempo y luego separarse por casi un año completo, de no ser por las salidas a Hogsmeade, la semana de vacaciones y algunos partidos de Quidditch en los que se las arreglaban para encontrarse.

Eso había cambiado, pero ahora Ron tenía que irse a misiones, algunas demasiado largas en los que pasaban incluso semanas lejos, por supuesto esas semanas eran un infierno, la preocupación de Hermione por su prometido había hecho que se le hiciera casi imposible conciliar el sueño y si lo lograba las pesadillas comenzaban, ella no se lo había dicho y no pensaba hacerlo, aunque sospechaba que él ya lo sabía o al menos tenía una idea, mientras tanto Ron pasaba las noches en una carpa improvisada con Harry, teniendo que soportar climas terribles y sin Hermione a su lado para poder dormirse con el sonido rítmico de los latidos de su corazón.

ᴛʜᴇ ʏᴏᴜɴɢ ʟᴏᴠᴇʀꜱ ᴅᴇᴘᴀʀᴍᴇɴᴛ -  𝒓𝒐𝒎𝒊𝒐𝒏𝒆Donde viven las historias. Descúbrelo ahora