𝐒𝐨 𝐈𝐭 𝐆𝐨𝐞𝐬...

334 11 6
                                    



.

.

.


- ¿Me concede esta pieza? Ministra.- Hermione miró al pelirrojo con una sonrisa bailando en sus labios mientras tomaba la mano que él le ofrecía.- Sería un gusto, Señor Weasley.-

Ron la pegó a su cuerpo con una agarre firme en su cintura, Hermione apoyó su cabeza en el pecho de su esposo, cruzando sus manos en su ancha espalda. Se empezaron a balancear lentamente gozando de la balada que inundaba el atrio del ministerio, estuvieron disfrutando del momento durante un par de minutos que se hicieron eternos, Hermione cerró los ojos y la música pasó a segundo plano en cuanto comenzó a escuchar los latidos de su corazón, sintió los brazos de Ron estrecharla y por unos instantes fue como si solo existieran ellos dos.

La magia se rompió en cuanto la canción terminó, se separaron solo un poco, lo suficiente como para poder encontrar los ojos del otro, expresando sus sentimientos sin palabras.

- Es mi turno de bailar con la Ministra.- ambos bajaron las cabezas para encontrarse con Hugo de trece años, ya casi tan alto como Hermione, era mucho más alto que la media, gracias a su padre, pero a los ojos de Ron y Hermione él seguía siendo su bebé.

Ron esbozó una sonrisa y besó a Hermione en la mejilla antes de separarse de ella. Hugo avanzó contento hacia su madre.

- ¿Cansado?.- el pelirrojo dejó de ver a su esposa y a su hijo para girar en dirección a la voz y en cuanto la vio envolvió un brazo alrededor de sus hombros y ella alrededor de su cintura. – Si, amor, ¿Qué hora es?. –

- Uhm... quince minutos para las doce.- respondió mirando su reloj. Ron emitió un quejido, había sido un día largo y solo tenia ganas de ir a su gran cama y dormir abrazando a Hermione.

- ¿Podrías preguntarle a tus abuelos si ya quieren ir a casa?.- Rose asintió a su padre y le dio un pequeño abrazo antes de caminar a la mesa donde sus abuelos estaban sentados.

Molly les había dicho que quería a los niños en la madriguera antes de que regresaran a Hogwarts, todos los niños Weasley habían salido para la juramentación de Hermione como ministra con un permiso especial otorgado por McGonagall.

- Los abuelos preguntan si ya los pueden llevar a casa, están cansados.- Rose dijo a su padre minutos después.- Gracias, cielo, voy a verlos.- comenzó a caminar pero se detuvo.- ehm... Rosie, ¿A qué hora irán a la madriguera?.-

- Creo que en unos minutos, la abuela Molly se estaba despidiendo de la abuela Jean y se veía bastante agotada. - Ron asintió. – Dejaré a tus abuelos en su casa, dile a mamá que me espere.- giró luego de recibir una respuesta de parte de su hija.

- Jean, Hugo, ¿están listos?.- Los padres de Hermione estaban caminando en su dirección, ambos asintieron y los tres caminaron en dirección a la castaña para despedirse.

- Estamos muy orgullosos de ti hija.- Jean abrazo a Hermione, sus padres eran los primeros muggles en pisar el ministerio.

Luego de una emotiva despedida, Ron dejó las protecciones del ministerio para aparecerse en la casa de los Granger.

-

Hermione estaba hablando con el ministro de España y la ministra de Argentina, a pesar de estar tan cansada fue una de las pocas conversaciones (por no decir la única) con políticos que de verdad disfrutó. El acento de ambos ministros y la manera informal de hablar la hizo sentir más cómoda que con los otros ministros y políticos asistentes.

ᴛʜᴇ ʏᴏᴜɴɢ ʟᴏᴠᴇʀꜱ ᴅᴇᴘᴀʀᴍᴇɴᴛ -  𝒓𝒐𝒎𝒊𝒐𝒏𝒆Donde viven las historias. Descúbrelo ahora