Mafia/dnf

Capítulo 1.

Era un viernes tarde por la noche, y Dream estaba exhausto, pero seguía sentado detrás de su gran escritorio de caoba, con los ojos verdes mirando las pilas de papeles y contratos que cubrían el área frente a él. Su trabajo siempre parecía no tener fin, pero es solo parte de el territorio cuando eres uno de los líderes mafiosos más poderosos de la cuidad.

Era solo un puesto que había heredado de su padre después de su prematura muerte, y al principio se había mostrado más que reacio a hacerlo. Pero no de se le dió exactamente una opción, por lo que intervino a desempeñar el papel y se sorprendió de lo natural que se había sentido la transición. Se había acostumbrado rápidamente y ahora era uno de los líderes mafiosos más jóvenes de la zona; bien conocido por algunas personas más importantes de la cuidad, y temido por muchos otros.

Y aunque habían muchas cosas que no le gustaban de el trabajo, Dream descubrió que disfrutaba el poder y control que conllevaba tal puesto. Tenía toneladas de personas envueltas alrededor de su dedo, personas que cumplen sus órdenes sin siquiera preguntarse por qué lo estaban haciendo.

Tuvo su mano en casi todo lo que sucedió en la cuidad; desde los negocios legales hasta los que no eran tan legales, no sucedieron muchas cosas en el área sin que Dream estuviera de acuerdo.

Pero tener tanto poder tenía un precio, y uno de esos precios eran las largas horas que pasaba encerrado en su espaciosa oficina, liándose con el papeleo o correspondiendo llamadas telefónicas, y en general asegurandose de que todo funcione sin problemas.

Y esta es definitivamente una de esas noches, y Dream podía sentir un dolor de cabeza que comenzaba a formarse, sus manos se movieron para presionar su sien en un intento de aliviar algo de el dolor. Cerró los ojos con fuerza por un momento, exhalando un suspiro lento, sintiendo todo su cuerpo cansado por las horas en las que pasó leyendo las letras pequeñas en las páginas esparcidas a su alrededor.

Esuchó un golpe en la puerta de su oficina, sus ojos se dirigieron rápidamente a la pequeña pantalla en su escritorio, para ver a su segundo mando, Sapnap, esperando pacientemente a que respondiera. Estaba recostado contra la pared exterior de la puerta, con los brazos cruzados sobre su pecho.

Pero cuando Dream se inclinó hacia adelante para hablar a través de el intercomunicador, se enderezó a mirar a la cámara que estaba sobre la puerta mientras preguntaba, —¿Qué quieres, Sapnap?

—Necesito hablar contigo sobre algo importante. —Respondió Sapnap.

—¿No puede esperar hasta mañana? Estoy bastante ocupado ahora. —Dream respondió.

Vió a Sapnap negar con la cabeza, su mano ya en la manija dorada de la puerta mientras Dream se recostaba en su silla y suspiraba de mala gana. Su dedo se cernió sobre el botón que abría la puerta, vacilando brevemente antes de finalmente permitir que Sapnap entrara a la habitación.

La puerta se abrió de inmediato, y Sapnap entró con una sonrisa en el rostro, dejándose caer en una de las sillas frente a el escritorio de Dream. Se recostó sobre el suave cuero de la silla, suspirando felizmente mientras se acomodaba.

Y normalmente, este era el tipo de comportamiento que Dream no podía soportar. Odiaba perder su tiempo, y eso era algo en lo que Sapnap era alarmanteme bueno. Pero a pesar de lo molesto que ponía a Dream, en realidad nunca haría nada al respecto, ya que Sapnap era uno de sus mejores amigos, y una de las pocas personas en las que Dream podía confiar sin ninguna duda.

Habían sido amigos desde que eran niños pequeños, unidos por la amistad de sus padres. Se unieron rápidmante y fueron inseparables durante gran parte de su infancia. Y cuando Dream entró en el estilo de vida de la mafia, Sapnap estaba a su lado. El haber hecho a Sapnap su segundo mando había sido la única decisión fácil en toda su vida, y Sapnap había demostrado ser valioso una y otra vez. Ya sea en una reunión de negocios o en la resolución de una disputa, Sapnap siempre estuvo a su lado sin dudarlo, listo para intervenir sin importar cuán feas se pusieran las cosas.