parte 2

4 3 0
                                    

Dejando su miembro sobre tu pelvis cerro tus piernas y comenzó a mover sus caderas, sentías como su húmedo y duro pene se frotaba con tu cuerpo y eso te gustaba, pero querías más, querías calmar ese palpitar.

-te puede doler un poco, y para que sepas no tengo condones, así que nos estamos jugando el cuello.

Después de frotarse unos minutos más volvió a abrir tus piernas y sentías la punta en tu entrada, trataste de bajar para hacer que entrara pero era inútil, el amarre en tus manos no te lo permitía.
Lentamente Dabi comenzó a entrar en ti, sentías que te llenaba por completo y un dolor en tu vientre se hizo presente, más eso no fue suficiente para hacerte cambiar de idea.

Después de unos segundos comenzó a penetrar suavemente, el dolor poco a poco se volvía placer y lo dejabas muy claro con los sonidos de tu boca, se inclino para besarte nuevamente y comenzar a aumentar la velocidad, nuevamente tomo tus piernas por la parte trasera de las rodillas y se recargo haciendo que se abrieran más y un mayor sonido de sus cuerpos se hiciera presente, mente en blanco, no pasaba nada en la mente de ambos, solo podían pensar en lo bien que se sentía lo que hacían sin las consecuencias, te sentías aliviada, cómo si los cristales incrustados en tu alma desaparecieran poco a poco

Sentías un placer que se acercaba cada ves que Dabi lo hacía muy fuerte y eso pareció notarlo, salió de ti y te desamarro las manos, una vez libre te hizo levantarte y quedar bocabajo, tomo tu cadera para levantarla mientras una mano en tu espalda impedía que el resto de tu cuerpo se levantará, para este punto perdiste la vergüenza, solo querías que Dabi te cogiera sin parar el resto de la noche y de tu vida, nuevamente entro en ti y violentamente volvió a follarte jalando tu cabello y después tomando tu cuello con sus manos, la saliva corría por tu boca.

Cuando Dabi salió de ti nuevamente y quería hacerte cambiar, un impulso te hizo forcejear con el y acostarlo en la cama, te pusiste sobre sus piernas y comenzaste a masturbarlo para después sentarte sobre el penetrandote y moverte poniendo tus manos sobre su pecho, ahora los gemidos de ambos inundaban la habitación, trato de levantarse a tocar tus senos pero no lo dejaste, querías tener el control ahora. Cada vez lo hacías más rápido hasta que sentiste como Dabi levanto sus piernas y con su pelvis te follaba aún más rápido estando recostado, te tomo tan fuerte de la cadera cuando su líquido caliente explotó dentro de ti, también sentías que tu interior se sentía tan bien y lo manifestaste, se encontraban cansados y acostados se dieron un último beso no sin antes acordar que, aún sin saber sobre sentimientos, sus cuerpos se pertenecen el uno al otro.











O al menos antes de la tragedia.... 

Encuentro Nocturno ~Dabi y tu~Donde viven las historias. Descúbrelo ahora