Capítulo 20

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Hace meses el Hokage había enseñado a su pequeño el rasengan, el pelirrojo se ha dedicado a entrenar el ataque, ahora mismo tenía un shuriken gigante en sus manos, buscaba la manera de lanzarlo, podía sentir algo de daño en su mano, así que había cubierto su piel con una capa de chakra, pero no era suficiente, necesitaba endurecer su piel y poder lanzarlo, sino todo su esfuerzo se iría a la basura, ahora recordaba, el senjutsu, tal vez era el momento de aplicarlo, había estado entrenando mantenerse totalmente inmóvil y ubicar con su habilidad sensorial el senjutsu, por lo que leyó había muchos riesgos si su control no era adecuado, podría convertirse en roca, se apoyaría en los clones.

-¿E… Es enserio?, ¿lo completaste? -el pequeño giró su rostro a su padre, sonrió enorme -aún me falta lanzarlo, en este estado me lastima la mano, acabo de concluir que necesito el senjutsu para poder hacerlo -Minato lo vio con sorpresa -necesitas una supervisión rígida para el senjutsu cariño o podrías acabar hecho piedra -el pequeño asintió -usaré los clones -el rubio negó -en cuanto tu control se pierda, los clones se irán -el pelirrojo levantó un puchero pensando -¿un clon de sangre? -Minato sonrió -siempre te sales con la tuya, bien, pero alguien más debe estar contigo -el pequeño levantó un enorme puchero, asintió lentamente, una caricia en su cabeza roja lo calmó de inmediato, sonrió feliz -me haces muy orgulloso cariño, sé que lograrás tus metas -

Naruto asintió feliz -ahora, por otro lado, vengo a platicar contigo del tema que ayer dejamos pendiente -el pelirrojo abrió sus ojos demasiado, estaba nervioso, por eso se había puesto a entrenar como loco, Minato sonrió, sacó unos documentos, el menor comenzó a leerlos con velocidad, levantó un puchero al ver que Kushina lo había reconocido como su hijo y uno de sus herederos, pero si era sincero y lógico, no había otra forma, apretó su ceño, levantó un leve puchero. Minato apretó con su mano su puchero -no seas mimoso, sabes que debía ser así-

Naruto asintió no muy conforme, comenzó a leer el otro, una sonrisa enorme mostró su boca, sus ojos brillaban de emoción, se lanzó sobre su padre, comenzó a patalear -gracias gracias gracias, eres el mejor de todos pa -Minato lo abrazó con cariño, esa sonrisa y su felicidad podían derretirlo, comenzó a besar su rostro mimándolo -yo sólo quiero que seas feliz cariño, te contaré un secreto, al parecer Itachi estaba feliz con el cambio -un sonrojo enorme se reflejó en el rostro de su pequeño con el último susurro, el Hokage levantó un puchero -lo hice para hacerte feliz, pero ya me estoy arrepintiendo de entregar a mi pequeño -Naruto rio escandaloso y feliz -no me perderás pa -Minato negó con una sonrisa -bien, debo irme o el trabajo se juntará -el pelirrojo giró su rostro -deberías usar los clones de sombra, no es trampa, eres tú mismo multiplicado -el Hokage abrió sus ojos -demonios -salió en un rayo.

El pelirrojo después de una hora regresó a su habitación, necesitaba una ducha, había entrenado toda la mañana y ahora tenía hambre, corrió con velocidad, entró a su habitación para bañarse, al salir, se cubrió con una bata, soltó esta, se colocó su pequeño boxer, comenzó a ponerse crema con calma cuando sintió una mirada intensa, levantó el rostro, sus ojos se abrieron demasiado. Itachi estaba sentado en una silla en el pequeño escritorio del lugar con un gran sonrojo, había bajado nuevamente la guardia.

Naruto mordió sus labios, se colocó con velocidad la blusa negra sin mangas anbu pegada al cuerpo y su pantalón -¿qu… qué haces? -Itachi despertó del shock, había ido a hablar con él, escuchó la regadera y decidió esperarlo, pensó que podía verlo en bata como el otro día, cuando salió del baño quedó tan embobado que no dijo nada, simplemente disfrutó el espectáculo con lujo de detalle, el pelirrojo era hermoso de pies a cabeza, veía como se colocaba su coleta alta mientras le preguntaba, despertó de su ensoñación, lamió sus labios mientras lo veía detenidamente aún revisándolo con descaro -vine a hablar contigo, diría que lo lamento, pero la verdad es que no hay ni una sola gota de arrepentimiento en mí-

Naruto se sonrojó, sonrió tímido, vio como el Uchiha se levantó con la elegancia que lo caracterizaba, como avanzó hacia él lentamente invadiendo su espacio personal -entonces, ¿eres mi prometido? -el pelirrojo asintió avergonzado, mordió sus labios. Itachi lo observaba con cuidado, su mano se levantó, acarició su mejilla con el dorso de esta viendo como el pequeño cerraba sus ojos disfrutando del toque, el azabache sintió que su corazón comenzó a latir con la ternura que el pequeño le mostraba, con su imagen hermosa y su forma de ser, agachó su rostro, besó suavemente sus labios sin poder contenerse.

Naruto abrió sus ojos con sorpresa, de inmediato los cerró, recibió el beso con agrado sintiendo como sus labios se movían suavemente sobre los suyos, quería más, abrió levemente sus labios, el mayor sonrió, coló su lengua en su boquita, comenzó a besarlo suavemente, sus lenguas jugaban lentamente la una con la otra, sin prisa, trataban de atesorar cada segundo de su primer besó. Las manos del Uchiha lo abrazaron por la cintura, el beso terminó, el mayor pegó su frente a la del pequeño -creo que este compromiso me agrada bastante-

Naruto sonrió divertido -tengo algo de hambre, ¿me acompañas al comedor? -Itachi asintió, nuevamente robó un beso, pero esta vez lo arrinconó en la pared, el besó aceleró, el pelirrojo podía sentir como el cuerpo del Uchiha estaba despierto, se abrazó a su cuerpo rodeando por la espalda para sentirlo aún más, un leve roce se dio entre sus miembros, el azabache levantó en puntitas al pequeño para sentirlo más -mnhnn -la mente de ambos se nubló. El mayor comenzó un vaivén lento entre ambos, todo el espectáculo y el beso lo había calentado demasiado, estaba excitado y al parecer el pelirrojo también, ese pequeño gemido lo hizo perder el juicio, el movimiento comenzó aumentar.

Naruto levantó sus manos enredándolas en el cuello del mayor para sentir más esa deliciosa sensación, Itachi no dudó, lo elevó sobre su cuerpo sometiéndolo en la pared, el movimiento se hizo rápido y errático, el pequeño gemía suave entre el beso, sus miembros comenzaban a palpitar, sin poder más su liberación llegó, el orgasmo fue suprimido entre los labios de ambos -mnhnnnnn -el aire faltó, tuvieron que separarse aún agitados viéndose pérdidos tratando de analizar lo que había sucedido, ambos sonrieron divertidos mientras trataban de calmarse, se asearon un poco, salieron tratando de disimular.

Solo? (Itanaru)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora