Solo? (Itanaru)

Capítulo 33

Tsunade revisaba los signos vitales del pelirrojo, Kushina la observaba, la médico comenzó a revisar cada parte de su cuerpo -está bien, ya no tiene residuos de las heridas, me sorprende su rápida recuperación, Minato debe darnos una explicación después sobre el chakra biju -Kushina asintió -¿tardará en despertar? -la médico ninja negó, la pelirroja levantó el rostro con molestia al ver la puerta abrirse, recordaba lo que Minato le contó, su mirada se hizo fría.

-Lo lamento tía Tsunade, pero su alumna no puede estar aquí, se ha encargado de hacerle la vida pesada a mi hijo -la rubia abrió sus ojos con sorpresa, Sakura que entraba escuchó lo último, se sintió expuesta -lo… lo lamento, yo no sabía que era su hijo -la Senju se levantó con la mirada fría -si aún no fuera así, ¿quién te da el derecho de acosar a cualquier persona?, retírate de aquí o no respondo, después hablaremos -la pelirrosa salió con velocidad sintiéndose una mierda, desde que se enteró del origen del Namikaze tenía miedo, sabía que esto podía pasar, era una verdadera idiota, seguramente ya sabían que había ayudado a Menma, el rubio seguía de baja shinobi por el rumor que inventó, lo castigaron durante dos meses.

Itachi entró ignorando a la chica pelirrosa que salía por el pasillo, observó a la rubia y a la pelirroja en la habitación -que bueno que llegas Itachi, Naruto ya está completamente bien, sólo hay que esperar a que despierte -el azabache sonrió ligeramente -les agradezco a ambas -la voz del Uchiha fue escuchada por el pequeño -cachorro -el pelirrojo abrió sus ojos, giró al escuchar al zorro, parpadeó sin entender -¿qué… fue… qué fue lo que sucedió?, recuerdo fuego y mucho dolor, traté de regenerar mi cuerpo con mi chakra, pero -apretó su cabeza con dolor -mmmmm no recuerdo mucho -el zorro apretó el ceño -yo bloqueé tus sentidos para que no sufrieras más, casi mueres, algún desgraciado usó un artefacto extraño que explotó toda la base. Minato te encontró bajo los escombros, Kushina te salvó, hicimos sincronizar nuestros chakras para aumentar la velocidad en sanar tus heridas, la Senju llegó después y terminamos, tu novio estaba demasiado angustiado -Naruto lo escuchaba con atención, Kushina y Kurama lo habían salvado, asintió -gracias kurama-san, te agradezco -realizó una reverencia, el zorro sonrió, lo sacó de su espacio.

Itachi tomó su pequeña mano con cariño. Tsunade salió, Kushina observaba al pelirrojo con cuidado, le había colocado un pequeño gorrito para que no se sintiera mal, no sabía exactamente cómo era su hijo. Las gemas azules se abrieron débilmente, Itachi sonrió ligero al verlo abrir sus ojos, el pequeño levantó un puchero, el azabache lo abrazó con cariño -¿cómo te sientes? -el pelirrojo negó -dolía mucho, kurama-san dice que bloqueó mis sentidos para que dejara de sufrir -Kushina abrió sus ojos demasiado, ¿se refería al biju en su interior?, ¿cuál sería? podía sentir que conocía el chakra, pero el zorro estaba en Menma, ¿no era así?, además podía concluir una buena relación con el biju.

Itachi abrazó a su prometido con fuerza, besó su frente con cariño -debí quedarme a tu lado, no debí dejarte sólo, lo lamento bonito -Naruto negó, mordió sus labios ocultando su rostro en su cuello níveo, susurró -no, sin ti me muero -el Uchiha abrió sus onix con dolor, lo apretó aún más hacia él, el pequeño levantó el rostro, algo llamó su atención, levantó su mano tocando el ojo derecho del Uchiha -¿qué es? -Itachi levantó una ceja con sorpresa, cerró sus ojos concentrando chakra en él, sus ojos activaron el sharingan cambiando al mangekyou, las aspas giraron cambiando a un rinnegan -

Naruto abrió sus ojos demasiado al sentir el poder del ojo, no entendía qué era, el azabache cerró sus ojos, desapareció el chakra en ellos -se llama rinnegan, debo ocultarlo o me meteré en problemas -el rubio asintió, se abrazó mimoso al mayor, giró su rostro a la pelirroja -gracias por salvar mi vida Kushina -la señora sonrió con vergüenza -no quería que murieras -el pelirrojo asintió con una ligera sonrisa, podía sentir el chakra desgastado de la pelirroja, sabía que se habia esforzado de más. La señora lanzó un kunai, Minato apareció, vio a su hijo despierto, de inmediato se apoderó de él en un abrazo -casi me muero cariño-

Naruto se dejó mimar en sus brazos, su puchero nuevamente apareció, trataba de controlarlo -pa, lamento preocuparlos -el Hokage negó contento de verlo sano y vivo -no digas tonterías, tú no hiciste nada, los culpables pagarán, te lo prometo -el pelirrojo apretó el ceño -yo también quiero ayudar, me humillaron con ese ataque, bastardos ¿quién fue? -

Minato se levantó con seriedad, vió a Itachi -al parecer querían quitarte del camino para darnos una lección a Itachi y a mi, Akatsuki -el pelirrojo apretó sus puños dejando salir un poco de su chakra -hijos de puta -Minato le dio un pequeño coscorrón -lenguaje cariño -un puchero sacó Naruto calmándose, intentó sobarse, se dió cuenta del pequeño gorro, abrió sus ojos demasiado, metió su mano con terror bajo el gorro, los presentes lo veían con cuidado -¿mi… mi ca… cabello pa? -se había esforzado en hacerlo crecer, lo hacía sentir bonito, más cuando el Uchiha le gustaba su cabello, bajó su vista, se cubrió con las sábanas -no me vean -

Minato lo abrazó con cariño -lo lamento Naru, el chakra sanador no lo regenera, tendrás que esperar un poco -el pelirrojo pensaba -pero en un mes me caso pa, Itachi pensará que soy feo -el azabache se acercó -no digas tonterías, te ves bonito aún sin tu cabello -el menor puchereaba, no creía. Kushina lo veía con cuidado -mmmm ¿me dan un momento con él? -ambos la vieron con cuidado, asintieron, la dejaron pasar, se paró a su lado -observé que habías cuidado tu cabello demasiado, por eso coloqué el gorro, pensé que tu cabello era importante mmmm -

Naruto la escuchaba con cuidado, agradecía que no lo dejara ver calvo frente a su padre e Itachi -tal vez te moleste, pero… ayer corté un poco de mi cabello, le pedí a una enfermera que atiende el pabellón de cáncer que te formara una peluca, podrías usarla mientras crece, nadie notará la diferencia, me la entregaron hace unas horas ttebane -Minato sonrió al ver el cabello pelirrojo de su esposa a la cintura, apretó su hombro con cariño siendo agradecido.

Naruto levantó un puchero bajo la sábana, no sabía si aceptar, pero no quería que lo vieran así, al final se estaba portando bien con él la pelirroja y por fin estaba siendo consciente de su presencia y de su vida, estaba arrepentida, se había humillado ante él pidiendo disculpas, sólo sería un tiempo, sacó su pequeña mano, Kushina sonrió un poco expresiva, se la entregó, el menor se la colocó, observó que el cabello llegaba un poco abajo del hombro, sonrió, era muy parecido al suyo, asomó sus azules sobre la sábana, la bajó lentamente, Itachi sonrió al verlo más tranquilo, Naruto se sonrojó -te queda muy bien, ¿estás más tranquilo? -el pelirrojo asintió a su padre -gracias kushina, te agradezco -la pelirroja negó -no digas nada, no agradezcas -el menor asintió con algo de recelo -iré a hablar con mis padres sobre lo que descubrimos, por la noche regresaré bonito -

El pelirrojo sonrió con cariño, asintió, el azabache salió, pero dejó un cuervo pequeño junto al rubio -es un buen chico -Naruto sonrió a su padre -el mejor pa, ve a descansar, te ves mal -el rubio apretó el ceño a punto de negar -ve Minato, no has dormido nada, yo me quedaré a su lado -el Hokage asintió más tranquilo -bien, terminaré el trabajo pendiente y descansaré, mañana temprano regresaré a verte Naru -el pelirrojo asintió con una leve sonrisa.

Al salir el hokage, Kushina se sentó a su lado en el sofá junto a la cama, sacó un pequeño tejido y continuó su trabajo, Naruto la veía con cuidado, sabía que no quería presionarlo y se lo agradecía -está bonito -la pelirroja sonrió ligeramente, por dentro estaba feliz de escuchar se dirigiera a ella -es para ti, ya viene el invierno, haré otro para Itachi, podrán tomarse una foto navideña en su casa cuando se casen -Naruto sonrió al recordar su boda y al imaginar el escenario que la pelirroja le dio, asintió viendo como se esforzaba y de vez en cuando se le enredaba el gancho, él también quería hacer alguno más adelante así que trataba de aprender en completo silencio.