𝐒𝐏𝐀𝐑𝐓𝐎𝐑 | En donde Andrés dejó con miedo cargando su celular en el salón justo en la hora de receso. O dónde Gonzalo se está quedando con poca batería y busco por salón y salón un cargador encontrándo uno y robando el cargador.
> Homosexualid...
Andrés llegó a su edificio y fue hacia su departamento, al llegar introdujo la clave en este entrando viendo todo oscuro.
Frunció el ceño, él vive junto a Gonzalo así que le parece raro que no estén las luces encendidas.
Encendió las luces observando el departamento sorprendido.
Pétalos de rosas por el piso y Gonzalo sentado en la mesa con una copa de vino servida.
––Llegaste–– El mayor sonrió mirando al menor que miraba todo sorprendido.
¿Cuándo preparo todo esto?
––Ven, siéntate, esta es nuestra cita.
Se sonrojó.
No es la primera cita que tienen, pero no cambia que se sonroje cada vez que mencioné que tienen una cita.
––No me dijiste nada, no te traje nada–– Andrés miro al mayor apenado por no traer nada con él.
––No te preocupes, siéntate y comamos.
Con un sonrojó fue hacia la silla desocupada y se sentó mirando como el mayor le servía vino en su copa.
Platicaron y comieron, se daban miradas coquetas y como siempre planeaban una vida juntos.
Los dos se encontraban en el balcón de ese departamento recibiendo el fresco aire. Aún consciente de lo que sucedía, se han acabado una botella de vino, pero eso no es suficiente para emborracharlos.
––Andrés.
El menor levantó la mirada y observo a Gonzalo que lo miraba con una sonrisa tímida.
––¿Sucedió algo?
––Si––Andrés no entendía nada, así que solo se dedicó a observar al mayor–– Me tienes enamorado–– En este momento el castaño parecía un tomate por el cumplido del mayor–– Hice todo esto, no solo por querer otra cita contigo, lo hice porque ya pasó tiempo, mucho tiempo y ya es hora de que dejemos este tipo de amistad que tenemos––Suspiro–– Me gustas y yo te gustó ¿Deberíamos dar el otro paso? Dejar de ser simples amigos a por fin ser novios ¿No crees?–– Andrés sonrió levemente–– Andy ¿Me permites ser tu novio?
La felicidad lleno el cuerpo del menor, por fin, por fin se declaró a él, por fin serán novios como tanto quería.
––Si Ari, te permito ser mi novio.
Los dos chicos unieron sus labios en un beso tranquilo y lleno de amor, en su primer beso, el primero de muchos besos que vendrán.
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