Más rápido...[the owl house]

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Camila: ¡Luz, se buena hija y ve a por más de mis bebidas para celebrar!

Luz: ¿Te refieres a los paquetes de cerveza barata que me haces comprar cada viernes? ¿Qué celebras? ¿El fin de la semana?

Luz siempre era enviada a comprar, ya que su madre estaba demasiado ocupada por "problemas de la clínica". Luz sabía que no estaba ocupada, sino que estaba demasiado borracha como para poder mantenerse en pie.

Camila: ¿¡CÓMO TE ATREVES A HABLARME ASÍ?! ¡MALDITA DESAGRADECIDA! ¡TE HE DADO TODO PARA QUE ESTÉS BIEN!

Luz: Papá no diría lo mismo...

A Camila le enfadó mucho que metiese a su difunto marido, ambas estaban dolidas pero no tenía motivo para meterlo en aquella conversación. Luz la culpaba, decía que su padre no habría muerto si le hubiese dicho que no fuese a trabajar aquel día.

Camila: Maldita rencorosa y desagradecida...¡VETE A POR MIS CERVEZAS Y SI ESTÁN CERRADAS LAS TIENDAS PUES TE ESPERAS HASTA MAÑANA PERO FUERA!

Luz se ofendió y cogió todo lo que necesitaba para esa noche y se fue, tenía intenciones de no volver pero sabía que tendría que hacerlo; ella sola no podría mendigar en la calle, sabía que tenía que aguantar a su madre pero ella, a cambio, vivía bajo su techo.

...

Luz: Hey...

Estaba parada enfrente de una casa que se juró a si misma que no volvería a entrar, le encantaba ese sitio pero desde que su padre se fue, no fue lo mismo.

Luz: Creo que me echabas de menos, vieja amiga.

Era una casa antigua, corroída por la lluvia y la plaga de termitas que hubo alguna vez. Antes, cuando era pequeña, esa caseta era acogedora y con colores vividos, para Luz era un paraíso.

Pasó la puerta con cuidado, con un poco de respeto a aquella casa; por dentro estaba peor que por fuera: boquetes por todos lados, moho, animales, madera podrida, etc... Aquella casa era muy muy amplia, después de un tiempo dándole vuelta se le ocurrió algo.

Luz: Mhm...¿y si pongo mi batería aquí?

Fue una brillante idea, al menos para ella, ya que al día siguiente fue cogiendo varias partes de la batería y llevándola a aquella casa para que su madre no se enterase

Camila: ¿Qué coño haces con eso?

Luz: Es para tocar con mis amigos.

Camila: ¿Qué ami...? ¿Sabes qué? Me da igual, vete, así me dejas tranquila.

Luz: Mejor...

Al cabo de unos días tenía toda la batería montada en un cuarto de arriba, parecía haber pertenecido a un adolescente por que estaba rodeado de latas, posters y vinilos, pero eso no le detuvo, había conseguido un estudio gratis para ella sola así que decidió hacer una prueba.
Se pasó todo el día tocando hasta que se dio cuenta que ya llevaba unas 4 horas. Aquel instrumento, cuando le tocaba era como si se tocase solo o como si la poseyesen.

...

Aquel día, como cualquier otro, estuvo tocando, practicando canciones que ella escucha mucho en Spotify. Aquel día hacía mucha lluvia y parecía que la lluvia no iba a cesar hasta la mañana siguiente así que se trajo comida, un colchón y algunas cositas para arreglar aquella pequeña caseta. Después de un tiempo tocando se acordó que había una gotera que podría desteñir el negro que tenía la batería así que se dispuso a taparla con una tabla de madera que había traído. Poco a poco fue colocando el tablón hasta que escuchó un trueno y eso hizo que se diese con el martillo en un dedo.

Luz: ¡JODER! Puto trueno...

Luz se miró el dedo y vio que no era preocupante así que intentó olvidarse un poco del dolor y seguir con el tablón.

Cuando terminó era casi la hora de la cena así que cogió su pequeño tapper y se puso a comer. Se acordó de que tenía unas velas así que las encendió con una roca y una pequeña navaja, la que siempre lleva encima. Así cenó, sola pero no del todo, ya que tenía a su batería, lo más importante para ella.

...

Era de madrugada. La lluvia había cesado y solo había un poco de viento. De repente Luz se levantó por un ruido que venía de la planta de abajo, en la sala de estar. Pensó que eran unos okupas así que fue con las baquetas que había traído como si fuese un bate. Al estar en las escaleras vio una luz amarillenta, bajó y vio una puerta con ojo en medio, se fascinó y se medio asusto por aquella puerta que le llevaría a ningún lado.

Luz: ¿Pero qué coño...?

Con desconfianza abrió poco a poco la puerta y la luz se hizo más intensa, caminó hasta pasar por aquella misteriosa puerta.

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D.M.G.