OSCURA OBSESION

El Encuentro...

TERRENCE...

—!Ah! ¡Ah! ¡Ah! ¡Ah! Maldición!!!! —mi respiración seguía agitada, no podía creer que aun habiendo pasado 5 años de aquello, mi mente siga trayendo al presente sucesos que no quiero recordar jamás. Mire la hora y eran las 12:30pm, era la hora precisa para...

Una camisa, unos jeans, una casaca casual. Tiempo de cacería.

En el club....

Cada una de estas mujeres son simplemente desechables. Se las seduce, se las usa y se desechan. Así de simple. No hay repetición, no hay segundas oportunidades, no hay llamadas de vuelta. Este es el mundo en el que me manejo, ellas lo quieren, yo también, solo permito una cosa. Discreción.

Y bien aquí estoy, tomando un wisky, mirando a la que será en las próximas horas mi playmate. Objetivo localizado: Peliroja, de ojos ambar, buen cuerpo, pechos grandes y caderas amplias... Me paro y la miro directamente a los ojos. Cuando llego a ella sonrio de lado y susurro en su oído.

—Así seduces a los hombres? O es solo una ilusión mía?

Miro abajo y ella lo hace también, su falda esta por encima de lo decente. Trata de bajarla, pero tomo su mano y chupo su dedo índice dando una pequeña mordida al final. Ella enrojece y me mira con la mirada... jajaja la mirada de hazme tuya.

Caiste.

El corredor de camino a los servicios se convierte en nuestra antesala a una noche de lujuria y desenfreno. La veo de rodillas, la veo encima mío, la veo de espaldas... de todas las maneras posibles... gimiendo, gritando, arañándome. Este es juego es mi favorito, mi favorito para escapar de la realidad.

Horas pasan, horas en las que mi escritorio, mi cama y mi cuarto de baño son testigos de los gemidos de placer expulsados de su boca voluptuosa y sensual. He profanado cada rincón de su cuerpo, eso se puede ver por los morados en su piel, aun tengo la sensación de sus pechos en mi cara, rebotando cada vez que la llenaba de mi. Pero ni todo eso me ayuda, no he podido dormir ni 1 hora seguida sin tener que recordarla. Maldita sea.

Fashback

— ¿Cuales son sus nombres?

—Michael

—Stear

—Charlie

—Graham

Una mujer vestida elegantemente bebiendo un bordeux, levanta la cabeza y dice:

—Mmmm Graham?, me gusta, ven acá muñequito... veamos que tan bien puedes manejar mi manera de amar.

Estoy acostado, amordazado, con todas estas personas mirándome...estoy desnudo, expuesto, ella lame mi pecho, me besa y me da de beber mas vino de su boca, en un momento mas, me corro. Creo que es la 5ta vez que lo hago, lo mas desagradable es la visión de ella tomando mi semen, mezclandolo con su vino y lo bebiéndolo.

—Magnifico! Deliciosoooo!... mi querido Graham desde hoy eres mío.

Fin del flashback

—¡Ah! Demonios! Siempre es lo mismo —miro el reloj y son las 5am, mejor será alistarme para ir a trabajar. Abro las persianas y entro a la ducha. Al salir, recuerdo que ella esta aquí, Elsa? Eliza? Elba? Ja! Ni siquiera recuerdo bien su nombre, tampoco es que lo necesite, pero igual lo grabo en mi celular, seguro querrá contactarme luego. En fin... debo vestirme.

Terno azul, camisa blanca, zapatos negros, corbata... sin corbata. Cinta para el cabello. Done.

Salgo tranquilamente. Mi café esta listo y un panecillo. La Sra. Baker conoce muy bien mis gustos. Al bajar al estacionamiento el auto ya esta esperando por mi.

—Sr. Grandchester, buenos días. Todo esta listo.

—Gracias Spencer, andando —subo al auto y nos dirigimos a Grandchester NDP.

CANDICE...

Hoy es otro nuevo día. Haber empezado hace unas semanas en Grandchester NDP es una gran oportunidad. Me siento tan feliz de pertenecer a una gran compañía. Y ni que decir de mis compañeros, todos son amables y cordiales. Solo el Sr. Grandchester es un poco frio y distante; es bastante exigente, pero muy inteligente y astuto; asumo que eso es lo le hace ser lo exitoso que es. Pero aquí viene mi pregunta, ¿cómo un hombre con esa personalidad, ser tan hermoso? Que digo hermoso, bello, perfecto... Dios! Candice contrólate! Es que quien puede ignorar esa cara, su tez, sus ojos azules verdosos, su cabello largo y sedoso... que daría por pasar mis dedos por esas hebras...

—¡Ah! Neal! Me asustaste! ¿Qué haces aquí?

—Vine a darte esto.

Veo sus manos y hay un juguito de fresa, es mi favorito, se que el lo sabe muy bien por eso me lo da cada mañana antes de entrar al subterráneo. No se si me espera o es que simplemente pasa por aquí.

—Oh! Gracias!... eres el mejor! Tengo que correr o llegare tarde! Nos vemos Neal!

—Cuídate mucho Candy, recuerda....

Que dijo? No pude escucharlo porque tuve que correr para que no me dejara el sub. Neal... el ha sido mi amigo desde hace unos años ya, siempre amable y cortes, asumo que tenemos mucha química. Es casi como un hermano muy querido para mi, siempre me apoya en todo. Oh! Debo bajar.

En la Oficina...

—Candice, ¿Podrías llevar estos documentos a Contabilidad? —Tom, mi jefe directo, me pide amablemente este favor ya que Annie ha desaparecido... sospechoso.

—No hay problema, vuelvo enseguida.

Me dirijo con un montón de papeles en mis brazos y como la distraída que soy no me doy cuenta de que la alfombra esta recientemente cambiada y tiene un extremo salido... Tropiezo y doy por hecho de que voy a caerme haciendo el ridículo de mi vida y doblándome terriblemente el tobillo, cuando siento unas manos grandes agarrándome y unos brazos fuertes rodeando mi cintura.

—Srta. Ardlay, ¿Esta usted bien?

Mi mente comienza a procesar lo que esta pasando, esa voz grave, esas vibraciones, este pecho amplio que me mantiene presa... No puede ser!!!!!

—Se..Se..Señor Grandchester?

Continuara...