Una vez más, comenzaba a creer que era una especie de broma, pero, ¿por qué a él? Craig se frustraba cada día haciéndose las mismas preguntas una y otra vez, su mente se encontraba en un bucle y pareciera no haber escapatoria, de eso estaba segurísimo, el agobio se intensificaba con el pasar del tiempo.
Últimamente solo podía depositar sus pensamientos en tabaco, y dejar que estos se esfumaran por completo.Claro, si lo pensaba bien su vida no era tan mala, tenía a sus padres presentes, a su hermana, a Stripe y a su mejor amigo, Tweek, entonces, ¿por qué debía sentirse tan hundido? su única explicación era su odio a si mismo.
Craig buscaba constantemente una manera de escaparse de su realidad, múltiples videojuegos se situaban en su habitación, la cual era un desastre, sus audífonos estaban presentes a cada hora del día y de la noche hasta el punto de depender de la música para poder mantenerse estable, y algo que realmente le apasionaba y disfrutaba era escribir, no historias ni su día a día, si no que poemas o cuestionando su existencia, utilizando metáforas y convirtiéndolo todo en algo sumamente filosófico.
Ahora si quiera podía escribir, no tenía motivación, su familia cada vez lo comprendía menos y solo tenía a su mejor amigo de cabellos rubios y a Stripe, estos dos siendo lo que más atesoraba en el mundo.La preocupación de Tweek aumentaba cada día más, se desesperaba al no saber cómo ayudar al peli negro, sin tener en cuenta que su pura existencia era como una venda para el alma de Craig.
Algo que facilitaba un poco las cosas, y que a ambos les subía el ánimo, era que fueran vecinos, de vez en cuándo visitaban la casa del otro, se distraían y encontraban paz al pasar tiempo juntos, era algo casi inexplicable, algo que solo ellos entendían, parecía que no necesitaban nada más para estar bien.Estaba tan acostumbrado a sobrepensar las cosas que habían momentos en los que no se enteraba que existía, justo como ahora, el peli negro se encontraba sentado en unos columpios cuáles pertenecían a una plaza frente a sus casas, era de noche, escuchaba música (how to disappear completely-radiohead) e iba por su segundo cigarro, no hace mucho que estaba ahí pero amaba esos momentos de paz y soledad, en dónde su acompañante solo era el delicado viento que corría por sus mejillas y la tenue luz proveniente de la luna.
De repente sintió un aire frío recorrer por su nuca, su gorro se había caído, mejor dicho alguien se lo había quitado y no dudó en maldecir a esa persona, pero claramente sus labios se cerraron al sentir ese aroma tan familiar y tan acogedor, era Tweek.-¿Que haces acá tan tarde? ven, vamos a mi casa, hace frío, idiota.- Reclamó tweek y al ver que Craig aún no se daba vuelta a mirarlo tomó su cigarrillo y lo tiró al suelo para poder apagar este. -Deja eso, vamos.
Craig se levantó en un intento de golpearle la cabeza o cualquier parte de su cuerpo, odiaba cuándo lo molestaba, pero claro que a él le encantaba molestar al menor.
-Tú eres el idiota, quería estar tranquilo.- Dijo en un tono burlesco, probablemente Tweek tenía un adorable puchero o una expresión de perrito abandonado, eso le causaba gracia así que buscaba razones para fastidiar a su mejor amigo.
Sin más, el pequeño lo tomó de la mano para que entraran luego a su casa, el probe lo había visto por la ventana y salió sin siquiera abrigarse.c y t.