Capítulo 1

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Un escalofrío lo recorre de pies a cabeza al ver el rostro serio de Jay Smith mirándolo con cierto resentimiento. Michael mira a ambos lados buscando a Christian pero lo único que encuentra es a un perro callejero con la lengua de fuera buscando algún sitio en el que refugiarse y a una mujer abrigada desde los pies a la cabeza hablando por teléfono en un idioma inentendible para él.

Vuelve a posar sus ojos en los de Jay que no han dejado de observarlo, esperando a que este se digne a hablar.-

Jay: Sé que estás sorprendido por encontrarme aquí. Y más si no vengo con...con Christian. Pero nuestra amistad se ha acabado y ya no trabajo más para él, así que puedes estar tranquilo. No pienso delataros ni crear ningún tipo de problema. Sólo quiero advertiros de que ese capullo está haciendo todo lo posible por encontraros y haceros la vida imposible. Aún no tiene ni idea de dónde andáis metidos y dudo mucho que se le pase por la cabeza venir hasta aquí. Pero el que avisa no es traidor. Tened mucho cuidado. -Y dicho eso se gira haciendo que la inmensidad de su negra gabardina vuele detrás de él.-

Michael: Espera. -Jay se detiene en seco y lo observa algo sorprendido.- Entra. Necesito hablar. -Jay titubea, se lo piensa durante unos segundos. Observa a ambos lados de la calle. El perro abandonado sigue olisqueando entre los contenedores de basura y la mujer que antes hablaba por teléfono ahora manda mensajes con una sonrisa en su rostro. Al final acaba cediendo y con cierto nerviosismo entra en La Cabaña.

Ambos se adentran en el recibidor. Jay en silencio observa la estancia para luego mirar al que antes era su enemigo y por el que tan interesado estaba por encontrar.

Jay: Tú dirás -dice metiéndose las manos en los bolsillos-

Michael: ¿Cómo nos has encontrado?

Jay: Al volver a repasar todos los documentos y papeleos que había ido recolectando a medida que estudiaba todo lo relacionado con tu vida y los vuelos que recientemente se habían realizado, descubrí que uno iba dirigido hacia España, era mi última alternativa. Estaba apunto de contárselo a Christian para junto a él venir hasta aquí. Pero entonces me di cuenta de que lo que estaba haciendo era una estupidez. Estaba malgastando mi vida, una vida que debería estar pasando con mi hija. Eso sumado a los continuos insultos que recibía de Christian. Decidí callármelo. Callármelo y enfrentarme a él. Estaba harto de sus provocaciones y qué mejor forma que acabar con eso que cortándolo de raíz. Le dije que no me volviese a llamar, que ya no tendría nada más relacionado con él y me fui. No he sabido nada más desde entonces, pero te aseguro que este será el último lugar que visitará, pero aunque todos los papeles me los he traído conmigo, si yo pude encontrarte, cabe la leve posibilidad de que él también pueda hacerlo.

Así que yo no me andaría con demasiada libertad por los alrededores.

-Deja de observarlo para centrar su visión en Alice, postrada junto al marco de una puerta. Michael dirige la dirección de sus ojos y la mira. Le hace un gesto para que se aproxime a él y ella se acerca. Él le pone la mano en su espalda y vuelve a mirar a Jay.-

Michael: Ojalá que todo lo que me hayas contado sea cierto. Si descubro que nos estás mintiendo lo lamentarás...y el que avisa no es traidor.

Jay: Tranquilo, solo he venido para informaros, yo ahora me iré a Paris, quiero pasar unas vacaciones con mi familia.

Alice: ¿Qué tal está tu hija? -Pregunta ella con una leve sonrisa.-

Jay: Tan hermosa y juguetona como siempre. Le he propuesto la posibilidad de ir a Disney Land en verano y se ha puesto a chillar y a saltar como una loca de la alegría. -Ambos sonríen. Con un suspiro da un paso al frente y le tiende la mano para despedirse.- Bueno, espero haberos servido de algo, porque definitivamente mi trabajo aquí ya ha terminado.- Se estrechan la mano y con un simple "Adiós" Jay sale por la puerta dejando tras él un atronador silencio.-

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